Tensión por 150 pliegos: enojos y sorpresa en Pro por la estrategia del Gobierno para cubrir vacantes en la Justicia
En el partido de Macri esperan que la mesa chica de Milei los involucre en la negociación por la lista de candidatos que enviará al Senado; la Casa Rosada prioriza a otros interlocutores
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La estrategia que trazó el gobierno de Javier Milei para avanzar con el envío al Senado de los pliegos de 150 jueces, defensores y fiscales en todo el país volvió a provocar cortocircuitos con Pro, el principal aliado parlamentario de La Libertad Avanza. Es que la decisión de la mesa chica del Presidente de apurar el armado de las listas para cubrir las vacantes en cargos estratégicos del Poder Judicial sin consensuar con sus socios más estrechos en el mapa político generó malestar y desconcierto en el seno del macrismo.
Una de las demandas que le hace Mauricio Macri a la administración libertarias es que prioricen a los representantes de su fuerza a la hora de articular la agenda parlamentaria o atender los reclamos de gobernadores. “No hubo ningún sondeo por ahora. Había un compromiso de diálogo previo, tanto a nivel político como institucional”, señala uno de los interlocutores habituales de Macri. No obstante, la Casa Rosada envió señales de que priorizará a otros interlocutores políticos, ya que Pro tiene apenas siete senadores. Según consignó ayer LA NACION, los colaboradores más cercanos a Milei consideran que no deben consensuar con el jefe de Pro los nombres de los postulantes que propondrán para las ternas para juzgados, defensorías y fiscalías.
El argumento que esbozan en las filas de LLA es que deben ser pragmáticos e involucrar en las tratativas a los gobernadores que tienen mayor incidencia en la actual composición de la Cámara alta. Además, el oficialismo optó por ejecutar un plan de presión sobre los mandatarios para destrabar la firma del dictamen de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, los dos candidatos que propuso Milei para la Corte Suprema de Justicia. Desde los despachos donde se toman la mayoría de las decisiones del Ejecutivo dejaron trascender que están dispuestos a negociar e intercambiar nombres de la nómina de pliegos para jueces que mandarán la semana próxima al Senado con aquellos actores que pueden garantizarle votos para lograr el objetivo de colocar a Lijo y García Mansilla en el máximo tribunal.
El anuncio oficial que hizo ayer el Gobierno respecto de los pliegos estuvo a cargo del secretario de Justicia, Sebastián Amerio. Es el número dos del ministro Mariano Cuneo Libarona y uno de los lugartenientes de Santiago Caputo, el asesor todoterreno del Presidente, en la estructura de poder de Milei. Apenas terminó la conferencia de prensa que brindaron Amerio y el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la Casa Rosada, se activaron los teléfonos de los altos mandos de Pro. Macri delegó el asunto en Germán Garavano, exministro de Justicia de Cambiemos. Espera que su exfuncionario revise las propuestas del Ejecutivo para los puestos sensibles antes de dar el visto bueno. Hasta hoy, Caputo no le había adelantado a Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro en Diputados y el interlocutor que eligió Macri para coordinar con el Gobierno la agenda política y parlamentaria, la lista preliminar. En el macrismo también aguardaban un contacto de Amerio con Guadalupe Tagliaferri, titular de la Comisión de Acuerdos del Senado, donde el oficialismo requiere reunir un colchón de apoyos para aprobar las ternas.
“Por lógica, lo tendríamos que conversar antes. Pero hasta ahora no vimos la lista”, dicen en la cúpula de Pro. El borrador con los supuestos candidatos elegidos por Milei que se filtró la semana pasada en los medios encendió las alarmas en el macrismo. Según fuentes cercanas al expresidente, detectaron un grupo de “candidatos neokirchneristas”. Varios gobernadores también elevaron quejas por el perfil de aspirantes que aparecieron en la presunta lista. Por caso, Ignacio Torres (Chubut) se comunicó con altos funcionarios de la Casa Rosada para corroborar si habían avanzado con la elección de tres candidatos en su distrito sin siquiera avisarle. Desde Balcarce 50 intentaron contenerlo con la justificación de que la lista que circuló no era oficial. Torres tiene incidencia en el interbloque de Provincias Unidas, que conforman Edith Terenzi y los peronistas Juan Carlos Romero, Carlos Espínola, Edgardo Kueider y Alejandra María Vigo, entre otros.
Por ahora, los senadores dialoguistas que integran la Comisión de Acuerdos tampoco estaban al tanto de los nombres que enviará la semana próxima el Ejecutivo. Es una negociación compleja para las espadas de Milei, ya que los legisladores suelen presionar para consensuar los nombramientos en juzgados o cargos estratégicos de sus distritos antes de anudar un acuerdo por el paquete de pliegos. “La situación de la Justicia es crítica y llegó a un punto complicado. Se lo veníamos advirtiendo al Gobierno”, dicen en el macrismo.
Como ocurrió en el caso de Lijo, uno de los temas que tensionaron el vínculo entre Milei y Macri, los referentes de Pro se quejan de que el Gobierno no les hayan adelantado los nombres de jueces, fiscales y defensores que procura enviar al Senado. En la cima de Pro sienten que el apoyo que le dieron los bloques legislativos del partido amarillo en votaciones clave para los intereses de Milei -desde el aval a la ley bases hasta la convalidación de los vetos a la reforma jubilatoria o la ley de financiamiento universitario- no fue recompensado por la Casa Rosada. Por caso, los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Torres (Chubut) y el jefe porteño Jorge Macri aún no recibieron respuestas concretas a la lista de demandas por deudas y obras que le dejaron a Milei durante el almuerzo de la semana pasada en Balcarce 50. El próximo lunes, se reunirá la mesa ejecutiva de Pro: uno de los temas a tratar serán los pliegos para cubrir vacantes en la Justicia y el proyecto de presupuesto.
Macri repite que está dispuesto a acompañar la sanción del presupuesto 2025, pero exige que el Presidente destrabe los pedidos de sus gobernadores. También solicita que un cese de la actitud hostil que exhiben los libertarios que responden a Karina Milei en la Legislatura porteña, donde Jorge Macri tiene una frágil alianza con radicales, lilitos y Confianza Pública que le permite asegurar la gobernabilidad.
“Lo único que pedimos es articular el trabajo legislativo y que tengan una actitud colaborativa en los lugares donde gobernamos. Queremos ayudar para que a Milei le vaya bien, pero no tienen que tensar la cuerda en exceso”, retrata uno de los referentes de Pro que orbitan cerca de Macri.
Si bien no se plegarán a la ofensiva opositora para flexibilizar la ley que regula el tratamiento de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), los popes de Pro apuestan a redoblar la presión para que el oficialismo avance con el trámite legislativo para completar las vacantes en la Auditoría General de la Nación (AGN). El candidato elegido por Pro para ocupar la silla es Jorge Triaca, exministro de Trabajo de Macri. “Queremos que se cubre urgente, hay que sacarlo rápido”, señalan cerca del expresidente, quien machacó en su última aparición pública que fortalecer la “institucionalidad” y “un sistema de reglas que funciones” es fundamental para preservar la confianza en el país y atraer a los potenciales inversores. También rechazó la auditoría que dispuso Milei en la Cancillería por el voto de la Argentina en la ONU en contra del bloqueo de EE.UU. a Cuba. “Las tensiones van a seguir hasta que haya un acuerdo o desacuerdo por el armado electoral de 2025″, aventuran cerca de Macri.
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