Un encuentro con el nucleo duro del FPV, antes de ir a Tribunales
Instalada en el Instituto Patria, la ex presidenta habló con dirigentes y ex funcionarios
Tras su desembarco en Buenos Aires, la ex presidenta Cristina Kirchner volvió a la actividad política rodeada del núcleo más duro dentro del kirchnerismo. Ayer llegó al Instituto Patria, su bastión en la ciudad de Buenos Aires, a metros del Congreso, pasadas las 12.30 y se reunió en privado en la oficina que tiene allí con Oscar Parrilli , presidente del instituto, Teresa Parodi , secretaria general, y los diputados Eduardo "Wado" De Pedro, Martín Sabbatella , Andrés Larroque, Carlos Kunkel y Mara Brawer. También desfilaron por allí Carlos "Cuto" Moreno y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Patricio Mussi (Berazategui); con estos últimos tuvo reuniones particularmente largas, según pudo saber LA NACION. Hoy deberá presentarse en Tribunales para notificarse ante el juez Claudio Bonadio por la causa del dólar futuro.
Cristina llegó a Rodríguez Peña 80 acompañada por su secretario y su custodia y se retiró pasadas las 20. Su presencia en el Instituto Patria coincidió con la presentación de la revista Independencias, de la que participaron Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto . Si bien la ex presidenta no se reunió a solas con ellas, dialogaron unos minutos.
Afuera, desde las 16 (horario estimado que la ex mandataria finalizaría sus actividades) un centenar de personas esperaban su salida para saludarla. Hacia las 17.30 se cortó la calle y se escuchaban cantos en contra del gobierno de Mauricio Macri y reclamando el regreso de Cristina. Finalmente, pasadas las 20 y con una multitud más taciturna y algo aplacada por el frío, Cristina salió, saludó, recibió una carta de dos niñas que la esperaban en la puerta y se detuvo unos minutos a hablar con la prensa.
"Estuve trabajando. Recibí llamadas muy lindas: una de Rafael Correa , presidente de Ecuador, que llamó para solidarizarse con lo que es obvio que está pasando en la República Argentina, y también con Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, que me dio mucha fuerza", reveló la ex mandataria.
Rápidamente, criticó las políticas económicas del Gobierno. "Hablamos de facturas de luz, de gas, de agua, del transporte, de la inflación, la desocupación y de un acuerdo de paritarias como nunca se había visto en los últimos 12 años. Durante nuestro gobierno siempre se arregló paritarias por encima de la inflación y ahora son por la mitad y en cuotas" .
Luego, los cañones se enfilaron hacia los sindicalistas: "Los dirigentes sindicales siguen siendo los mismos y las paritarias no. Eso quiere decir que el mérito no fue tanto de ellos, sino de nuestro gobierno".
Cristina Kirchner también comparó el supuesto "arrepentimiento" que sienten los votantes de Cambiemos con el que sintieron los votantes luego de que ganara el sí por el Brexit en Inglaterra. "Mucha gente se dio cuenta después de votar de lo que había hecho; los hicieron pensar de una manera que va contra sus propios intereses", señaló.
El interrogante de cuál va a ser su rol, ahora desde la oposición, fue brevemente respondida y con pocas precisiones que dejaron con gusto a poco a quienes la esperaban afuera.
"Nadie elige el rol que tiene. Primero hay que sacarse de la boca el yo y cambiarlo por nosotros. Hasta que los argentinos no advirtamos que el país es una construcción colectiva y solidaria, vamos a seguir teniendo problemas".
Finalmente, la ex presidenta se solidarizó con los trabajadores de Tiempo Argentino, luego de que una patota destrozara su redacción anteayer. "Me hizo revivir momentos de cuando era joven, en 1975; la gente se tuvo que ir del país, otros perdieron la vida y también era un momento en el que había democracia. Espero que las autoridades investiguen y sancionen".
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