Turquía, un desafío político para Cristina

ANKARA.- Temperaturas muy bajas -cercanas a los 0 grados- y las notas de "No llores por mí, Argentina" que sonaron en el lujoso Hotel Sheraton de esta ciudad recibieron anoche a Cristina Kirchner en Turquía, última etapa de su gira.

La Presidenta buscará relanzar desde hoy la relación bilateral con este país pujante, moderno y secular, que tiene la economía de más rápido crecimiento de Europa desde hace dos años.

Hoy, en la jornada más política de este gira, la mandataria no sólo se reunirá con el presidente de esta nación considerada un puente entre Oriente y Occidente, de mayoría musulmana, pero con una sociedad profundamente laica, de 75,8 millones de habitantes, Abdullah Gul, sino también con el influyente primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

Estos encuentros servirán para superar el cortocircuito de fines de mayo pasado, cuando Erdogan canceló una visita oficial a nuestro país después de que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires anuló el permiso para levantar un busto en honor al líder nacionalista Kemal Ataturk, el fundador de la república moderna y secular de Turquía, que aquí es un verdadero héroe nacional. Entonces, el gobierno turco hizo público su desagrado por la decisión de la administración de Mauricio Macri y responsabilizó a la oposición de la comunidad armenia en la Argentina, que consideró "vergonzante el intento de inaugurar un busto del genocida turco Mustafá Kemal Ataturk".

La Presidenta deberá sacar afuera sus mejores dotes de equilibrista si llega a tocar hoy este asunto, que es de extrema sensibilidad para los turcos. Turquía niega sistemáticamente el genocidio armenio y alega que también los armenios mataron a miles de musulmanes a inicios del siglo XX. La Argentina, en cambio, como muchos otros países, más de una vez ha repudiado ese hecho.

Se descuenta, de todos modos, que para relanzar una relación que se remonta a 1910 y que cobró impulso cuando el ex presidente Carlos Menem viajó a este país en 1992, las conversaciones girarán más bien en torno a las coincidencias.

Cristina Kirchner comenzará la jornada en esta ciudad, la segunda más grande de Turquía, con 4,5 millones de habitantes, con la visita y la colocación de una ofrenda floral en el imponente mausoleo que se levanta en esta ciudad en homenaje a Ataturk.

Más tarde, a las 11 hora local (las 6 en la Argentina), será recibida por Gul en el Palacio Presidencial, con quien hará una declaración conjunta. El canciller Héctor Timerman, por su parte, firmará con su par turco una serie de acuerdos para potenciar la relación bilateral.

Después de almorzar en el hotel -donde se aloja gran parte de la comitiva-, será recibida por el premier Erdogan en el Palacio Presidencial, donde por la noche será agasajada con una cena de gala. Tras ello partirá hacia Estambul, la capital económica y mediática de Turquía (se editan 40 diarios), última etapa de su viaje. En la mágica ciudad sobre el mar de Mármara, que tiene una parte que se levanta en Europa y otra en Asia, como sucedió en Kuwait y en Qatar, la Presidenta volverá a intentar "vender" las bondades de la Argentina para atraer inversiones. Mantendrá una ronda de encuentros con empresarios, con el fin de relanzar el comercio exterior, que bajó de US$ 518 millones en 2008 a US$ 183 millones en 2009.

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