Tarde de lobby en la ciudad de los autos
La primera dama prometió a los ejecutivos germanos apostar a la "reindustrialización" de la Argentina
WOLFSBURGO, Alemania.- El lobby del suntuoso hotel Ritz de esta ciudad debe de ser el único en el mundo que tiene ventanales con vista a la chimenea gigantesca de una fábrica. Por esos salones, dentro del complejo industrial y recreativo de Volkswagen (VW), desfilaban ayer los máximos ejecutivos y accionistas de la automotriz, que querían hacer sentir a Cristina Kirchner una invitada de lujo.
Apenas pisó suelo alemán en Francfort por su gira de campaña y negocios de cuatro días, la candidata y su comitiva subieron a un jet privado acompañados por el presidente de VW Argentina, Viktor Klima, un ex premier austríaco que trabajó como pocos para el éxito de esta visita.
En media hora, estaba aquí, en la llamada "ciudad de los autos", una mezcla de parque temático y centro de ventas levantado alrededor de la fábrica de coches más grande del mundo. En el hotel del complejo, flameaban la bandera argentina, por ella, y la de Austria, por Klima y por Ferdinand Piëch, principal accionista individual de VW, jefe del directorio del grupo y heredero de la Porsche.
Cristina Kirchner describió a los ejecutivos su decisión de "apostar al proceso de reindustrialización de la Argentina", en el que augura un "papel fundamental" del sector automotor. Así lo relató el canciller Jorge Taiana después de la reunión de bienvenida, pasado el mediodía.
Allí, la empresa ratificó su plan de producción de una nueva pick up en su planta de Buenos Aires: hoy le mostrarán a la candidata el ultrasecreto prototipo del vehículo del cual esperan fabricar 90.000 unidades por año. También se habló de proyectos para invertir en investigación tecnológica, al menos según la versión oficial que -de acuerdo con la empresa- partió del lado argentino. Ese mismo relato indica que Piëch y Klima iniciaban algunas de sus preguntas con cuatro palabras: "Cuando usted sea presidenta "
Lejos de las tensiones electorales locales, la recepción en el mundo de Volkswagen significó un aterrizaje dulce para la esposa del presidente Néstor Kirchner, en una visita prevista para acercar vínculos con el poder económico y político de Alemania. La actividad formal empezará hoy, con una recorrida por la fábrica y una casi segura foto al volante de algún modelo impactante.
A la tarde, Cristina Kirchner disertará en Berlín ante la Cámara de Industria y Comercio de Alemania. Su cita protocolar con la canciller conservadora Angela Merkel del día siguiente es el momento más esperado por la comitiva.
"Tuvimos una reunión muy linda y productiva con la gente de la empresa. Es un buen inicio", dijo ayer Taiana, antes de la cena de honor en los salones del Ritz.
Eran las 19 en Alemania, y en el lobby del hotel los ejecutivos miraban la hora, ansiosos por empezar la cena y hablar en intimidad de negocios y política. Algunos llevaban medio día por ahí. En un sofá, Klima departía con Piëch y el alcalde de Wolfsburgo, Rolf Schnellecke. En otro, Martín Winterkorn (CEO del Grupo VW) y dos funcionarios de ceremonial.
Un pianista incansable creía amenizar la espera con temas pop y obligaba a todos a levantar la voz. "Vengan a ver si les gusta este lugar para la foto", ofreció un hombre de relaciones públicas de la empresa a la gente del equipo de televisión que viaja con la candidata. Los llevó a un pasillo poco adornado, con un atril para apoyar el libro de huéspedes ilustres que el hotel le quería hacer firmar. No gustó. Lo harían luego sobre la mesa del restaurante. Otra empleada de ceremonial argentina pasó corriendo por el lobby . "¡El agua, el agua!". No se inundaba nada: al rato volvió con cuatro botellitas del agua mineral que la senadora hace llevar donde sea que viaje.
Cuando Cristina Kirchner bajó de su habitación, la esperaban la cúpula de VW y el alcalde de Wolfsburgo, un hombre que no suele tener conflictos con la empresa, dicen aquí.
Se supo luego que Piëch y Klima hablaron de su ilusión por la posibilidad de un todavía lejano acuerdo Unión Europea-Mercosur, que podría revitalizar el comercio automotor.
Entre cortesía y cortesía, el heredero de Porsche prometió visitar pronto la Argentina y la candidata le respondió que lo recibirá con gusto. Ninguno usó el potencial, como si las elecciones de octubre fueran un trámite.
Las claves del viaje
Una agenda empresarial
- Alentada por la buena sintonía con los inversores, Cristina Kirchner imagina Alemania como un posible aliado poderoso para la Argentina. Ayer estuvo con el principal accionista de VW, Ferdinand Piëch (foto). Kirchner valora la chance de reunirse con Merkel, mañana.
- Alemania es el principal acreedor de la Argentina dentro del Club de París. Verá al ministro de Economía para buscar apoyo en el complicado plan de pago.
- La gira la aleja de la tensión electoral y le permite mostrarse con el poder del Primer Mundo 45 días antes de las elecciones
- Con sus visitas a industrias aceitará la relación del actual gobierno con los industriales alemanes.
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