Un acuerdo opositor deja al oficialismo afuera de la Auditoría General de la Nación
Los bloques dialoguistas confirmaron su apoyo al radical Mario Negri, quien suma el respaldo de Unión por la Patria; el bloque Pro designó a Jorge Triaca, con apoyo de Pichetto
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LA NACION
Contrario a sus aspiraciones, el Gobierno se quedará sin un lugar en la estratégica Auditoría General de la Nación (AGN), el organismo que asiste al Congreso en el control externo de la administración pública nacional. Los bloques de la oposición cerraron este jueves por la tarde los acuerdos para que Mario Negri, exdiputado de la UCR, ocupe una de las tres vacantes que le corresponden a la Cámara baja en el colegio de auditores, la cual también es pretendida por los libertarios.
Los bloques dialoguistas –Pro, UCR, Hacemos Coalición Federal y la Coalición Cívica– solicitarán este lunes al presidente del cuerpo, Martín Menem, que en la sesión del miércoles próximo se voten los nuevos nombramientos para la AGN: Negri por la UCR, Jorge Triaca por Pro y el candidato que designe Unión por la Patria.
De cristalizarse este acuerdo, será un duro revés para Menem y su bloque libertario, ya que no podrían reunir el número de votos suficientes para ungir a un dirigente propio –se menciona a Santiago Viola, apoderado del partido– como futuro auditor. El riojano insiste en que a su bancada le corresponde un lugar en su condición de oficialista y segunda minoría en el cuerpo.
Si bien la Constitución manda a sancionar una ley que reglamente el funcionamiento de la AGN, esa norma aún está pendiente, por lo que los criterios para definir la integración del organismo varían según los acuerdos políticos que tejan los espacios con representación legislativa. Es así como Negri, si bien es propuesto por la cuarta minoría en la cámara –la UCR–, se aseguraría una silla en la Auditoría gracias al apoyo de Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica e Innovación Federal. Ese respaldo quedó formalizado en una nota que presentó esta tarde la vicejefa del bloque radical, Karina Banfi, una de las arquitectas de este acuerdo.
Negri cuenta, además, con el respaldo tácito de Unión por la Patria y sus 99 integrantes. Sin este apoyo, el radicalismo difícilmente podría acceder a un lugar en la AGN. ¿Qué obtiene a cambio la bancada que preside Germán Martínez? Que el radicalismo, en la votación, no solo ratifique que uno de los lugares le corresponde a Unión por la Patria, sino también que este bloque pueda hacer reserva del nombre del candidato hasta que Cristina Kirchner y Sergio Massa lo resuelvan.
Los nombres que barajan en el peronismo son muchos. Guillermo Michel, extitular de la Aduana, es el candidato del massismo. Lo apoyan muchos referentes provinciales que pretenden hacerle frente a la avanzada de La Cámpora, que impulsa a Juan Forlón, exdirector del Banco Nación y amigo de Máximo Kirchner, en el consejo de auditores. Con menor intensidad, también surgieron los nombres del exgobernador del Chaco Jorge “Coqui” Capitanich; el exsenador riojano Jorge Yoma; y el exjuez de la Corte de Santiago del Estero Carlos Lugones.
Martínez no disimula su ansiedad por el tiempo que se toman los líderes de su espacio para definir esta cuestión. Ya se escuchan voces en el oficialismo que deslizan que si Unión por la Patria no concreta la designación la semana próxima, el lugar vacante les correspondería a los libertarios. Está claro que al oficialismo le importa –y mucho– asegurarse un lugar en la AGN aunque en voz alta intenten restarle importancia. “Es un cargo político poco relevante”, minimizan.
En sus actitudes, sin embargo, demuestran lo contrario. En la tarde de ayer hicieron trascender que boicotearán la postulación de Negri en el recinto. En el radicalismo sostienen, empero, que la contienda ya está saldada a favor de su candidato y, por las dudas, presentaron la nota de respaldo de los distintos bloques, mientras Negri y Banfi terminaban de anudar los acuerdos con Unión por la Patria.
En paralelo, el jefe de la bancada de Pro, Cristian Ritondo, hizo lo propio y presentó formalmente la propuesta de designación de Triaca. La nota lleva la firma de Miguel Pichetto, jefe de bloque de Hacemos Coalición Federal; con este respaldo, el macrismo se asegura su lugar en la AGN. Mejor curarse en salud: no vaya a ser que los libertarios, tras haber perdido terreno frente al radicalismo y sus aliados, pretendan apropiarse de esa vacante, deslizan, desconfiados, en la bancada amarilla.
Con los nuevos nombramientos, la oposición consolidaría su mayoría en el principal organismo de control de la administración pública. En efecto, el espacio peronista-kirchnerista tendría asegurados cuatro de los siete miembros: su presidente, Juan Manuel Olmos; los auditores Javier Fernández y Graciela De la Rosa –que representan al Senado y cuyos mandatos vencen recién en dos años–, más el representante que designe el bloque de diputados de Unión por la Patria. A ellos se suman el radical Alejandro Nieva –es el tercer representante de la Cámara alta– y Negri, si finalmente es votado el próximo miércoles en el recinto. El único representante más cercano al oficialismo, por su pertenencia a Pro, sería Triaca, un hombre que responde al expresidente Mauricio Macri. El aliado más crítico de los libertarios.
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