Trabajar por una ciudad más segura

La sociedad argentina, en las elecciones legislativas de 2009, tuvo un mensaje claro: le dio al oficialismo un tercio de los votos y a la oposición, dos tercios. La oposición supo en esa elección aglutinarse en dos espacios: el Acuerdo Cívico y Social y el Pro-Peronismo. La estrategia legislativa del denominado Grupo A fue una construcción inteligente que buscó integrar a la oposición con una agenda que pudo frenar el avance hegemónico del oficialismo e imponer iniciativas legislativas propias. La sociedad pedía unidad opositora y desde el Congreso la confluencia de la CC, Pro, el Peronismo Federal y la UCR y en escasos casos el socialismo parecía ser la experiencia previa necesaria para animarse a construir una única alternativa real de poder al oficialismo. Esta alternativa debía fundarse propositivamente, una tarea ardua de construcción de acuerdos.

Lejos de continuar la estrategia exitosa de unidad emprendida en el Congreso, las fuerzas de la oposición comenzamos una competencia destructiva y el resultado fue una oferta de dispersión de fuerzas que mostró incapacidad para generar una propuesta de gobernabilidad creíble.

Al ser reelegida diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires, me comprometo a trabajar sobre tres proyectos que pueden generar un consenso amplio, ya que llevarán soluciones concretas a la ciudadanía. El primero está relacionado con mejorar la seguridad. Consiste en que todos los vecinos de la ciudad puedan elegir a través del voto directo a los comisarios de sus comunas. Esto permitirá que los vecinos tengan una relación más estrecha y directa con los responsables de la seguridad en sus barrios.

El segundo está vinculado con la profesionalización del Estado argentino, a través de un proyecto que establezca exámenes de ingreso imparciales para la totalidad de los cargos de la gestión pública. Un Estado conducido con profesionalidad y sin amiguismos generará políticas públicas eficientes.

El tercero está vinculado con llevar la democracia a las organizaciones gremiales, rompiendo el monopolio sindical por rama de actividad y posibilitando que los trabajadores puedan optar por el sindicato que mejor defienda sus intereses. Una modificación integral a la ley de asociaciones sindicales.

La necesidad de acordar o no con otros bloques no es una opción dentro del sistema republicano. Es una obligación de todo diputado debatir todas las propuestas y tratar de llegar a acuerdos que se traduzcan en leyes que beneficien a la población. Un diputado, además de representar a un partido es elegido para representar a la Nación. Y la Nación es el reconocimiento de su diversidad, de sus mayorías y de sus minorías. Las leyes no pueden representar sólo a las circunstanciales mayorías, deben ser producto de consensos amplios. Las leyes deben reflejar un acuerdo social amplio que integre a todos los argentinos. De no lograr consensos, se pueden tener buenas ideas, pero nunca buenas leyes, porque nunca prosperarán.

PATRICIA BULLRICH

Edad:

55 años

Profesión:

Magister en Ciencias Políticas y Sociología

• Encabeza la lista de candidatos a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires de la CC.

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