Suspendieron a Avelín por mal desempeño
La Legislatura lo enjuiciará; asumió el vicegobernador
SAN JUAN.– Alfredo Avelín, un gobernador sobreviviente de la difunta Alianza en San Juan, fue suspendido anoche de sus funciones por sus ex socios y por el justicialismo, que, sin embargo, se abstendrá de integrar la administración interina que encabezará el hasta hace pocas horas vicegobernador, Ubaldino Acosta, del bloquismo.
La nueva coalición se expresó en los 16 votos en favor del enjuiciamiento (ocho justicialistas, tres del bloquismo, tres de la UCR, uno de Desarrollo y Justicia y otro, inesperado, de Cruzada Renovadora, oficialista) que derrotaron en la Sala de Acusación de la Cámara de Diputados sanjuanina a los siete votos negativos (dos de Cruzada Renovadora, dos radicales disidentes, un socialista popular y un miembro del Frente Grande).
Avelín tendrá 30 días para defenderse –ha dicho que no lo hará- del único cargo de incumplimiento de los deberes de funcionario público antes de que la Sala Juzgadora de la Cámara decida si será depuesto (para lo que se necesitan dos tercios de los votos), algo que aquí los dos bandos dan por seguro.
El gobernador suspendido acusó ayer de "traición" a los sindicatos estatales que presentaron el pedido de juicio político y lo impusieron con una marcha, de la que participaron 15.000 personas, y con una campaña de huelgas y toma de reparticiones oficiales que ha dejado sin clases durante 70 días a los estudiantes de las escuelas públicas.
Era el último sector al que le faltaba condenar. Antes se había peleado con el resto de la clase política local, el Poder Judicial, la cúpula de la Iglesia Católica y el gobierno nacional.
Todos, aun quienes se negaron a acusarlo, como el radical disidente Diego Seguí, coincidieron en que Avelín labró personalmente su destino y algunos aventuraron que incluso lo buscó.
"Llegó a esta situación para presionar a la Nación", sostuvo la presidenta de la Sala Acusadora, la diputada bloquista Nélida Monserrat.
"Desde julio de 2001, el gobierno de la provincia actúa como agente de retención, pero no deposita los fondos correspondientes a cuotas sindicales, obra social, seguros, etcétera", indicó.
No ha depositado al Banco San Juan los préstamos de los empleados públicos, ni 35 millones de pesos a la obra social de la provincia, ni los sueldos a los docentes desde hace cuatro meses, y el sistema de salud ha colapsado, según un informe del propio ministro del área.
Como resultado, sólo ha habido 47 días de clase en la tierra de Domingo Faustino Sarmiento a lo largo de este año y el ciclo lectivo 2001 "se cerró engañosamente con un examen", observó Monserrat ante LA NACION.
En su visión, Avelín "no ajustó, no ordenó, nos puso a la gente en contra del Poder Legislativo y el Poder Judicial", dijo, al acusarlos de corruptos y de negarse a adelantar las elecciones en la provincia.
El propio Seguí admitió a LA NACION que "Avelín se jugó a la intervención porque sabía que esto era imposible de manejar".
El gobierno de la Alianza, que encabezaba, recibió una deuda de 400 millones de pesos, que aumentó en 200 en el primer año. Cuando el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, impuso la política del déficit cero y acabó con el financiamiento, su colega provincial, el bloquista Enrique Conti, propuso a Avelín un plan de ajuste.
El gobernador replicó que no sería "el verdugo de los pobres". Conti renunció y la líder de la Unión Docentes Agremiados Provinciales (UDAP), Ana María López de Herrera, escribió una carta al gobernador, fechada hace casi exactamente un año, el 26 de agosto de 2001. "Le expresamos nuestro más cálido agradecimiento y nuestra más ferviente adhesión", dice y le garantiza que "en esta patriada usted cuenta con la docencia y con todo el pueblo trabajador sanjuanino como sus verdaderos escuderos", dispuestos "a acompañarlo hasta la victoria final".
Alianza rota
Esa nueva alianza se rompió cuando el Estado provincial se quedó sin dinero.
Comenzaron las protestas y los pedidos de juicio político: hubo tres antes que éste, cuyo final esperaban los gremios acampando en el parque frente a la Legislatura.
Allí, López aclaró a LA NACION que nunca habían acordado sostener al gobierno si no pagaba los sueldos, y advirtió: "Nosotros estamos en la calle y no vamos a aceptar ningún recorte de salarios ni levantar la huelga si el Estado no empieza a pagar".
El vicegobernador Acosta repondrá a Conti como ministro de Economía: un ajuste que parece inevitable, aun cuando el mandatario interino ha deslizado en privado que contaría con ayuda nacional.
Héctor Allende, secretario general de la Asociación de Personal Legislativo, lo puso en blanco sobre negro: "Necesariamente va a haber un ajuste. San Juan sólo sale con la verdad".
¿La aceptarán todos los aliados victoriosos de ayer?