Un caso parecido, una década atrás
Fue durante su gestión como gobernador Un manual de historia con 17 fotos de Rodríguez Saá había sido declarado obligatorio en los colegios de San Luis Cuando trascendió el hecho se dio marcha atrás Idénticas explicaciones
Adolfo Rodríguez Saá soportó en 1992 duras críticas de los medios nacionales cuando se descubrió que el gobierno de San Luis había decretado la obligatoriedad de usar en las escuelas de la provincia un manual de historia que contenía 17 fotos del entonces gobernador y ahora precandidato presidencial.
"Si en los textos se hace apología de mi persona es problema del autor intelectual de los libros, no del gobierno", respondió el 8 de marzo, tras considerar como "un error" que se hubiera exigido emplear ese texto en las clases.
El argumento parece calcado, 10 años después. Al ser consultado sobre el concurso fomentado por autoridades provinciales para que los niños retraten y expongan cómo ven su figura, Rodríguez Saá negó que el gobierno puntano hubiera realizado la convocatoria y dijo que fue responsabilidad de la Juventud Peronista.
El escándalo del manual de historia ubicó la figura de Rodríguez Saá en las portadas de casi todos los diarios de Buenos Aires por primera vez, pese a que llevaba casi una década en el gobierno provincial. Fue un año antes de que protagonizara un secuestro que conmocionó a la opinión pública.
El gremio docente de la provincia y algunas asociaciones de padres habían instalado el tema, cuando denunciaron que se obligaba a los alumnos a estudiar historia con el libro "San Luis, sus hombres, su historia y su cultura", escrito por Enrique Pavón Pereyra, que fue biógrafo de Juan Domingo Perón.
El manual de historia incluía 17 fotos de Rodríguez Saá, tres de Perón y dos del entonces presidente Carlos Menem, según reflejan las crónicas de esos días.
Los docentes y los padres denunciaron una maniobra de "adoctrinamiento infantil", que rápidamente trascendió en el orden nacional.
Réplica
La respuesta de Rodríguez Saá no fue inmediata. Pero tras varios días de incertidumbre, admitió en una conferencia de prensa en Mendoza que se había tratado de "un error" decretar la obligatoriedad.
"Esta decisión es inaceptable. Así que, advertidos del error, lo corregiremos en forma inmediata", puntualizó.
También destacó que los manuales de historia y de geografía deben ser de "uso libre y optativo" y no "obligatorios".
Pero después de reconocer fallas de su administración cargó las tintas sobre Pavón Pereyra. "Yo no voy a censurar al autor del libro. El es el autor intelectual de todo lo que allí se escribe", indicó.
En aquella época se lo comparó con Perón, al recordar los libros de lectura de los años 40 y 50, llenos de alusiones al ex presidente y a su esposa Eva.
"El gobierno de la provincia no autoriza ni desautoriza libros. Eso no está para nada entre sus facultades", dijo, para reafirmar su decisión de terminar con la polémica.
"El pueblo de San Luis es un pueblo culto, que formó miles y miles de maestros que salieron a enseñar cultura por toda la República Argentina, y entonces tiene facultad para discernir textos de historias", concluyó.