Tras el triunfo electoral, Juntos por el Cambio discute el diseño de su mesa nacional con miras a 2023
Desde referentes de Pro y la UCR hasta las nuevas figuras de la fuerza impulsan un debate sobre la conformación y el funcionamiento de la mesa de conducción de la coalición
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Envalentonados por el respaldo que recibieron en las urnas en sus distritos, las nuevas figuras de Juntos por el Cambio que emergieron de las elecciones legislativas reclaman un mayor protagonismo en la principal coalición opositora. Y, con miras a la pelea por la presidencia en 2023, pretenden abrir una discusión interna sobre el funcionamiento y conformación de la mesa nacional del espacio. Pretenden que la conducción de la fuerza adopte un perfil más ejecutivo y modifique su diseño “porteñocentrista” y su sesgo “unitario”, para darle una mayor representación a los referentes del interior.
Se trata de una idea que promueven desde el exministro del Interior de Cambiemos Rogelio Frigerio, quien doblegó al peronismo en Entre Ríos, hasta Luis Juez (Frente Cívico) y Rodrigo de Loredo (UCR), protagonistas del contundente triunfo opositor en Córdoba, segundo distrito electoral del país, entre otros. El planteo cuenta con el aval de armadores del larretismo, de varios jerarcas radicales, como el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y de Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano).
La extensa lista de convocados a la última reunión de la mesa nacional generó ruidos internos y recelos. El lunes, pocas horas después de que Juntos por el Cambio revalidara el triunfo de las PASO, se juntaron Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales (Jujuy), Valdés (Corrientes) y las autoridades de los partidos que integran la alianza, los jefes parlamentarios y los emisarios de la provincia de Buenos Aires en el salón La Escondida de Palermo.
“¿Con qué lógica se arma la mesa? Se deben sentar los dirigentes que tienen territorialidad y votos”, apunta uno de las espadas de Juntos por el Cambio en el interior. Hay caciques de la UCR o Peronismo Republicano que cuestionan la “doble representación” de Pro en la mesa. Y apuntan, sobre todo, a la figura de María Eugenia Vidal: “Macri es expresidente, Larreta, jefe de gobierno y Patricia Bullrich, titular de Pro, pero ¿por qué está Vidal, si ya no es gobernadora?”, lanza uno de los legisladores electos de Juntos por el Cambio.
Para De Loredo, una de las apuestas electorales de Martín Lousteau, Juntos por el Cambio “debe diseñar su institucionalidad de acuerdo al gran ordenador: el voto de la gente”. “Hoy tiene un diseño viejo y porteñocentrista. ¿Por qué esa presencia de Buenos Aires en la última mesa? En política, o cobijás la realidad o pagás las consecuencias. Debe haber una coalición más federal y que estén las figuras con mayor competitividad electoral”, plantea el dirigente radical.
En cambio, la flamante senadora electa por Santa Fe, Carolina Losada, una de las sorpresas de la UCR en las legislativas, no cree que la mesa nacional tenga un sesgo unitario. “Lo más importante es que todas las fuerzas estén representadas, más allá de los nombres. Todas las voces tienen que ser escuchadas y el protagonismo se da de forma natural”, puntualiza Losada.
Tras alzarse con una victoria en los comicios de medio término y superar por ocho puntos al Frente de Todos a nivel nacional, Juntos por el Cambio se alista para encarar una nueva etapa en el proceso de reconstrucción de la fuerza. Desde que Mauricio Macri perdió las elecciones en 2019, se inició la transición de liderazgos en el seno de la alianza opositora. Las legislativas redefinieron la fisonomía y el mapa de poder interno del espacio, pero no dejaron un claro ganador en el ecosistema cambiemita. Esa disputa, entienden en la cúpula de Juntos por el Cambio, se saldará recién en las PASO presidenciales de 2023. Por lo tanto, la coalición opositora mantendrá el esquema de conducción horizontal y colegiado que adoptó tras la salida de Macri de la Casa Rosada.
El escenario poselectoral pone a los jerarcas de la fuerza frente al desafío de mantener la expectativa y administrar las tensiones que genera el arranque de la pelea por la Casa Rosada. A partir de ahora, coinciden sus referentes, la coalición opositora precisa articular un relato de proyecto de país para comenzar a mostrarse como una alternativa de gobierno.
“Tenemos que armar una mesa que introduzca los grandes debates de la Argentina: para dónde crece la coalición, cuál es el plan de gobierno que vamos a consolidar en el marco de las ideas”, remarca Pichetto.
Por esa razón, los promotores de la idea de rediscutir la conformación de la mesa nacional de Juntos por el Cambio argumentan que la conducción de la fuerza debe cambiar el perfil. “Tiene que ser una mesa ejecutiva y de discusión política, que fije posiciones. Hasta ahora solo había que oponerse al Gobierno, pero con miras a 2023 tenemos que definir un plan, un esquema de alianza y reglas de juego”, apunta uno de los impulsores del debate.
Tras sortear las legislativas, los jefes de la coalición deberán discutir si incorporan o no a los liberales Javier Milei o José Luis Espert, una idea promovida por Macri pero que rechazan la UCR y la Coalición Cívica, y acortar las reglas de competencia de 2023 para alejar las chances de una fractura. “Hay que barajar y dar de nuevo. Necesitamos una mesa ejecutiva, pero no necesariamente más chica”, señala un dirigente de la UCR.
Frigerio también pidió “mayor flexibilidad”: “Ojalá que el interior del país esté más presente en la mesa de conducción de Juntos por el Cambio”, dijo el diputado electo al diario Perfil.
En la CC, la fuerza de Elisa Carrió, consideran que la mesa nacional tiene una buena composición, con emisarios de cada tribu y con espíritu federal. Pero no se cierran a rediscutir y repensar su conformación, para darle un perfil más ejecutivo. La discusión podría activarse en el “retiro espiritual” que prepara la conducción de la fuerza para el mes próximo.
Cómo funciona la mesa nacional
La mesa nacional de Juntos por el Cambio incorporó un hábito para evitar los enconos internos: se reúne los lunes, cada quince días, con la titular de Pro como moderadora. Hasta ahora los temarios se definen horas antes del mitin y suelen estar atados a la coyuntura nacional o legislativa. No hay votaciones y los pronunciamientos se deciden por unanimidad.
En las cumbres presenciales o por Zoom, Bullrich se encarga de enviar el link de la reunión a un grupo de WhatsApp y oficia de moderadora. Los redactores de los mensajes de la coalición varían según el tema. “Yo escribí esto. Se los leo y me dicen qué les parece”, interrumpió Vidal la noche del domingo 16 de mayo, en una reunión de urgencia la mesa nacional, vía Zoom, del espacio por la reforma del Ministerio Público Fiscal.
Los ya tradicionales concilios virtuales de la coalición de los lunes no estuvieron exentos de cruces y polémicas, sobre todo por la filtración de la foto de Macri en la cama. Bullrich, quien había discutido con el expresidente y Larreta, fue la apuntada.
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