Tras el aval de las urnas, Kicillof busca construir su poder: el balotaje de Massa, la tensión con Máximo y la herencia de Cristina
El mandatario ya se maneja como nuevo líder del kirchnerismo, más allá del balotaje: espera la reorganización de su gobierno para después de diciembre, de acuerdo a si gana o no Massa.
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LA PLATA.- Luego de lograr su reelección con un amplio margen, Axel Kicillof ensaya una reconfiguración de poder para su segundo gobierno bonaerense, a partir del 10 de diciembre. En las filas del mandatario destacan que Kicillof no sólo logró revalidar su gestión en las urnas en medio de la crisis económica y los escándalos de corrupción, sino que incluso cosechó más votos que el candidato a presidente, Sergio Massa. Los próximos cuatro años construirá poder.
Kicillof inició la faena la semana pasada, al reunirse con “la liga” de gobernadores oficialistas -ofició de vocero al terminar la cumbre en el Consejo Federal de Inversiones (CFI)- y la liga de intendentes peronistas de la provincia. En esos dos ámbitos espera ahora desarrollar un nuevo rol de liderazgo, sustentado en su rol gestor del triunfo nacional de Massa.
Las elecciones del domingo 22 lo posicionaron como el exponente más destacado al interior del kirchnerismo “puro”, en una pulseada mano a mano que le ganó a Máximo Kirchner, quien no solo accedió en diciembre de 2021 a la presidencia del PJ bonaerense, sino que tres meses antes había forzado el ingreso del lomense Martín Insaurralde en la Jefatura de Gabinete bonaerense, desde donde ofició como articulador frente a los intendentes. La legitimidad de Kicillof está en las urnas, afirman en la Casa de Gobierno.
Hay gestos que valen más que las palabras: Kicillof comenzó a diseñar su nuevo rol el domingo 22 por la noche y en la madrugada que siguió, durante la reunión que mantuvo con Massa para dar forma a la campaña para el 19 de noviembre.
El gobernador evalúa dos escenarios en el corto plazo: posicionarse como heredero puro del kirchnerismo ante un eventual triunfo de Massa en el balotaje; o dar refugio a los heridos del movimiento si el vencedor resultara ser Javier Milei y desde ahí construir resistencia y armar la re organización nacional.
Por eso, esperará hasta después del balotaje para reorganizar su gabinete. “Hay que reorganizar el gobierno. Hay que esperar a ver que pasa en el gobierno nacional. Si gana o no Sergio, si es un gobierno de oposición o no. Una cosa es un gobierno con Sergio ganando, que es lo que va a pasar, tengo la convicción de que va a ocurrir”, dijo en las últimas horas Kicillof.
El gobernador y Massa se reunieron al menos cuatro veces desde el domingo de la elección: en el búnker de Chacarita, en La Plata, junto a los intendentes, en Tucumán durante la asunción del gobernador Osvaldo Jaldo y en el CFI, con los gobernadores. En este ámbito, frente a otros gobernadores, Kicillof busca posicionarse como primus inter pares. Desde el 10 de diciembre aspira a liderar “la liga”, que pasará de 18 a 10 mandatarios peronistas y aliados, para sostener o para resistir al próximo presidente.
El jueves, Kicillof se plantó como vocero de esa liga: “Todos los gobernadores hemos expresado nuestro apoyo y acompañamiento al candidato de Unión por la Patria, porque es el más preparado, el más sensato y el único que tiene los pies sobre la tierra”, afirmó tras el encuentro del CFI, acompañado por el catamarqueño Raúl Jalil, quien también logró la reelección el 22 de octubre. ”Hablé con muchos intendentes y dirigentes radicales que no están de acuerdo con acompañar a Milei”, agregó el bonaerense.
En La Plata destacan que Kicillof cosechó más votos que Massa en las generales: reunió 4.233.092, contra 4.224.688. La diferencia es de 8404 sufragios. De todos modos, el padrón que elige al gobernador tiene casi un millón más de electores: son los extranjeros que residen en la provincia, que pueden votar a gobernador e intendente, pero no a presidente. Se calcula que el domingo 22 votó el 40% de ese padrón, por lo que la diferencia que destacan en La Plata podría ser puesta en discusión.
Con todo, en la gobernación realzan que Massa obtuvo en la provincia de Buenos Aires más de un millón de sufragios por encima de lo que cosechó en todo el resto del país. Los votos del conurbano lo pusieron en la segunda vuelta, afirman en La Plata.
Kicillof habló con Cristina Kirchner varias veces a la última semana. Solo reconoce esa jefatura política, pero buscará mostrarse ahora más autónomo al gobernador que llegó en 2019, con el aparato “prestado” del peronismo. Los intendentes son, ahora, sus aliados: si se confirman los resultados del escrutinio provisorio, desde diciembre habrá 84 intendentes peronistas en los 135 municipios bonaerenses, 16 más que hace cuatro años. Sumar municipios en medio de la crisis inflacionaria y los escándalos de corrupción de las últimas semanas fortaleció al gobernador.
Al calor de las urnas, el mandatario dejó de ser visto como un extraño por el peronismo local y ahora se propone construir su propio liderazgo para instalarse como el sucesor más auténtico de Cristina Kirchner.
Esa reformulación del poder, si prospera, impactará en La Cámpora. La agrupación juvenil está mutando. Tiene 12 intendentes que tendrán peso propio, pero que comienzan a valorar el aporte de Kicillof para sostener el territorio: la boleta del mandatario se impuso en siete de las ocho secciones electorales en las que se divide la provincia.
Máximo Kirchner, por su parte, ya no integra con Massa y Kicillof la mesa chica que se reunía en La Plata. El diputado nacional tampoco se mostró el miércoles pasado con los caciques peronistas que se reunieron con el gobernador y el ministro.
“Muchos compañeros de la provincia esperaban ver una derrota para levantar el dedo acusador”, afirmó un ministro de Kicillof. “En cambio, con el triunfo en donde incluso recuperó 16 intendencias, Axel se constituyó como conductor político capaz de sostener una elección en el territorio en el peor momento”, agregó la fuente, de trato directo con los intendentes.
Kicillof ya no oculta que empezó a componer “una nueva canción”, como propuso recientemente en un acto. La frase le generó su último cortocircuito público con Máximo Kirchner. Luego del escándalo del yate y los lujos de Insaurralde, y con la victoria electoral, cerca de Kicillof se animan a plantear que el mandatario ya no debe fingir comodidad con la intervención de Máximo Kirchner sobre su gobierno. La tensión entre ellos aún es manifiesta, según dijeron referentes de la gobernación.
Eso sí: el gobernador no lo desafiará en público. Tampoco se interpondrá en el partido donde La Cámpora busca consolidar a su jefe como candidato, en 2025, según admiten algunos intendentes peronistas.
Kicillof se centrará en su gestión. “Será la gestión Kicillof”, prometen en La Plata, para marcar una diferencia con los últimos dos años bajo la intervención de Insaurralde. Su equipo cambiará desde el 10 de diciembre. Cinco de sus colaboradores fueron electos en cargos ejecutivos o legislativos. El recambio dependerá, en gran medida, del resultado del balotaje, si la provincia se convierten en un refugio para el kirchnerismo derrotado.
Los ministros de La Cámpora y ligados a Máximo Kirchner que integran su gabinete, como Andrés Larroque (Desarrollo Comunitario), Nicolás Kreplak (Salud) o Walter Correa (Trabajo), ahora están en etapa de evaluación para un segundo período.
Correa obtuvo una banca como concejal en Moreno. Sergio Berni (Seguridad), fue elegido senador. Leonardo Nardini (Infraestructura), consiguió la reelección en Malvinas Argentinas; Florencia Saitout (Instituto Cultural), entraría como senadora por esta ciudad y Julio Alak (Justicia) pelea voto a voto con Julio Garro para la intendencia platense.
Kicillof, además, prometió que avalará una reforma de la Constitución para proponer una Legislatura unicameral, reformar los organismos de la constitución y una nueva forma de financiamiento de los partidos políticos. En lo inmediato, redactará un proyecto de ley para eliminar la Jefatura de Gabinete, pero la reforma de su equipo incluirá una reformulación más amplia de sus colaboradores para dar lugar a nuevos representantes territoriales..
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