Tras las críticas de Cristina, el kirchnerismo y el Movimiento Evita se reunieron para bajar las tensiones
De Pedro e Insaurralde conversaron con el “Chino” Navarro; pese a ello, no creen que el vínculo “mejore” y aseguran que seguirán las diferencias “estructurales” por el manejo de los planes sociales
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Días después de las fuertes críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner a la “tercerización” de los planes sociales, y con la intención de bajar decibeles en una confrontación que se hizo directa y con munición gruesa, dirigentes del cristinismo y del Movimiento Evita sostuvieron distintos contactos, telefónicos y personales, en los últimos días.
Según pudo confirmar LA NACION, Eduardo “Wado” De Pedro, ministro del Interior y militante camporista, conversó al menos dos veces con el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, dirigente del Movimiento Evita y uno de los que respondió de manera directa las críticas de la vicepresidenta. Ayer, quienes dialogaron fueron el mismo Navarro y Martín Insaurralde, ministro bonaerense de Axel Kicillof y cercano al diputado Máximo Kirchner. Algunas versiones daban cuenta, además, de una reunión tripartita el jueves entre el expresidente del bloque del Frente de Todos, De Pedro y Navarro, pero cerca de dos de los tres protagonistas prefirieron no confirmar el dato.
“Cristina dio la discusión porque tiene espaldas para hacerlo. No sé si otro de nosotros hubiera hablado en esos términos”, afirmaron desde una oficina cercana al cristinismo. De todos modos, hubo conciencia desde ambos lados en la necesidad de “aquietar aguas” en un entuerto que había llegado, a juicio de los protagonistas, demasiado lejos.
De todos modos, y más allá de las buenas intenciones, desde el cristinismo bajaban también las expectativas de una reconciliación total entre La Cámpora y el Movimiento Evita, hoy por hoy uno de los principales sostenes políticos del presidente Alberto Fernández. “Que nos juntemos no quiere decir que no sigamos pegándoles. Es una discusión más estructural la que dio Cristina”, justificaron las fuentes.
La referencia crítica de la vicepresidenta a la “tercerización” de los planes sociales, en obvia referencia al Evita y otros movimientos que las manejan como Somos Barrios de Pie o el Polo Obrero, fue respondida en duros términos por el referente del movimiento y funcionario de Desarrollo Social, Emilio Pérsico, quien incluso afirmó que la vicepresidenta “no entiende” lo que ocurre en los barrios.
Le contestaron duramente el también ministro bonaerense y camporista Andrés Larroque y la diputada Cecilia Moreau-también cercana a Máximo Kirchner-quien afirmó que Navarro “no estaría dentro de los funcionarios que funcionan”, subiendo un escalón adicional en una confrontación que viene de lejos. En el medio se conoció la decisión del Ministerio de Desarrollo Social, que encabeza Juan Zabaleta, de reorientar casi 200.000 planes Potenciar Trabajo hacia intendentes y gobernadores. “Desde que empezaron las reuniones se conversó, pero no cambió nada”, contestaron, resignados, desde el Movimiento Evita.
Las diferencias entre ambos sectores no son nuevas. Se remontan, por lo menos, a 2017, cuando Florencio Randazzo, ya lejos del kirchnerismo, ensayó una candidatura respaldada, precisamente, por dirigentes del Movimiento Evita.