Un camarista federal denunció que Cristina Kirchner es víctima de lawfare y de violencia de género
Roberto Boico habló sobre el intento de construir una imagen de “delincuente” de la vicepresidenta; también aludió a una “situación de odio” contra ella que, opinó, rompe con “algunos postulados de la igualdad de género”
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LA NACION
En una conferencia organizada por el Grupo Prerrogativas, espacio brasileño de visión progresista, el camarista Roberto Boico hizo alusión a la figura de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la vinculó no solo con el lawfare, sino que también con la violencia de género.
Para él, hay un “ensañamiento particular” contra la expresidenta, y subrayó: “Existe una situación de odio que afecta algunos postulados básicos de igualdad de género que están absolutamente violados en esa consideración hacia Cristina”.
Boico inició su aporte a la videoconferencia retrotrayéndose a una audiencia en la que participó Fernández de Kirchner por la causa “Dólar Futuro”. Según señaló, allí la vicepresidenta “se defendió de un temario no concebido por ley, un fenómeno nuevo”.
El camarista insistió en que tampoco se trató de un discurso político. Una vez hecha la aclaración, procedió a definir el término lawfare. “Es la construcción de un delincuente enlazado a temas de corrupción”, sintetizó en primera instancia. Luego, lo redefinió como “una forma de ejercer disciplinamiento político”, y consideró: “Lo que hace es tratar de criminalizar al que tuvo poder y se lo somete a este tipo de procesos judiciales”.
Tal como puntualizó poco después, no se trata del único tipo de lawfare existente, sino que hay de otras clases, como el que -dijo- ocurre en el Poder Legislativo. “Es posible dictar leyes que puedan facilitar el camino para, además, generar más lawfare y la persecución de políticos”, denunció. Al momento de ejemplificar, Boico mencionó la ley del arrepentido, legislación que reduce las penas de aquellos que cooperen con datos a investigaciones criminales.
A simple vista, dijo que esto “puede ser considerado un elemento inofensivo”. Sin embargo, precisó que “en malas manos, termina siendo una herramienta de persecución atroz”. “Si llega a jueces, fiscales y periodismo peligroso, puede generar desastres y la Argentina los ha generado”, acotó.
El exabogado de la vicepresidenta resaltó que la mayoría de medidas vinculadas con esta práctica se hacen bajo el pretexto de la “lucha contra la corrupción”, la cual sería solo una fachada. “En honor a esta lucha se producen los mayores quiebre y violaciones del estado de derecho”, clamó. Y añadió: “Se dan a sí mismos un semáforo verde, vía libre para hacer de la ley lo que yo quiera”.
En relación a esto, evocó la iniciativa ficha limpia y, al respecto, explicó que “en la Argentina es muy fácil iniciar una causa penal”. A su parecer, entonces, no tendría sentido aplicar un proyecto de esta índole. “Te presentás en Tribunales y se inicia el proceso de investigación. No es necesario iniciar una persecución para la saludable idea de candidatos limpios”, opinó Boico.
En los últimos tramos de su exposición, se pronunció sobre la Justicia, a la cual caracterizó como “un problema urgente de abordar”, y opinó: “Hay una cultura jurídica de privilegios, de lejanía con la sociedad. Es el pueblo quien tiene que poder participar en la administración de Justicia”.
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