Tras 20 horas en la montaña, los funcionarios fueron rescatados
El helicóptero en el que viajaban siete hombres del entorno de Macri debió aterrizar de emergencia; se realizó un complejo operativo bajo la nieve para traerlos de vuelta
LA NACION
Una parte de la comitiva de Mauricio Macri en su viaje por el norte del país vivió horas de conmoción. El helicóptero que trasladaba a siete funcionarios del Presidente y seis tripulantes de Cachi (Salta) a Termas de Río Hondo (Santiago del Estero), debió aterrizar de emergencia anteayer en Catamarca. Los 13 pasajeros fueron rescatados ayer a salvo, luego de 20 horas de espera y un operativo muy complejo.
El grupo, que estaba integrado por el vocero presidencial, Iván Pavlovsky, entre otros, viajaba a bordo de un helicóptero MI-171 E de la Fuerza Aérea cuando, por las condiciones climáticas, tuvo que hacer la maniobra de emergencia. Eran poco más de las 17 del viernes.
La zona del aterrizaje es un área de montaña de difícil acceso. Está a 3400 metros de altura sobre el nivel del mar y, por el clima, se hizo muy difícil acceder en helicóptero.
Según informó la Presidencia, el piloto, también de la Fuerza Aérea, hizo dos intentos de aterrizaje anteriores, uno en Río Hondo y otro en Tucumán. Pero no pudo tocar tierra "por el peligro de engelamiento de las piezas vitales del aparato". Ante el riesgo de quedarse sin combustible, el piloto buscó una planicie despejada y aterrizó en Aconquija, Catamarca, a casi 3500 metros sobre el nivel del mar y muy cerca del límite con Tucumán.
Los 13 pasajeros pasaron allí la noche, a la espera de que llegaran los rescatistas. El operativo quedó sujeto a las condiciones meteorológicas. Solo podría comenzar una vez que se hiciera de día y siempre que el clima lo permitiera. "La noche fue muy, muy fría. Teníamos muy poca gasolina y prendíamos la calefacción por 15 o 20 minutos cada dos horas", relató Pavlovsky después de regresar a Buenos Aires en Aeroparque. Contó además que no tenían ropa de abrigo porque sus valijas habían viajado en el avión que el viernes trasladó a Macri de Salta a Santiago del Estero.
Además de Pavlovsky, iban en el helicóptero el jefe de la custodia presidencial, Alejandro Cecatti; el secretario privado de Macri, Mariano Lomolino, e Isidro Escalante, encargado del manejo de las redes sociales del Presidente. También, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Guillermo Bernaudo; el coordinador de Planeamiento y Gestión de Infraestructura Vial, Eduardo Plasencia, y el fotógrafo David Sisso.
Los siete funcionarios habían usado ese helicóptero para viajar de Cachi a Termas de Río Hondo porque se separaron del Presidente y los ministros. En Cachi no habían podido viajar junto a Macri y a estos últimos a Salta capital porque el helicóptero presidencial y otro de la Fuerza Aérea no habían podido volar debido a las nubes bajas. Macri y sus ministros Patricia Bullrich (Seguridad), Rogelio Frigerio (Interior) y Guillermo Dietrich (Transportes), junto al secretario de la Presidencia, Fernando De Andreis , y su subsecretario Darío Nieto, se trasladaron en el avión de la gobernación salteña.
Es así como Pavlovsky y el resto de la comitiva debió esperar unas horas y viajar en el helicóptero de la Fuerza Aérea, pero en lugar de ir a Salta, irían directamente a Termas para la actividad presidencial.
Durante la madrugada de ayer, cerca de las 6, uno de los pasajeros logró comunicarse con la base aérea de Olivos, desde donde les informaron que el grupo de rescate estaba cerca y les pidieron que encendieran bengalas para facilitar el encuentro. El rescate, a cargo de Gendarmería y de la Policía de Catamarca, comenzó finalmente ayer a media mañana. Los 13 pasajeros hicieron un descenso corto a pie hasta el lugar donde subieron al helicóptero que los llevó a Santiago del Estero, asistidos por rescatistas.
Los seis hombres, efectivos de la Fuerza Aérea e integrantes de la tripulación, bajaron a pie desde el lugar del aterrizaje forzoso hasta un campamento montado por Gendarmería a 2000 metros sobre el nivel del mar y a cinco kilómetros del lugar del aterrizaje de emergencia, hasta quedar totalmente a salvo.
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