Un jesuita es el nuevo obispo elegido por Francisco para la Diócesis de Mar del Plata
Ernesto Giobando fue designado luego de largos meses de renuncias, fricciones y protestas en la catedral local
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LA NACIONDarío Palavecino
MAR DEL PLATA.- La Diócesis de Mar del Plata por fin tiene nuevo obispo. Tras casi 15 meses de puesto vacante, al cabo de un camino que tuvo dos designados renunciantes antes de asumir y expresiones de protesta de fieles que retumbaron hasta en el Vaticano, el papa Francisco designó en el cargo a monseñor Ernesto Giobando, que desde enero se desempeñaba aquí como administrador apostólico con la misión de mantener en orden una jurisdicción que había generado problemas a las autoridades de la Iglesia católica.
El Sumo Pontífice conoce muy bien al elegido. Cuando tenía 18 años le abrió las puertas de la Compañía de Jesús y desde allí Giobando inició su formación eclesiástica, en la localidad bonaerense de San Miguel y por el sendero de los jesuitas.
Su confirmación como nuevo Obispo de Mar del Plata la oficializó monseñor Miroslaw Admczyk, nuncio apostólico, con una publicación en la agencia AICA. Y en fecha que coincide con la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, de la que Giobando es firme devoto.
“Hay mucho trabajo por hacer de la mano del diálogo y desde una tarea evangelizadora que requerirá del trabajo con todas las parroquias”, señaló Giobando esta mañana, a poco de conocer la confirmación de su designación.
Su antecesor fue monseñor Gabriel Mestre, uno de los obispos más queridos por la comunidad marplatense. En septiembre del año pasado se despidió para asumir como Arzobispo de La Plata. Cargo en el que duró muy poco: fue separado de esas funciones luego de algunas situaciones que se dieron en la Diócesis de Mar del Plata en el marco del proceso de su sucesión.
Desde el Vaticano habían nombrado a dos nuevos obispos. El primero fue monseñor José María Baliña, en noviembre pasado. Descartó asumir por problemas personales, vinculados a su salud. Un mes después el nombre confirmado fue el de monseñor Gustavo Larrazábal, pero pronto circularon en medios algunas acusaciones contra él. Hubo argumentos de un supuesto caso de abuso a partir de la denuncia de una mujer, caso que no prosperó. También declinó asumir.
En medio de estas situaciones se dieron otras con la Catedral local como escenario de tensión. Hubo protestas con carteles durante una misa de Semana Santa para reclamar por el sacerdote Luis Albóñiga, muy cercano a Mestre y que muchos fieles querían ver en el máximo cargo de este obispado. Terminó derivado a la provincia de Jujuy.
A Giobando, que llegó a Mar del Plata en enero como administrador apostólico, le tocó la misión de ordenar este rebaño que tenía algunas rebeldías. Poco a poco las aguas se calmaron y llegó a este cierre de año con su confirmación como obispo.
Su asunción en el cargo se hará efectiva el próximo 22 de febrero, a las 10, durante una misa que se celebrará en la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia.
Giobando se ordenó como sacerdote en el Colegio Máximo, de San Miguel. Luego continuó estudios y es doctor en teología por la Universidad del Salvador.
En 2013 fue destinado a Montevideo (Uruguay), como superior de la comunidad Sagrada Familia, y al año siguiente el papa Francisco lo nombró obispo titular de Appiaria y auxiliar de Buenos Aires.
Por Darío Palavecino
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