Ultimátum de los movimientos piqueteros oficialistas al gobierno de Alberto Fernández
En el día en que juró la nueva ministra de Desarrollo Social, el líder piquetero Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, exigió al Presidente que cumpla con medidas comprometidas; diferencias con el sector de Grabois
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A la presión creciente de los aliados sindicales, el Gobierno enfrenta ahora el ultimatum de los movimientos sociales oficialistas, que en un desafío público exigieron medidas al presidente Alberto Fernández para paliar los efectos de la crisis.
Los reclamos dividen, a la vez, a los diferentes grupos piqueteros del oficialismo y dibujan un fuerte tironeo que tiene en tensión a la Casa Rosada.
“Sigue habiendo una deuda enorme del Gobierno con la economía popular”, expresó ayer Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, la agrupación que maneja la mayor cantidad de planes sociales.
La frase de Pérsico fue lanzada momentos después de que jurara Victoria Tolosa Paz al frente del ministerio de Desarrollo Social, donde Pérsico ejerce como el funcionario más poderoso.
Durante el acto, Fernández le dedicó un mensaje a Pérsico cuando en su discurso dijo: “me alegra mucho verlos juntos a los dirigentes gremiales y también a Emilio (Pérsico) como parte de las organizaciones sociales. Todos unidos porque la Argentina nos necesita”.
La presión de Pérsico sumó tensión en las últimas horas en el frente interno de Alberto Fernández, porque el Movimiento Evita es el principal soporte territorial presidencial.
Las declaraciones de Pérsico se suman, además, a que el mandatario no está invitado este lunes al acto que la agrupación prepara en La Matanza, por el Día de la Lealtad.
Desde el Movimiento Evita reforzaron el reclamo y en diálogo con LA NACION argumentaron que Pérsico expresó " “enojo” y “hastío” ante “la falta de cumplimiento” de promesas que se habían acordado con Alberto Fernández. “Se discuten paritarias pero eso es para una minoría”, agregaron y aludieron a los millones de trabajadores que no acceden al beneficio por estar en el mercado informal. “Esta semana iban a haber anuncios y no los hubo”, agregaron como uno de los detonantes de las expresiones de Pérsico.
En ese sentido aludieron a la reunión realizada el primer fin de semana de octubre, cuando Fernández recibió a Sergio Massa, Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, el otro hombre fuerte del Movimiento Evita y miembros del Gabinete, además de funcionarios nacionales.
Allí se acordó medidas para las cooperativas que integran los movimientos sociales.
Lo definido en la reunión, que se realizó en la quinta presidencial de Olivos, se suponía que iba a ser anunciado esta semana.
Sin embargo, no hubo ningun anuncio.
En Olivos se habían acordado medidas para integrar a las cooperativas a la obra pública y para fortalecer los emprendimientos de producción de alimentos, además de un nuevo monotributo para darle formalidad al sector, informaron desde el Movimiento Evita a LA NACION.
A ese planteo se suman también las diferencias internas en el oficialismo sobre la forma de contener a los sectores más castigados.
El kirchnerismo reclama bajar dinero fresco y sin escalas a los bolsillos de los sectores más vulnerables, que engrosaron el índice de indigencia por la inflación. La mayor presión del kirchnerismo apunta a poner en marcha un bono financiado con la recaudación del dólar soja.
La medida, que es impulsada por el sector liderado por Juan Grabois, divide a los movimientos sociales oficialistas.
Desde el Movimiento Evita aseguraron que “no creen en los bonos o en el dinero dado porque sí” e insisten en el paquete de medidas para promover la mejora en las condiciones de la economía popular.
Alberto Fernández debe entonces terciar entre el sector de Grabois, que respalda Cristina Kirchner, y el Movimiento Evita, que fue el principal sostén de Fernández.
“Que se haga cargo de la parte que le toca como funcionario”, replicaron con dureza a Pérsico, que es secretario de Economía Social del ministerio encabezado por Tolosa Paz.
En sus declaraciones, Pérsico también argumentó que hay más trabajadores en negro que registrados en el sector privado y que por eso porque “la mitad de la economía y los trabajadores no están registrados, no sabemos qué están haciendo y debería haber una política programada para ellos”.
Y agregó: “estamos en una Argentina pre-peronista: solo tenemos el 20% de los trabajadores privados registrados”.
Además, Pérsico trazó diferencias con los trabajadores registrados, que son representados por el movimiento sindical.
“Los trabajadores de la economía popular, que son la mayoría de los trabajadores de la Argentina, no tienen estas ventajas. Todavía no han sido reconocidos por el Gobierno. La no registración los lleva a que todavía no tengan un andamiaje de defensa. El subsidio no es una defensa porque se lo come enseguida la inflación. Es apenas un paliativo”, aseveró.
E insistió en que “hace rato estamos planteando distintas políticas avanzar en la registración de los trabajadores. Y en el reconocimiento de la economía popular también como parte de la economía de la Argentina. Todavía esto no se ha producido. Espero que avancemos en lo que nos queda del Gobierno en esa dirección”.
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