Tensiones internas en Juntos por el Cambio por el aval a jueces cercanos al kirchnerismo
Mauricio Macri conocía todos y cada uno de los movimientos del plenario del jueves del Consejo de la Magistratura. Había hablado en detalle con Pablo Tonelli y Daniel Angelici: sabía que tanto el diputado y consejero de Pro como Carlos Matterson, que responde sin escalas al operador y expresidente de Boca Juniors, votarían a favor de la terna que propone a Roberto Boico, un prestigioso abogado muy identificado con Cristina Kirchner, para la Cámara Federal porteña. Macri sabía, y avaló la maniobra que deja al desnudo un inquietante tironeo interno en el bloque integrado por la oposición en alianza con los jueces.
"Nos pareció más provechoso acordar, dado que el oficialismo tenía los votos, que ejercer una oposición más testimonial", explicó Tonelli a LA NACION.
Justo el mismo jueves que el consejo aprobó la terna con el nombre de Boico, le dio luz verde al regreso de Eduardo Farah –vinculado al auditor Javier Fernández– a la Cámara Federal, y avanzó en una veintena de concursos negociados entre el oficialismo y un sector de la oposición, la Coalición Cívica presentó en la Cámara baja el juicio político a Cristina Kirchner por "alteración del orden institucional".
"Hay una inconsistencia enorme entre lo que dice un sector de Pro y lo que hace Pro en el Consejo de la Magistratura. Y ese sector no dice nada", reclamó Juan Manuel López, jefe del bloque de la CC en Diputados y consejero suplente.
Consultada por este diario, Elisa Carrió dio un paso más: "Es una vergüenza", dijo claramente disgustada con el accionar de la coalición en el tratamiento de los concursos.
La previa de ese cónclave fue tumultuosa para el bloque identificado con Juntos por el Cambio. Poco más de una semana atrás, Juan Manuel Culotta y Ricardo Recondo, que representan a los jueces, avisaron a los consejeros de Juntos por el Cambio que ellos respondían por sus listas, y que habían entablado una negociación con el oficialismo, encabezado por Gerónimo Ustarroz.
Culotta y Tonelli, que tienen un estrecho vínculo, tuvieron una acalorada discusión: "Mejor negociar de a seis, en bloque", reclamó el diputado. Desde un sector de Pro, con el guiño de Macri, entendieron entonces que el Frente de Todos tenía los votos necesarios para avanzar con Boico y Farah, y se plegaron a las negociaciones para sacar rédito en los nombramientos en otros fueros. Mejor eso y mantenerse abroquelados con los jueces, que perder con una ruptura del bloque, razonaron. El oficialismo se relame.
Según las fuentes consultadas, Angelici, que volvió a la hiperactividad, se encontró con el expresidente –lo hacen de manera habitual– para conversar específicamente sobre el tema: las versiones dan cuenta de que el exmandamás xeneize charló con el fundador de Pro sobre la conveniencia de tener un rol más preponderante en el Consejo de la Magistratura a cambio de la gestoría de las causas judiciales que comprometen al exmandatario.
En el entorno de Macri respondieron solo que "habló varias veces con Tonelli". Es que la figura de Angelici despierta recelos internos. Carrió espera, expectante. Desde la Coalición Cívica agregaron que en la próxima reunión virtual de Juntos por el Cambio pedirán "explicaciones".
El plenario del jueves, que desnudó la necesidad opositora de afilar una estrategia más homogénea, incluyó para colmo otra novedad: el desembarco de Horacio Rodríguez Larreta en un rubro que hasta ahora había preferido gestionar a través de intermediarios. El debut de Diego Marías, su alfil en representación de los abogados, significa el primer pie del jefe de Gobierno en el órgano, en su carrera ya blanqueada por la presidencia en el 2023.
"El cambio de los consejeros supone un natural reacomodamiento en el funcionamiento, pero estamos todos con una convicción para mantener la armonía. En la negociación habrá jueces que gusten más, y jueces que gusten a veces menos", subrayó Marías a este diario.
El consejero, que se abstuvo en todas sus votaciones –"al menos marcamos la cancha", subrayaron cerca suyo–, responde a Rodríguez Larreta o a Diego Santilli, que en los últimos meses empezó a tener un papel mucho más relevante en el vínculo con la Justicia en el esquema del jefe porteño.
Cerca de Santilli explicaron que busca "ponerle cabeza política a la estrategia judicial". En la administración de la Ciudad no reniegan, sin embargo, de ninguna relación: Angelici también tiene llegada directa a las principales oficinas de la calle Uspallata.
La nueva conformación del Consejo de la Magistratura deja en ese sentido en evidencia las diferentes visiones internas. En el regreso de Farah a la Cámara Federal de Comodoro Py, la oposición presentó, por caso, tres voces distintas: el aval de los jueces, el voto en contra de Tonelli y la senadora Silvia Giacoppo, que habla por el gobernador Gerardo Morales –en buena sintonía con la Casa Rosada-, y las abstenciones de Marías y Matterson.
Para una voz calificada del sector duro de Pro, que justifica el guiño a Boico -abogado de Cristina Kirchner en la causa por el pacto con Irán y defensor público de Amado Boudou- en pos de otros acuerdos, la dispersión en el caso Farah, que fue trasladado durante la administración de Macri, es inadmisible: "Justo a un juez que en los últimos años le dijimos de todo menos bonito".
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