Un conflicto repetido, ahora en medio de la campaña y la recesión
La Ctera, la confederación docente de mayor representatividad en el país, anunciará hoy un paro que minará cualquier posibilidad de comenzar el ciclo lectivo el miércoles próximo. El rechazo de ayer de los gremios bonaerenses a la oferta salarial de María Eugenia Vidal es parte del mismo desafío. Confluyen en esta cruzada Sonia Alesso y Roberto Baradel, señalados desde el macrismo como adherentes a Cristina Kirchner .
El Gobierno, tanto a nivel nacional como provincial, explora atajos para intentar agrietar el frente sindical de maestros. El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro , excluyó en reiteradas oportunidades a la Ctera de una negociación con los otros gremios de alcance nacional para adelantar a marzo el 7% que resta del aumento del salario mínimo, vital y móvil, que sirve de referencia para el sueldo inicial de los maestros desde que la Casa Rosada eliminó la paritaria nacional docente.
El salario mínimo está previsto que llegue a $12.500 en junio. Un 20 por ciento sobre ese monto es el básico del docente. Con la economía en caída, la inflación aún sin domar y con el plan de ajuste a mitad de camino, el adelantamiento de cuotas es una de las pocas cartas en mano que Finocchiaro está habilitado a jugar. No mucho más. El adelantamiento se concretó hoy.
Con esta maniobra, la Casa Rosada buscará deslegitimar el reclamo de la Ctera, que exige reactivar una mesa de negociación nacional con el fin de evitar la brecha salarial que se da hoy entre algunos distritos. La paritaria nacional docente solía ser una referencia para las provincias y hasta llegó a fijar la pauta salarial de referencia para otros sectores.
Un informe reciente producido por la Universidad Pedagógica Nacional, sobre la base de estadísticas del Indec y del Ministerio de Educación, señaló que el salario docente perdió 15 por ciento de poder adquisitivo entre septiembre de 2017 y el mismo mes de 2018. El sociólogo Leandro Bottinelli, que participó de la elaboración del relevamiento, agregó en Twitter que en 2018 solo cuatro de las 24 provincias lograron pagar un salario al maestro de grado que fuera superior al precio de la canasta básica que usa el Indec para medir la pobreza. Y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ubicó los salarios de los docentes argentinos entre los más bajos del mundo: penúltimo en un ranking de 37 países.
Las estadísticas a veces son irrefutables, aunque son aún más duras cuando chocan con la realidad. La economía cayó 2,6% en 2018 y las proyecciones de crecimiento se vislumbran en un horizonte lejano. La fugaz estabilidad cambiaria no logró calmar la inflación, que podría cerrar febrero por encima del 2,9% que registró en enero. El 47,6% de 2018 fue la marca inflacionaria más alta en los últimos 27 años. Fue también una cifra imposible de alcanzar para cualquier paritaria, sea pública o privada. El arrastre de ese número es hoy un obstáculo para avanzar en el acuerdo con los docentes. Antes de negociar 2019, se pretende recuperar lo perdido en 2018.
En el laboratorio electoral oficialista identificaron a Baradel como el rival ideal para levantar a Vidal en las encuestas. "Es el Aníbal Fernández de 2015", comparó un asesor de la gobernadora. Sin embargo, en los focus groups comenzó a encenderse una luz de alerta: cada vez son más las personas que emparentan la gestión provincial con el conflicto docente. No es bueno para ningún político que la primera asociación del hombre cualquiera sea con un problema. En esta lógica se entiende la rápida solución que buscó Vidal al ofertar un aumento salarial que se ajuste trimestralmente de acuerdo con la inflación y reconocer un 5% de lo perdido en 2018. La oferta es hoy rechazada por Baradel y Mirta Petrocini, de la FEB, pero evaluada con otros ojos por el resto de los integrantes del frente gremial docente bonaerense. Las diferencias podrían acentuarse si el conflicto se extendiera. Hasta podría aislar a Baradel, según pronosticó un dirigente sindical del sector.
Al margen de la pulseada docente , pero como parte del mismo conflicto, la CGT romperá hoy su letargo y reunirá a su consejo directivo después de casi 100 días sin deliberaciones. Bajó la persiana de 2018 en noviembre, después de pactar con el Gobierno y los empresarios el pago de un bono de $5000 para compensar la inflación y la devaluación del peso. Desde entonces, hubo tibios mensajes por carta para exigir una mejora en el salario mínimo y rechazar cualquier intento de reforma de la ley laboral. Hoy, presionada por los sectores más díscolos, la central peronista pondrá en debate lo que sería el quinto paro general contra la gestión de Macri. La huelga ya se comenzó a gestar y hasta se evalúa activarla en abril. Otro clásico de los años electorales .