Tarifas: la intimidad de una pulseada que el Presidente le ganó a La Cámpora
Alberto Fernández impuso la mirada del ministro Martín Guzmán; la agrupación de Máximo Kirchner ratificó su rechazo con un video
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El nuevo cuadro tarifario para la luz y el gas, el último terreno en el que se dirimió el poder interno del Frente de Todos, quedó en manos del albertismo. Por primera vez en meses, el Presidente impuso su mirada sobre un tema clave para la vicepresidenta Cristina Kirchner y sus incondicionales. Nadie se quiso calzar el traje de ganador, menos aún como perdedor, pero hubo un clima de “satisfacción” entre los funcionarios más leales a Alberto Fernández.
“Lean la última carta de Cristina”, les dijo el Presidente a varios de los propios en los días previos al cierra de la negociación con el FMI. Fernández se refería a una frase en particular. “La lapicera no la tiene Cristina… siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el Presidente de la Nación. Y no lo digo yo, lo dice la Constitución Nacional. Que a nadie lo engañen sobre quién decide las políticas en la Argentina”, escribió la vicepresidenta el 27 de noviembre.
Si el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tensó al máximo la convivencia dentro del Frente de Todos, el capítulo sobre los aumentos de los servicios públicos, tema central para el relato kirchnerista, se convirtió en la piedra angular del enfrentamiento.
Después de varios meses de pulseadas, el Presidente finalmente resolvió avanzar con el esquema que le planteó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en detrimento del plan que había anunciado públicamente La Cámpora, la organización que lidera Máximo Kirchner y que hoy volvió a dejar en claro que mantiene fuertes diferencias con el Presidente por el entendimiento con el organismo multilateral de crédito.
A instancias del titular del Palacio de Hacienda, el Presidente descartó la segmentación de tarifas que habían preparado el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, y el interventor del Enargas, Federico Bernal, dos hombres clave del área energética que responden a Cristina Kirchner. “Es impracticable”, se había quejado Guzmán ante Fernández.
Pese a la derrota, desde La Cámpora relativizaron el triunfo del Presidente. “Todavía no presentó la letra chica”, dijeron desde el espacio. Mientras tanto, todos actúan como equilibristas. Eso se vio con claridad en las declaraciones que realizó Andrés Larroque, ministro de Kicillof y secretario general de la organización, tras la reunión que protagonizó con Fernández, el gobernador y el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.
En declaraciones a los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno, visiblemente incómodo, el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires evitó fijar una postura sobre el acuerdo con el Fondo. “Sabemos lo que significan estos seis años prácticamente de crisis, tanto por lo que significó el neoliberalismo en la Argentina y dos años pandemia”, buscó evadir la pregunta directo sobre si apoyaba la negociación. Después habló de “miradas y matices”. Ante la insistencia de los periodistas, Zabaleta salió en su rescate. “No hay ajuste, no hay tarifazos. Nos dejaron una bomba de tiempo, la tenemos que desactivar”, lanzó el ministro, uno de los albertistas puros.
Horas después, La Cámpora subió el tono de su rechazo al acuerdo del Gobierno con el organismo multilateral de crédito. “El Fondo Monetario Internacional ha actuado como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino”, dice Néstor Kirchner en un duro discurso contra el FMI.
Ni el Presidente ni sus principales colaboradores se sorprendieron con este gesto. Pero esperan que actúen con “responsabilidad” para allanar el paso del proyecto en el Congreso. Del otro lado, solo vuelve silencio. Al menos por ahora.
El día del Presidente fue intenso. Eran casi siete de la mañana cuando recibió el llamado de Martín Guzmán con la noticia que esperaba. “Aceptaron”, le dijo el ministro de Economía. La última batalla entre los negociadores era sobre una cláusula “política” que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó en las últimas horas. Sin margen de maniobra, el mandato del Presidente fue claro. “Sino ceden, no firmamos”, le dijo el titular del Palacio de Hacienda, quien transmitió el mensaje.
Después de participar de un acto en el Centro Cultural Kirchner por la tarde regresó a su despacho. Ahí, junto a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, punteó los últimos retoques del proyecto que enviará esta noche al Parlamento.
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