Trastienda: la frialdad entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y el mensaje para el día después de las elecciones
El Presidente y la vice volvieron a mostrarse en público después de 42 días; la unidad, clave para afrontar los dos años de mandato
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Alberto Fernández se fundió en un abrazo con Axel Kicillof. Lo mismo repitió con Victoria Tolosa y Sergio Massa, pero cuando se acercó a Cristina Kirchner solo se encontró con su nuca; ella nunca giró para verlo. No hubo felicitación, tampoco un saludo. Ni siquiera le extendió su puño, como hizo con la principal candidata del espacio. Pero el Presidente no perdió el tiempo, giró sobre su eje y se dedicó a saludar y responder a la gente que se agolpó frente al escenario.
La frialdad de la relación entre el jefe del Estado y la vicepresidenta quedó expuesta con total claridad en el cierre de campaña del Frente de Todos, pese a los esfuerzos que hizo el mandatario durante su discurso para disimularlo.
Sin hablar y con escaso movimiento ya que aún se recupera de la intervención a la que fue sometida la última semana, como sucede en cada acto del que participa, la vicepresidenta fue la dirigente más celebrada. El “Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación” incluso interrumpió las palabras de Alberto Fernández y Tolosa Paz. Fueron 42 los días que pasaron desde la última vez en que habían compartido un acto.
Es por eso que la presentación de Fernández se posó sobre lo que vendrá a partir del domingo, la segunda fase de la gestión. El Presidente cree que no hay espacio para otra crisis política como la que ocurrió después de la derrota en las PASO. Lo mismo piensan Cristina Kirchner y su hijo, Máximo. “Lo primero, y no tenemos que olvidarnos, es mantenernos unidos”, resaltó el Presidente en un guiño dirigido hacia el interior del Frente de Todos.
En un medio de un sinfín de especulaciones sobre lo que podría ocurrir el día después de la elección, el jefe del Estado sostuvo que seguirá “trabajando por esa unidad”. La presencia de la expresidenta en el escenario fue leída por fuentes de la Casa Rosada como una señal en ese sentido. Pese a las diferencias, al menos en la próxima etapa, no hay espacio para una ruptura.
En la antesala de lo que asoma como una probable derrota el domingo, sin el clima que suele rodear este tipo de presentaciones –en Merlo hubo unas 8000 personas y ausencias notorias como la militancia de La Cámpora y la CGT–, el Presidente y los principales protagonistas del oficialismo no ahorraron críticas para la oposición, en particular sobre Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, y le pidieron a la militancia aprovechar estos días que restan antes de la elección para salir a “convencer puerta por puerta”.
Después de hacer un repaso de las medidas que tomó durante los primeros dos años de mandato, el Presidente repitió que los problemas que atraviesa la Argentina son por culpa de la pandemia.
“No me ha dejado hacer las cosas ni del modo ni a la velocidad que yo quería. No hemos podido no por incapaces; el mundo no ha podido, la pandemia nos ha condicionado”, sostuvo Fernández, desde el mismo escenario desde donde hicieron la presentación en sociedad de la fórmula presidencial con Cristina Kirchner, el Parque Municipal Néstor Kirchner, obra del intendente Gustavo Menéndez, quien ofició de maestro de ceremonia.
Cuando restan tres días para las elecciones legislativas, el Presidente también volvió sobre un tema recurrente, la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En este punto, volvió a aprovechar la oportunidad para marcar sus diferencias con su antecesor.
“Claro que lo tenemos que resolver, pero les digo: no lo voy a resolver en cinco minutos porque quien hace eso es porque le dio la razón al FMI en todo lo que pide. Y la razón yo se la doy a ustedes, no al Fondo. Me tomaré el tiempo que haga falta para encontrar un mejor acuerdo”, manifestó en una clara referencia al expresidente Macri.
Pero el más duro fue Kicillof. El mandatario provincial calificó al gobierno de Macri como una “peste”, volvió a cargar contra los medios de comunicación y tras las críticas que recibió después de la muerte de Roberto Sabo en La Matanza defendió la política de seguridad que lidera Sergio Berni.
“La campaña de odio, la campaña violenta, se extendió estos días a la cuestión de la inseguridad. Miren que el tema de la inseguridad es un tema grave: cada pérdida y cada robo nos llenan de dolor. Más allá de eso, tratan de lucrar con el dolor, con esa angustia, con la tragedia de familias argentinas. Nunca, los que formamos el arco popular, vamos a caer tan bajo como para lucrar con el dolor del otro”, señaló Kicillof, respecto a las movilizaciones a raíz del asesinato del kiosquero en Ramos Mejía.
Y agregó: “Las estadísticas no solucionan los problemas. Cuando se mira los números, en el último tiempo ha bajado 25% la tasa de delitos evitables y en la etapa anterior subió 83%. Me parece que hay que ser muy atrevido para tratar de dar cátedra del tema, como lo hace el candidato Santilli, que es el responsable de la seguridad en la ciudad de Buenos Aires”.
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