Tensión en el Senado: negociaciones, enojos y dos semanas para asegurar los votos de la Ley Bases y el paquete fiscal
Los proyectos recién irán al recinto a mediados de junio; el malestar por el tuit de Martín Menem anticipando un dictamen que no fue y el senador radical que se fue a La Bombonera
- 5 minutos de lectura'
Cuando la chubutense Andrea Cristina (Pro) estampó este mediodía su rúbrica en el dictamen de reforma impositiva cayó la última ciudadela que todavía ofrecía resistencia y la vicepresidenta Victoria Villarruel y su secretario parlamentario, Agustín Giustinian, pudieron respirar tranquilos. Más de doce horas de confiada expectativa habían llegado a su fin y ahora tanto las “medidas fiscales paliativas y relevantes” como la Ley Bases que tanto anhela el gobierno de Javier Milei podrán llegar al recinto del Senado.
Aunque estarán disponibles para su debate la semana próxima, el reglamento del Senado establece que deben mediar siete días de publicación entre la firma del despacho y su tratamiento en el hemiciclo, la sesión en la que la Cámara alta discutirá ambos proyectos recién será convocada para el 12 o el 13 de junio. La demora obedece a la ausencia anticipada de algunos senadores propios y de la oposición dialoguista cuyos votos son vitales para que el oficialismo pueda aprobar en general el proyecto.
La discusión en particular es, por el momento, harina de otro costal. Con casi dos semanas por delante, el oficialismo tiene más tiempo para “porotear” los votos que tendrá cada artículo de ambas iniciativas. Como el proyecto ya sufrió modificaciones con relación a lo que aprobó Diputados en la maratónica sesión del pasado 30 de abril, no saldrán convertidos en ley, sino que volverán en segunda revisión a la Cámara baja.
Esto tampoco garantiza que los textos que oficialmente fueron presentados esta tarde salgan incólumes del debate por el pleno del Senado. La votación en particular sigue siendo un tema al que tanto Villarruel como el Poder Ejecutivo deberán prestar especial atención. De hecho, en el oficialismo de la Cámara alta son conscientes que algunos artículos corren serio riesgo de terminar rechazados en el recinto.
La restitución del Impuesto a las Ganancias es uno de ellos. A pesar de que el Gobierno cedió a los reclamos de las provincias patagónicas y aceptó reconocerles el diferencial del 22% por zona desfavorable en la base imponible del tributo, en los cuarteles de La Libertad Avanza todavía consideran que la cláusula corre serio peligro de ser rechazada.
Otro tanto ocurre con las empresas que el Gobierno pretende privatizar. Los negociadores de la Casa Rosada rechazaron quitar de la lista a Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios estatales de Radio y Televisión Argentina, reclamo en el que coinciden tanto senadores dialoguistas como el kirchnerismo, que se opone de plano a ambas iniciativas al extremo de considerarlas inconstitucionales. La resistencia en este tema también es fuerte y podría costarle al Ejecutivo todo el artículo que autoriza la enajenación de otras empresas.
Interna libertaria y pasos de comedia
La suerte de los proyectos cambió la noche de este miércoles con la llegada a la Cámara alta del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que tuvo que ponerle el cuerpo a una negociación de apuro para convencer a los últimos senadores díscolos que todavía se resistían a firmar los dictámenes y evitar, así, un nuevo fiasco legislativo del oficialismo.
La llave que terminó de destrabar todo fue la cesión del trato diferencial en Ganancias para la Patagonia, que desarmó el último bastión en el que se refugiaba el provincial José María Carambia (Por Santa Cruz), que era la firma que faltaba para que la Ley Bases reuniera la mayoría necesaria para tener dictamen de comisión. Con el santacruceño al fin encolumnado, llevaba dos semanas advirtiendo que iba a votar en contra, ya no hacía falta esperar a que Martín Lousteau (UCR-Capital) presentara su despacho alternativo.
Tenemos dictamen en la Ley Bases y en la Ley de Paquete Fiscal. Quiero agradecer el trabajo conjunto de los senadores y el Jefe de Gabinete y equipo, pero principalmente del grupo de trabajo del @SenadoArgentina que incluso de madrugada han trabajado y aportado su esfuerzo para… pic.twitter.com/m9NpnvRhNC
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) May 30, 2024
Pero no todo iba a ser tan fácil. En un paso de comedia inesperado, los colaboradores del área parlamentaria de Villarruel descubrieron que el cambio otorgado a Carambia les había hecho perder una firma en el dictamen de reforma fiscal. Es que la inclusión del nuevo artículo obligó a modificar la última página del texto, en la que varios legisladores ya habían estampado su rúbrica.
Sin embargo, a esa hora de la noche el radical Flavio Fama (Catamarca) ya no se encontraba en el Palacio. Tras haber estampado su rúbrica en disidencia parcial en el dictamen había partido con rumbo a la cancha de Boca para ver el partido por la Copa Sudamericana. Recuperar la firma del catamarqueño fue una de las causas que llevaron a que los despachos recién estuvieran listos esta tarde. La otra fue la reticencia de la chubutense Cristina, que recién sumó su apoyo luego de que su gobernador, Ignacio Torres, se quedara conforme con la promesa del Gobierno de que no eliminarán el beneficio en Ganancias para la Patagonia cuando el texto pase a Diputados.
Sin embargo, en medio del alivio y la alegría por lo que ya consideraban una misión cumplida, la noche en que la Ley Bases y la reforma fiscal obtuvieron dictamen no estuvo exenta de enojos y reproches que sacaron a la superficie la nada discreta interna oficialista.
En el círculo de confianza de Villarruel cayó muy mal las ambiciones de protagonismo del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que publicó un posteo con la “primicia” de que la Ley Bases ya tenía dictamen. “No están todas las firmas todavía, recién van a estar mañana”, repetían colaboradores de la vicepresidenta a quien quisiera escucharlos.
“No sé, no nos hacemos cargo de lo que tuitean otras personas”, respondían, enojados, cuando se les señalaba que el libertario riojano ya había dado por alcanzado el objetivo. Recién esta tarde, después de las 14.30, la Presidenta del Senado anunció por la red social X la presentación oficial de los dictámenes y le puso fin a cuatro semanas de agotador debate en comisiones. Pero, la historia continúa. Todavía falta el recinto, tal vez el desafío más difícil para una Villarruel que sabe que el Gobierno no le perdonaría el fracaso.
Otras noticias de Senado de la Nación
Más leídas de Política
"Guardia pretoriana". Preocupación en los intelectuales por la idea de crear “un brazo armado libertario” para defender al Gobierno
Análisis. Milei, entre Lula y el Gordo Dan
Polémica. Un diputado libertario impulsa un proyecto que prohíbe el cambio de género a condenados y menores de 18 años
"Ficha limpia". Fracasó la sesión para discutir el proyecto que preocupa al kirchnerismo