Tras la cumbre de la Celac, Estados Unidos destacó a la OEA como el “único” foro “comprometido con la democracia y los derechos humanos”
Lo dijo el nuevo representante de Washington ante el organismo, Franciso Mora; remarcó que es el único foro donde están todos los países elegidos democráticamente y en el que todos están comprometidos con la defensa de los derechos humanos
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WASHINGTON.- Luego de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires, Estados Unidos dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) es “indispensable” y volvió a advertir sobre la erosión de la democracia y los derechos humanos en América Latina.
“La OEA es una organización multilateral indispensable”, dijo el flamante representante Permanente de Washington ante ese foro, el embajador Francisco Mora. “Es la única organización donde los países democráticamente elegidos tienen representantes y donde todos están comprometidos en defender la democracia y los derechos humanos”, diferenció.
Estados Unidos ya había ofrecido un mensaje similar al anunciar el viaje a Buenos Aires de Chris Dodd, el enviado del presidente Joe Biden a la cumbre, en un intento por encumbrar a la OEA como el principal foro del hemisferio ante el desafío que significó la creación de la Celac, un espacio impulsado originalmente por Hugo Chávez para servir de contrapeso al organismo regional donde además de las naciones de América Latina y el Caribe están también Estados Unidos y Canadá.
Mora remarcó en una llamada con periodistas de la región que, más allá de la presencia de varios mecanismos de integración en la región, como el Caricom en el Caribe, o la Unasur en América del Sur, la OEA sigue siendo el único espacio donde los países democráticos tienen la capacidad de discutir y “resolver muchos de los problemas que estamos enfrentando en la región.
“Y en un momento donde estamos viendo en la región la erosión de la democracia y estamos viendo violaciones contra los derechos humanos en muchos países es ahora creo que más que nunca la OEA más importante”, destacó Mora. “En la OEA existen diferencias, pero hay un compromiso para defender los valores de la democracia y respetar los derechos humanos. Y eso es único en la región”, insistió luego.
A la cumbre en Buenos Aires fueron invitados tres líderes de regímenes que han sido ampliamente señalados por sus violaciones de derechos humanos y que están afuera de la OEA: Miguel Díaz-Canel, de Cuba, que fue expulsada del foro; Daniel Ortega, de Nicaragua, que ordenó abandonar la OEA, a la que denunció como un “instrumento de injerencia e intervención” que tiene como misión “facilitar la hegemonía de Estados Unidos”; y Nicolás Maduro, de Venezuela, que está representada en el organismo, pero por el gobierno interino de Juan Guaidó. Ninguno de estos gobiernos fue invitado a su vez por la administración de Biden a la última Cumbre de las Américas, que se realizó en Los Ángeles el año último, un tema que abrió una fuerte controversia regional.
“Ser país anfitrión no otorga la capacidad de imponer un derecho de admisión”, dijo en ese encuentro el presidente Alberto Fernández. El mandatario argentino mantiene una disputa con el titular de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, que se acrecentó con la caída del gobierno de Evo Morales en Bolivia, en 2019, que tuvo entre sus disparadores un informe de la OEA que cuestionaba los comicios en ese país.
“La OEA tal como está no sirve”, dijo Fernández en julio de 2021, tras considerar que la entidad presidida por Almagro “fue una suerte de escuadrón que avanzó sobre gobiernos populares” en América Latina.
El Gobierno extendió una invitación a Biden para que viajara a Buenos Aires para la cumbre de la Celac. La Casa Blanca decidió enviar a Dodd, quien se reunió con el presidente Fernández y también con el ministro de Economía, Sergio Massa. La invitación a la Casa Blanca generó malestar en el régimen de Ortega en Nicaragua. “En esta reunión, uno se pregunta, ¿qué hace el delegado de Estados Unidos ahí si la Celac fue concebida, precisamente organizada, por nuestros líderes, en aquel momento, el presidente Chávez, el presidente Fidel, para fortalecer su identidad, sus intereses, sus objetivos, al margen de la injerencia de Estados Unidos?”, dijo Moncada en una entrevista a la cadena Telesur, ya en Nicaragua.
El punto alto del encuentro de la Celac en Buenos Aires fue justamente un contrapunto por la defensa de la democracia y los derechos humanos en la región. Si bien la declaración final de la cumbre expresó su “compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional, el Estado de Derecho y el multilateralismo”, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, se preocupó por remarcar que había gobiernos en el foro que no respetaban la democracia.
“Hay países acá que no respetan la democracia, los derechos humanos ni las instituciones. No tengamos una visión hemipléjica según afinidad ideológica”, dijo el presidente uruguayo, sin mencionar a Cuba, Venezuela ni Nicaragia, pero en clara referencia a esos países.
“No puede haber aquí un club de amigos ideológicos”, insistió el mandatario uruguayo. “En la variedad estará la fuerza de esta organización. Mal hacemos en ponerle un tinte ideológico a la Celac. Cuidado con la tentación ideológica en los foros internacionales”, afirmó.
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