Un jefe de Gabinete de bajo perfil
Menem optó por un hombre equidistante entre el ala política y el equipo económico; Corach significaba un potencial conflicto con Cavallo; Bauzá dijo que debió optar entre el cargo o su vida; Susana Decibe ministra de Educación.
El presidente Carlos Menem anunció ayer en Olivos ante el gabinete nacional el alejamiento de Eduardo Bauzá de la Jefatura de Gabinete y su reemplazo por Jorge Rodríguez quien hasta entonces era ministro de Educación.
Al frente de la cartera educativa fue designada Susana Decibe quien se convierte en la primera mujer que ocupa un ministerio durante el gobierno de Menem y la segunda en la historia argentina.
La funcionaria quien se desempeñaba como secretaria de Programación y Evaluación Educativa es militante peronista docente y socióloga.
Con el sorpresivo nombramiento de Rodríguez un hombre equidistante entre el ala política y el ala económica del Gobierno quedó desechada la posibilidad de que la Jefatura de Gabinete quedara en manos del ministro del Interior Carlos Corach como lo habían asegurado anteanoche altas fuentes de la Casa Rosada.
Al explicar las causas de su renuncia Bauzá -afectado por una hepatitis crónica- subrayó que su decisión fue el resultado de un estudio médico que le fue efectuado el 15 del actual. "Tenía que optar entre el cargo y la vida y opté por la vida" afirmó.
No obstante reveló que buscará ser senador nacional por Mendoza y ocupar la banca que dejó vacante José Octavio Bordón algo para lo cual existe consenso en el justicialismo de esa provincia.
Anoche durante una rueda de prensa en el Palacio Pizzurno Rodríguez confió que sólo se enteró de su designación segundos antes de que comenzara la reunión de gabinete y enfatizó: "Nunca soñé llegar a tanto".
Ratificó que mantendrá el equipo de colaboradores que tenía Bauzá en la Jefatura de Gabinete y respecto de Domingo Cavallo señaló que "cada ministro tiene una tarea específica pero Economía es el eje central y no hay que hacer contrapeso sino acompañar al conjunto de la conducción".
Repercusiones
Desde el oficialismo se insistió en que el cambio de hombres no implica modificaciones en la política vigente. El ministro de Economía Domingo Cavallo juzgó como "excelente" la designación de Rodríguez ya que fue "quien transformó la realidad educativa argentina".
En cambio dirigentes radicales consideraron que el Gobierno "perdió la brújula" y los frepasistas insinuaron que se busca quitarle envergadura política a la Jefatura de Gabinete.
El personaje en la noticia
Fiel a la cultura de la discreción
Estrategia: la actitud equidistante que el ministro de Educación mostró en las rencillas del gabinete fue su principal aliada para reemplazar a Bauzá.
La designación de Jorge Alberto Rodríguez para reemplazar a Bauzá sorprendió a propios y extraños en el Ministerio de Educación. Entre los que abrieron los ojos ante el anuncio de Menem en la tibia mañana de ayer en Olivos estaba el propio Rodríguez.
Lo que ocurre es que nadie esperaba cambios inminentes a pocos días de haber comenzado las clases y en momentos en que la reforma de los programas de enseñanza da no con pocos tropiezos sus primeros pasos.
Impulsor ferviente de la ley federal de educación cuyo debate legislativo piloteó en 1992 cuando ocupaba la presidencia de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados Rodríguez padeció también algunos sobresaltos durante su gestión en el Palacio Sarmiento adonde llegó en diciembre de ese año para suceder a Salonia.
Tímido reflexivo y a veces con un dejo de inseguridad Rodríguez prefirió no imprimirle cambios al amplio despacho que ocupaba su antecesor donde expandió sus libros dilectos que él mismo acomodó con sigilo en la biblioteca.
Peter Drucker una reciente publicación de Bill Gates un par de libros más y publicaciones educativas adornan su escritorio. Un señalador en cada uno explica su costumbre de leer varias cosas a la vez.
Rasgos que no se perdieron
La puntualidad la pasión por los mates amargos y la siesta son algunas de las costumbres que sobrevivieron al ritmo de la ciudad condiciones inculcadas por su madre una maestra rural de la localidad pampeana de Coronel Hilario Lagos lugar natal del ministro.
El madrugón fue el trago más amargo que debieron soportar sus colaboradores: antes de las siete daba los buenos días. Algunos sostienen que era exceso de responsabilidad otros lo califican como un adicto al trabajo ya que cuentan dejaba la sede de Pizzurno dos horas antes de la medianoche.
De su paso por el Parlamento conservó una franca relación con el jefe del bloque de diputados justicialistas Jorge Matzkin pampeano y justicialista como él.
"Un hombre muy reservado"
Una vez integrado al gabinete de Menem durante los tres años y tres meses de gestión al frente de la cartera educativa puso particular énfasis en evitar conflictos y enfrentamientos en el seno del Gobierno.
Mantuvo relaciones equidistantes con Bauzá y con sus pares los que lo consideran "muy reservado". Se mostró neutro en las rencillas que afloraron en el gabinete y provoca más simpatías que antipatías.
Nacido hace 51 años Rodríguez repartió sus pasiones entre la política y el estudio. Vinculó su militancia con la educación sin convertirse por ello en un especialista de corte académico y en sus años de estudiante militó en la JP.
En 1971 egresó de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UBA con el título de ingeniero agrónomo. Ante el impedimento de continuar con la actividad política por el derrocamiento de Isabel se trasladó en 1979 a los Estados Unidos donde obtuvo un master en ciencia en la Universidad de Nebraska.
Desde 1983 en funciones
En el retorno de la vida democrática al país acompañó al justicialista Rubén Marín en sus cuatro años de gobierno en La Pampa a partir de 1983 como subsecretario de Asuntos Agrarios. En 1987 asumió por dos años el Ministerio de Educación de su provincia natal cargo que abandonó en 1989 para postularse como diputado nacional tras la figura de Menem.
María Susana Pangallo es su mujer y el baluarte de la casa. Con ella tuvo dos hijos Paula de 18 y Pedro de 14. El varón comparte otra de las pasiones del funcionario: el fútbol. Es común verlos en la platea de Independiente en la que el ministro añora a su ídolo Ricardo Bochini.
Rockero empedernido aunque su apariencia no lo delate Rodríguez es un verdadero conocedor del pop y el heavy metal. La colección de discos compactos que secundan su equipo de audio ratifican que es uno de sus hobbies. Pasear del brazo de su esposa durante largas caminatas nocturnas e ir al cine son debilidades a las que prefiere no resistirse.
Controvertido final de gestión
Al debate sobre la aplicación de la reforma educativa sumó en el tramo final de su gestión el enfrentamiento con las universidades nacionales especialmente la UBA por impulsar la ley de educación superior.
Promovió así las reformas universitarias tendientes a autorizar el cobro de aranceles y apoya con insistencia al decano de la Facultad de Medicina Luis Ferreira en su afán por imponer un curso preuniversitario de ingreso al margen del Ciclo Básico Común (CBC).
Si la sanción de la ley universitaria significó para él un paso favorable en la encarnizada lucha política entablada entre el Gobierno y la UBA el camino judicial que se abrió a través de sucesivas acciones de amparo y apelaciones le borró muchas veces la característica sonrisa de sus labios y le hizo perder el equilibrio con los periodistas.
Ahora mientras el Gobierno espera que el expediente por la ley universitaria llegue finalmente a la Corte el ministro Rodríguez cambia de destino al tiempo que crecerá seguramente el poder de sus decisiones y sus influencias.
Por qué lo eligió Menem
La sorpresiva designación de Jorge Rodríguez en reemplazo de Eduardo Bauzá tiene para quienes conocen de cerca a Carlos Menem una clara explicación: apostó al equilibrio en el gabinete.
El nombramiento del actual ministro del Interior Carlos Corach uno de los nombres que sonó con más insistencia hubiese significado casi un un gesto provocativo hacia el titular de Economía Domingo Cavallo quien lo había criticado abiertamente en la reunión de gabinete que generó en la última crisis del Gobierno.
Pero a esta altura no son pocos los que se preguntan si realmente la designación de Corach estuvo alguna vez en el pensamiento de Menem o fue simplemente una expresión de deseos de Bauzá quien sí lo propuso como su sucesor.
Como contrapartida todo el equipo del jefe de Gabinete saliente permanecerá en sus funciones lo que parecería ratificar el bajo perfil político que mantendrá Rodríguez. Además a los pocos minutos de conocerse su nombramiento la versión que más circuló en Olivos es que se trata de un "gabinete de transición" hasta el 30 de junio.
En Balcarce 50 se comentó que cualquier controversia en el gabinete no tendrá intermediarios sino que será directamente con Menem.
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