Tensión con Chile: en el Gobierno ven “motivaciones políticas” detrás del reclamo de Boric a Milei por el incidente fronterizo con los paneles solares
En la Casa Rosada y Cancillería pidieron disculpas y ya se comprometieron a corregir el error por la instalación de dos panales ubicados tres metros del lado chileno
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El sábado pasado, en un pasillo del salón donde se desarrollaba la cumbre por la Paz, en Lucerna, Suiza, el presidente de Chile, Gabriel Boric, le reclamó a su par argentino, Javier Milei, por los dos paneles donados por la empresa Mirgor e instalados, por error, tres metros del lado chileno de la frontera, como parte del Puesto de Vigilancia y Control de Tránsito Marítimo Hito 1 de Magallanes.
“El reclamo nos sorprendió a todos. El tema estaba y está en vías de solución”, coincidieron desde la Casa Rosada y la Cancillería, sin ánimo de escalar en el conflicto pero adivinando “motivaciones políticas” en el reclamo de Boric, hoy explicitado a los medios chilenos desde Francia, donde el presidente de Chile fue recibido por su par, Emmanuel Macron.
Desde Santiago de Chile, el embajador Jorge Faurie dijo a LA NACION que “se reconoció que fue un error de la empresa que los instaló, y que está en vías de solucionarse”. Desde el Gobierno y el Palacio San Martín, recordaron que el mismo viernes, Faurie envió una carta al embajador de Chile en el país, José Antonio Viera Gallo, asumiendo el error y afirmando que los dos paneles donados por la empresa del Nicolás Caputo y utilizados por la Armada argentina “serán removidos en cuanto las condiciones climáticas lo permitiesen”. También hablaron con Viera Gallo para transmitir el mismo mensaje la canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri.
Por eso, las palabras de Boric sorprendieron al gobierno argentino, sobre todo por el tono utilizado. “No es para tanto”, afirmó una fuente oficial, que creyó ver “motivaciones políticas” en la respuesta de Boric, que había sido criticado por la oposición por su reacción inicial al incidente. “Siempre tiene rédito mostrarse como defensor de la soberanía”, evaluó otra fuente diplomática nacional, que recordó que el propio presidente chileno es nacido en Punta Arenas, en el límite austral con Argentina.
“Tomamos conocimiento que la Argentina, al instalar una base militar en la región de la Patagonia, instaló unos paneles solares en territorio chileno. Recibimos una disculpa por parte de la Cancillería argentina, pero me gustaría manifestar de manera muy clara que con las fronteras no es algo con lo que se pueda tener ambigüedades y es parte del respeto entre países. Por lo tanto deben retirar esos paneles solares a la brevedad o lo vamos a hacer nosotros”, dijo Boric en París, antes de almorzar con el presidente Macron.
“Se lo comenté al presidente Milei y señaló que así se lo iba a mandatar a su ministra de Relaciones Exteriores. Me imagino que no vamos a tener problemas a respecto, pero es una señal equívoca, que no nos gusta así que exigimos que esto se resuelva en el más breve plazo posible e insisto lo vamos a hacer nosotros”, agregó Boric. Luego matizó sus dichos diciendo que con la Argentina tenemos una “excelente relación entre Estados” y pidió no hacer “una escalada de declaraciones ni tratar de ponernos creativos. Lo que hay que hacer es respetar las fronteras”, declaró el presidente chileno.
El tono utilizado por el presidente de Chile también fue rechazado por dirigentes cercanos al oficialismo. “La actitud (de Boric) está muy lejos de las necesidades y desafíos del futuro inmediato que nos exige a los dos países cooperación y no conductas propias de un nacionalismo aldeano. ¿Será que Boric agranda este irrelevante tema para tratar de esconder sus notorios problemas internos?”, afirmó a LA NACION Alberto Asseff, hasta diciembre presidente de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y actual colaborador de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Vínculo frío
Luego de la asistencia de Boric a la asunción de Milei en Buenos Aires, en diciembre pasado, el vínculo entre ambos presidentes se mantuvo frío, sin contactos, pero sin ataques desde ninguno de los dos lados. Tanto Faurie en Santiago de Chile como Viera Gallo en Buenos Aires utilizaron sus buenos oficios para encarrilar el vínculo bilateral, a pesar de las notorias diferencias ideológicas que separan a ambos presidentes.
El embajador chileno en Buenos Aires, que fue funcionario del gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973), suele dar en conversaciones privadas el ejemplo del diálogo fluido que el entonces presidente de Chile sostenía con su entonces par argentino, el general Alejandro Agustín Lanusse. “Somos vecinos, tenemos que hablar siempre”, comentaron desde la sede diplomática chilena en Buenos Aires, sin comentarios adicionales sobre el incidente fronterizo y con la intención de cerrar el conflicto. “En estos días se van a remover los paneles, el alambrado estaba mal puesto”, sostuvieron fuentes del Gobierno. Según pudo saber LA NACION por fuentes gubernamentales, la remoción del material lo va a hacer personal de la Armada bajo la supervisión de la empresa Auster, que fue la empresa subcontratada por Total Energies para la instalación de los paneles.
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