Banderazo 17A: el Gobierno contiene los reclamos de sectores afines para “recuperar la calle”
Tras la multitudinaria marcha del 17-A, y con el antecedente de las manifestaciones por Vicentin en el pasado reciente, sectores del Frente de Todos (FDT) hacen llegar a la Casa Rosada sus intenciones de marchar para responder a los reclamos de las movilizaciones contra el oficialismo, pero el Gobierno se mantiene firme en la postura contraria y defiende el respeto al aislamiento obligatorio contra los contagios de coronavirus.
En los últimos meses hubo otros amagues para motorizar movilizaciones callejeras desde sectores afines al oficialismo. El Presidente los frenó en seco, en un clima de malestar. El primero fue en abril, como respuesta a los primeros cacerolazos en contra del Gobierno por la salida de presos. Otro buscó reclamarle al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por la situación en las villas en el marco de la pandemia. Y un tercero intentó responder a la marcha por Vicentin.
Promovidos muchas veces en redes sociales, esos deseos frustrados volvieron a brotar con fuerza, una vez más, tras el banderazo del 17 de agosto o 17-A.
Los sectores que proponen salir a "recuperar la calle" provienen del ala izquierda del Frente de Todos, de la parte más radicalizada del Instituto Patria, de algunos movimientos sociales y agrupaciones de base del conurbano. Repudian la marcha del 17-A, que consideran la expresión de un sector "minoritario", "terraplanista", que plantea un "rejunte" de pedidos. En esa tónica reivindicaron sus deseos de salir a contestar.
Lo expresaron por lo bajo, aunque algunos indicios se hicieron públicos. "A nuestro espacio político le costaría cero hacer un acto cincuenta veces más grande", dijo, sugestivo, el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner y titular de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Aníbal Fernández, entrevistado por Radio con Vos. Mientras que el segundo al frente del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, sostuvo: "El día que los trabajadores podamos salir a la calle vamos a ser miles y miles de argentinos diciendo que no queremos que nunca más vuelva la derecha".
El Gobierno, aunque califica las protestas como parte del "discurso del odio", resiste estas urgencias y como contrapropuesta impulsa una serie de medidas comunicacionales destinadas a defender la gestión desde medios virtuales o con mayor presencia de primeras y segundas líneas del gabinete en los medios de comunicación. El pedido para multiplicar la voz del oficialismo venía bajándose a los funcionarios desde hacía semanas, pero luego de la marcha volvió a potenciarse. Una de las ideas fuerza es utilizar "caras conocidas" –intelectuales, artistas– para defender los mensajes del Gobierno.
Por ahora hay consenso entre los distintos sectores que integran la coalición gobernante en la necesidad de respetar el aislamiento obligatorio. Referentes del crisol que conforma el interbloque del oficialismo discutieron el proceder después de la marcha. Los miembros del bloque del kirchnerismo reciben reclamos desde las bases para salir a "recuperar la calle", un terreno históricamente asociado al peronismo que en los últimos años fue copado por los reclamos de sectores críticos.
Por ahora, el deseo está contenido y no se esperan manifestaciones callejeras de organizaciones cercanas. "No podemos salir a borrar con el codo lo que escribimos con la mano: ya habrá tiempo para salir a marchar. El justicialismo y el campo nacional que representamos siempre han hecho actos multitudinarios y los haremos. Llegamos con una plaza llena y Cristina se fue con una plaza llena", dijo a LA NACION el diputado nacional y presidente del PJ, José Luis Gioja.
"Nos gusta movilizarnos, encontrarnos, pero hay valores que están por encima de esto. Seguramente cuando esto termine nos iremos a llenar las plazas, vamos a ser muchos", agregó el secretario general de la agrupación Descamisados, Marcelo Koenig, también diputado nacional. Ambos encarnan las voces que, en sintonía con el Presidente, buscan calmar los deseos de salir a marchar.
De todas formas, esos sectores ya amasan planes para salir a la calle cuando el oficialismo avance a una fase de mayor apertura de la cuarentena, que se decidirá de acuerdo con la disminución de casos y la ocupación de camas de terapia intensiva, entre otros indicadores de la situación sanitaria.
"Ya vamos a salir a abrazarnos y comer choripán como nos gusta", dijo con picardía un referente de una agrupación kirchnerista. Aclaró que esas marchas serán para "festejar" y defender propuestas. Una de ellas, avizoran, podría ser la del impuesto a las grandes riquezas, que esperan que encuentre un fuerte elemento de apoyo popular.
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