Alberto Fernández se recluyó en Olivos para monitorear una nueva jornada turbulenta de la economía
Desde temprano mantuvo conversaciones con Guzmán y Pesce; tranquilidad por el resultado de la licitación por 240.000 millones de pesos; el Presidente arribó esta mañana de Munich tras participar de la cumbre y realizar de una serie de bilaterales
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Recluido en la quinta presidencial de Olivos, Alberto Fernández siguió de cerca una nueva jornada turbulenta de los mercados. El Presidente estuvo todo el día en comunicación con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Recién por la tarde, una vez que se confirmó que la licitación cumplió el objetivo, respiró con cierto alivio.
Urgido por la crisis, el jefe del Estado adelantó su regreso de Alemania, donde participó de la cumbre del G7. En principio estaba pautado su regreso para esta noche, pero las tensiones internas anticiparon el despegue. Apenas minutos después de las 8 de la mañana, el avión de Aerolíneas Argentinas que trajo de regreso piso suelo argentino.
Desde ese momento se trasladó a la residencia oficial, desde donde siguió con atención los movimientos del dólar que, por la crisis de deuda en pesos y las medidas que ampliaron el cepo a las importaciones, llevaron el dólar paralelo y el resto de los tipos de cambios financieros a marcar récords nominales históricos. En la city porteña el dólar blue se llegó a vender a $239 y cerró en $232. Además, el riesgo país superó los 2500 puntos.
En medio de un escenario agitado, Guzmán pasó una dura prueba y renovó los vencimientos por unos $240.000 millones, la gran mayoría en manos de entidades privadas.
Lejos de los ruidos y las especulaciones, Guzmán mantuvo su agenda –habló con el mandatario y Pesce–, que incluyó una reunión con las autoridades del Banco Mundial. Pese a los cuestionamientos, el Presidente no cederá a las pretensiones, especialmente de la vicepresidenta Cristina Kirchner. El titular del Palacio de Hacienda está firme en su cargo.
“Las medidas que se anunciaron ayer tardan en generar resultados”, dijeron fuentes oficiales. De hecho, fuentes del gobierno nacional resaltaron que el Banco Central se alzó con US$150 millones. Uno de los efectos buscados por cambios dispuestos en la normativa cambiaria.
Así fue el recibimiento que tuvo el Presidente tras un periplo por Alemania, a la que llegó invitado por el canciller Olaf Scholz. Allí, además de intervenir en los plenarios y emitir dos discursos, Fernández sumó una serie de bilaterales con los primeros ministros de Inglaterra, Italia e India, además de con Scholz, y representantes europeos. Todo en unas 30 horas fuera de la escena local, atravesada por las internas y los graves problemas económicos, a las que volvió Fernández tras su paso por tierras germanas.
El Presidente y el resto de la comitiva, en la que estuvo Sergio Massa, regresaron al país con la certeza de que la guerra en Ucrania continuará. Ese fue el mensaje que bajaron Scholz, Emmanuel Macron, Kristalina Georgieva, Mario Draghi y Boris Jhonson, entre otros. En este escenario, se presentaron varias oportunidades para nuestro país. El canciller alemán se mostró interesado en avanzar en acuerdos energéticos y Draghi se mostró muy interesado en Vaca Muerta, según confiaron fuentes oficiales.
Tras la jornada de trabajo y previo a subirse al avión, Fernández participó de la cena para jefes de Estado en castillo de Elmau, donde se realizó la Cumbre. Allí el mandatario charló con Macron. “Hablaron mucho. Tocaron todos los temas”, afirmaron cerca de Fernández.
Después de esa charla se sumó Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos y charlaron sobre la guerra en Ucrania, principal tema de preocupación del encuentro de este año de los siete líderes mundiales: Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, Italia y Japón. También de los invitados, Argentina, India, Indonesia, Senegal, Sudáfrica y Ucrania.
Cerca de Fernández explicaron que luego se sumó Scholz y siguieron dialogando sobre la guerra, en el que la avanzada de Rusia sobre Ucrania ya lleva cuatro meses.
El mandatario también dialogó durante la cena con Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional estadounidense, quien según detallaron, “le agradeció la presencia en la Cumbre de Los Ángeles”, a la que Fernández concurrió a comienzos de este mes. El funcionario de Joe Biden también le hizo saber a Fernández que “ya estaba todo ordenado” para su visita el próximo 25 de julio a Washington, donde tendrá una bilateral con Biden, y que “estaban ordenando la agenda para avanzar en cosas concretas que nosotros le planteamos”, dijeron cerca del presidente argentino.
También, durante la cena, Fernández dialogó con la primera dama francesa, Brigitte Macron, de temas familiares, “Fabiola y fundamentalmente Francisco”, detallaban. Y también del plan de salud mental post pandemia que impulsa el gobierno. “Se mostró muy interesada en el tema”, aseguraban tras lo que acotaban que Fernández también estuvo rato charlando con Draghi, primer ministro italiano. “Siguieron en la misma sintonía de la bilateral”, afirmaron.
En el Gobierno había satisfacción por la gira y la “agenda internacional” que Fernández lleva en el último tiempo y por estas horas en Alemania en particular. En tanto afirmaban que las preocupaciones que trae el mandatario tienen que ver con la guerra y la percepción de los líderes del G-7 “que no ven una salida. Ven que esto se va a extender y no para pronto. Además, ven que la única salida es fortalecer a Ucrania y que gane Ucrania”. Allí, cerca del mandatario distinguen su postura, que se basa en la necesidad de buscar una salida dialogada del conflicto, a la que aseguran, adhieren Scholz y Macron. “No es que hay que expulsar a Rusia, hay que sentarla a dialogar”, insisten.
En el balance de las bilaterales, en la comitiva también evaluaban como “muy fuerte” lo que pasó con el primer ministro británico Boris Johnson, y el contrapunto por el tema Malvinas. Así como aseguran que “con Macron y Draghi se avanzaron en acuerdos” y valoraban que Fernández tuvo también espacio para charlar con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
Entre lo positivo también resaltaban que el mandatario pudo plantear el tema de los DEG’s y que Europa “antes hablaba de África y ahora mira también a Latinoamérica”.
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