Tensión por los despidos: ATE reactivó la protesta contra el Gobierno en la puerta del Ministerio de Economía
Integrantes del gremio del sector público y de fuerzas de izquierda se manifiestan en el Palacio de Hacienda en rechazo de la caída de unos 12.000 contratos; amplio operativo de seguridad
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El gremio Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) reactivó hoy las protestas contra el gobierno de Javier Milei en rechazo de la caída de unos 12.000 contratos en la planta de empleados estatales. Integrantes del sindicato y de agrupaciones de izquierda se trasladaron hasta la sede del Ministerio de Economía, ubicada a metros de la Casa Rosada, para reclamar por los despidos que la administración nacional dispuso en el sector público. Fue la décima medida de fuerza del gremio estatal desde que comenzó la gestión libertaria.
En plena escalada del conflicto entre el Presidente y los gremios por los recortes, los referentes de ATE exigen que el Gobierno retrotraiga la medida y reincorpore a los trabajadores. Además, Rodolfo Aguiar, secretario general del sindicato a nivel nacional, pidió que Milei publique el “listado” con los “supuestos ñoquis” que fueron desplazados de sus puestos en la administración pública. Después de haber intentado ocupar edificios públicos, Aguiar activó hoy un paro sectorial en todo el país. El epicentro del reclamo, sin embargo, fue en el Ministerio de Economía, donde el Gobierno reforzó la seguridad con un cordón de policías y un vallado.
“Si el Gobierno no publica un listado con los supuestos ñoquis, tiene que determinar la reinstalación y el inmediato pago de las remuneraciones a todos los despedidos, porque hasta aquí no ha podido acreditar en ningún caso la causal invocada de la ‘no prestación de servicios’, afirmó el jefe de ATE.
El foco de conflicto estuvo en las afueras del Palacio de Hacienda, donde efectivos de la Policía Federal dispusieron un vallado para impedir que los manifestantes ingresen al edificio. Exactamente media hora después de las 12 empezó el discurso de los líderes de ATE sobre la avenida Yrigoyen, a la altura de la plaza completamente interrumpida. “Estamos acá los que ponemos la cara todos los días”, comenzó el mensaje en lo que llamaron una “histórica movilización”. De fondo sonaban bombas de estruendos y flameaban banderas verdes y blancas, los colores de la agrupación de trabajadores estatales más combativa.
“Nosotros no somos el problema, nosotros somos los que damos soluciones”, fue otra de las consignas que se escucharon.
Con varias columnas sobre la calle copada, llamaban a colmar la plaza: “es nuestra compañeros y compañeras”. Destacaron la importancia del diálogo con las demás centrales para poder realizar un paro contra “este gobierno cipayo”.
En el lugar estuvieron presentes dirigentes de la agrupación como Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA, y Manuela Castañeira (Nuevo Más).
Luego, tomó la palabra Daniel “Tano” Catalano, titular de ATE Capital, que habló de un marco de “unidad” entre las distintas centrales sindicales.
Mientras ATE profundiza la protesta en las calles, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), el gremio mayoritario en la administración pública, se presentó ayer ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N° 57 para pedir el cese de despidos en el Estado nacional.
Andrés Rodríguez, jefe de la UPCN y número tres de la CGT, fue personalmente al juzgado para presentar una acción de amparo colectiva “para que se ordene al Estado empleador el cese de despidos masivos de trabajadores públicos nacionales”. De esa forma, Rodríguez, un gremialista que suele apostar al diálogo con los oficialismos, se diferenció de Aguiar y decidió avanzar por la vía judicial para intentar frenar el recorte en la planta estatal.
El sindicalista, que está al frente de UPCN hace 36 años, fundamenta su recurso de amparo en que, mediante esos “actos arbitrarios, compulsivos y discriminatorios, se vulneran derechos establecidos en el artículo 14 bis de la Constitución nacional, que consagra al trabajador público como sujeto de preferente tutela, garantizándole estabilidad propia en el empleo”.
La presentación judicial amplía: “Bajo la excusa de supuestas auditorías se ha despedido personal contratado en 2023, pero también contratados de muchos años de antigüedad, personal de planta transitoria concursado a la planta permanente y trabajadores de planta permanente, sin que esas desvinculaciones respondan a lógica alguna que no sea la de achicar plantas en un porcentaje predeterminado y sin atender ninguna dotación necesaria con respecto a la política pública que se brinda en cada sector”.
La UPCN es el gremio mayoritario de la administración pública nacional e integra la CGT. Monitorea por ahora las bajas y descartó avanzar en un paro sectorial.
“La ministra de Seguridad piensa que militarizando (los edificios públicos) va a lograr que nos quedemos en casa”, dijo Catalano en referencia a Bullrich. “Este gobierno está siempre tratando de instalar que los trabajadores somos el enemigo” y agregó que esa política “ya se instaló y no dio buenos resultados”, aludiendo al período de la dictadura. “Ellos creen que persiguiendo y adoctrinando ideología pueden dominar a los pueblos”, agregó.
En su exposición, Aguiar apuntó contra el megaDNU del Gobierno y el Pacto de Mayo al que consideró de “de entrega de la soberanía de nuestro país”. Luego de eso volvió a pedirle al Estado que “publique el listado de los supuestos ñoquis”.
Aguiar, al igual que sus predecesores, habló desde un escenario sobre la calla Yrigoyen, de frente a Balcarce y la Plaza de Mayo. Lejos de la correcta aplicación del protocolo antipiquete, las calles quedaron cortadas por los manifestantes y por los efectivos de la policía que se apostaban en la zona, con cascos y escudos.
Adentro de Casa Rosada la seguridad, como sucede en este tipo de situaciones, se reforzó la seguridad. Efectivos de la Policía Federal formaron frente a la sede de Gobierno y los bomberos desplegaron, a modo preventivo, una manguera.
El acto se extendió por media hora y tras el discurso de Aguiar se llamó a desconcentrar en tranquilidad. “Esto es una fiesta”, dijo uno de los organizadores. Entonces fue el momento en que, a la par de los bombos, empezaron a cantar: “soy de ATE, soy de ATE”.
El final estuvo plagado por el sonido de los bombos y trompetas, pero sin otros cánticos. En el escenario, montado sobre el acoplado de un camión Scania de la firma de transportes Grama, quedaba envuelto en banderas verdes de las distintas regionales de ATE. Entre todas ellas sobresalía una, la más grande, con el rostro de Germán Abdala, el recordado secretario general de la agrupación fallecido en 1993.
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