Tras el choque de trenes en Palermo, el Gobierno decretará la emergencia ferroviaria para renovar vagones y cableados
El vocero presidencial, Manuel Adorni, apuntó a la administración anterior por el estado de los ferrocarriles; ratifican la intención de privatizar el servicio
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Mientras el presidente Javier Milei mantiene su silencio en torno a la fuerte colisión que sufrió una formación del tren San Martín el viernes en Palermo, que dejó un saldo de 90 heridos, el Gobierno anunció esta mañana la puesta en marcha “inminente” de la emergencia ferroviaria. Según pudo saber LA NACION, el Presidente firmará el decreto con el objetivo declarado de “desburocratizar” y “agilizar” el sector ferroviario estatal y la renovación de infraestructura. La intención final del oficialismo de privatizar el servicio ferroviario no se modificó.
“Se va a decretar la emergencia ferroviaria en línea con el informe que recibimos de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) a fines de abril”, adelantó el portavoz Manuel Adorni, en su conferencia diaria en la Casa Rosada. “Tenemos una red ferroviaria absolutamente devastada con la que nos encontramos, con una deuda de algo más de US$100 millones. Se puso más énfasis en pintar un mural en alguna estación que en aportar para el mantenimiento y al buen funcionamiento”, agregó el portavoz.
Adorni no precisó en qué consistirá la medida. En voz baja, desde el Gobierno afirmaron que la emergencia –discutida desde el viernes mismo por la mañana por el secretario de Transporte, Franco Mogetta, con los gremios del sector y la CNRT, en coincidencia con el accidente– tendrá como objetivo “agilizar” la renovación de materiales vinculados a la red ferroviaria, como la compra de cables (señalaron que los nuevos cables llegarán el 15 de mayo) y la renovación de vagones.
“Hay mucha burocracia y una planta sobredimensionada, con 30.000 empleados, gerencias triplicadas y gastos enormes”, criticaron desde Balcarce 50, y agregaron que la empresa Trenes Argentinos terminó con un déficit, el año pasado, de unos US4300 millones de dólares.
“Con la emergencia vamos a poder salir de esa maraña burocrática”, agregaron las fuentes cercanas al Presidente, sin descartar despidos ni ajuste en esa área. Uno de los que está en la mira es Luis Adrián Luque, presidente de Trenes Argentinos heredado de la gestión kirchnerista y cercano, durante años, al exministro de Economía Sergio Massa, aunque expulsado del Frente Renovador cuando decidió continuar como funcionario del gobierno libertario.
“Luque no debería seguir”, deslizaron colaboradores del Presidente, mientras desde la Secretaría de Transporte que encabeza Mogetta prefirieron enfatizar que “los informes son lapidarios, falta inversión, ocho años sin repuestos, y diez sin nuevas locomotoras ni coches”. Los informes, como el de la CNRT, que tiene 140 páginas de extensión, dan cuenta de un deterioro tal, que el 92% del material rodante está deteriorado.
“Nos echan la culpa a nosotros, que asumimos hace cinco meses, cuando este problema viene desde hace años”, complementaron voceros del oficialismo, en crítica a los gobiernos anteriores. En relación a los gremios, esos voceros dejaron trascender que la declaración de la emergencia ferroviaria responde a un pedido que, antes del accidente, formulara Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria.
Luego de conocida la colisión de formaciones, el gremio pidió a través de un comunicado “acciones urgentes”, con el objetivo de “garantizar la seguridad y readecuar recursos”, evitando “señalar culpables”. Según comentaron fuentes oficiales, Mogetta tiene en mente retomar el proyecto de electrificado de la línea San Martín a través de un préstamo del BID, proyecto frenado, que diera sus primeros pasos en 2017.
Desde el Gobierno afirmaron que nuevos aumentos en el precio del boleto de tren quedaron postergados, al igual que los de servicios públicos como la luz y el gas, aunque adjudicaron parte de la situación deficitaria de la red ferroviaria a las tarifas “pisadas” por administraciones anteriores. “La idea general es privatizar los trenes”, agregaron desde el oficialismo, sin plazos a la vista pero con el objetivo definido a mediano plazo.
En relación a la investigación judicial sobre lo ocurrido, el portavoz Adorni afirmó que el Gobierno es “respetuoso de la Justicia”, aunque calificó de “error humano” el accidente. Fuera de micrófono, desde el oficialismo insistían en que les resultaba “raro” el momento del accidente, un día después del paro general llevado a cabo por la CGT, y que incluyó cese total en el funcionamiento de la red ferroviaria en todos sus ramales.
En conferencia de prensa, Adorni desestimó las especulaciones que habían circulado sobre que el Gobierno le pediría la renuncia a algunos funcionarios, responsabilizándolos por el choque. “No hay un solo cambio a evaluar, y el Gobierno no necesita ‘oxigenación’ de ninguna índole”, aseguró.
Defensa del RIGI
En otro momento, el vocero defendió contundentemente al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que se debate en el Congreso, y apuntó a las críticas de la oposición que lo tildan de una medida que “fomenta el saqueo al país” y “ayuda a que los empresarios se lleven dinero al exterior”. “Significa más empleo, más empresas pagando impuestos en la Argentina y el desarrollo de una nueva cadena productiva. Si una minera necesita camiones, eso desencadena que la producción aumente y mucha gente se vea beneficiada”, consideró, y agregó: “Le da un impulso a la economía, a las inversiones, al empleo y a dejar atrás la decadencia en la que está sumida la Argentina”.
Y sumó: “Si el camino es morir con lo nuestro y dejar todo como está, no es nuestra filosofía ni lo que queremos, y entendemos que no es lo que quiere la gente que nos votó”.
En esta misma línea, se refirió a la salida del cepo, tras el acuerdo al que llegó el Gobierno con el FMI. Además de asegurar que aún no está definida la fecha en la que se implementará porque depende de cuándo estén “dadas las condiciones”, indicó: “Siempre que hablamos de tiempos fue porque algún informe lo marcaba, pero nunca afirmamos ningún plazo. Para salir del cepo necesitamos arreglar varias variables: el equilibrio fiscal, que lo corregimos, y sanear el Banco Central. Cuando terminemos, el cepo se va a levantar”. “Será lo antes posible porque sabemos que es una traba para el impulso final al crecimiento. Al cepo hay que exterminarlo”, subrayó.
También descartó que tanto el FMI como cualquier otro organismo económico internacional estén solicitando implementaciones relacionadas a este control de cambio. “No hay nada conversado, solicitado, ni que esté en agenda o que se esté negociando. Nada está por encima de los estipulado”, aseguró.
El incendio en Barracas
Finalmente, el funcionario se refirió al crimen que tuvo lugar en el barrio porteño de Barracas, cuando un hombre arrojó una bomba molotov dentro de una habitación y provocó la muerte de tres de las cuatro mujeres que se encontraban en el lugar. Además de enviar sus condolencias, Adorni cuestionó que este tipo de situaciones ocurran en la Argentina y “en cualquier parte del mundo”.
“Cualquier atentado que haya, sobre cualquier colectivo, sea contra quien sea, nos parece absolutamente terrible y repudiable. Nuestra política de seguridad es un tema integral que pasa tanto por este episodio como por cualquier otra cosa. La violencia en general nos parece repudiable; hay mujeres y hombres que sufren y son cosas que no pueden seguir pasando”, cerró.
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