Surgen dificultades para conformar el tribunal que definirá la suerte del juez mendocino Walter Bento

MENDOZA.- El nuevo paso ya está en marcha, pero con dificultades. Se trata de la conformación del nuevo tribunal que deberá sentar en el banquillo de los acusados al poderoso juez federal mendocino, Walter Bento, procesado por liderar una banda que cobraba millonarias coimas a cambio de beneficiar a presos vinculados a delitos de contrabando y narcotráfico. Tras finalizar toda la etapa de instrucción y elevar la megacausa a debate, se inició la designación de los magistrados que llevarán adelante el juicio. Pues bien, por estos días, comenzaron a surgir algunos inconvenientes con los trámites internos y sorteos para cumplir el objetivo de dictar sentencia contra Bento, lo que dilata todo el proceso.

Resulta que empiezan a ventilarse las vinculaciones de “amistad y enemistad” entre los camaristas del Tribunal Oral Federal N°2, nombrados para comandar la etapa final del litigio. De esta manera, ya son dos los magistrados que se bajaron del debate, Pablo Salinas y Héctor Cortés, quienes dejaron expresa su “enemistad manifiesta” con Bento. En tanto, el tercer juez, Roberto Naciff, con cierta simpatía y acercamiento a Bento, es el único que sigue en carrera y no define todavía qué hacer, aunque en los próximos días podría haber novedades, ya que suena alguna recusación en puerta, indicaron a LA NACION altas fuentes de la Justicia Federal. En este sentido, sería el propio Ministerio Público Fiscal el que finalmente solicite el apartamiento del camarista.

Bajo este escenario, donde intercederá la Cámara de Casación Penal de la Nación, se hace imperioso continuar con los nombramientos, sobre todo porque hay un grupo importante de detenidos e imputados en la misma causa, entre ellos contrabandistas y abogados, que también exigen que se acelere el juicio y se conozca su futuro procesal. Por eso, el paso siguiente será la convocatoria del Tribunal Oral Federal N°1, compuesto por Alejandro Pigna, Paula Marisi y Alberto Careli. Si en esta instancia también se presentan apartamientos o recusaciones, se realiza un nuevo sorteo con jueces de tribunales orales de la jurisdicción, que en este caso es Cuyo. Por eso, está la posibilidad que Bento sea juzgado por magistrados de San Juan y San Luis, donde hay un TOF en cada provincia.

En cuanto a la enemistad de Cortés y Salinas se conoció que presentaron notas para apartarse del proceso. El primero, indicó que inicialmente mantuvo un vínculo con Bento y su esposa, Marta Isabel Boiza, quien también está procesada en el expediente, pero con el paso del tiempo esa relación se descompuso. En el caso de Salinas, su distancia y diferencias con Bento tienen que ver, principalmente, con recurrentes denuncias que realizó como defensor de los organismos de derechos humanos en los juicios por delitos de lesa humanidad.

Así, con este panorama, por ahora incierto, poco se sabe de la fecha del inicio del juicio. Fuentes consultadas por LA NACION entienden que antes de fin de año ya debería estar conformado el nuevo tribunal, o al menos, inmediatamente después de la feria judicial, por lo que estiman que entre marzo y abril podrían iniciarse el debate, con Bento sentado frente a quienes decidirán su suerte.

Luego de concluir la instrucción, en manos del fiscal Dante Vega, y del pedido de elevación a juicio, a cargo del juez Eduardo Puigdéngolas, quedó allanado el camino para que la Justicia federal avance contra Bento, quien enfrenta 15 casos de coimas y 10 casos de incumplimiento del deber. En la causa hay 29 imputados por asociación ilícita y cohecho; en tanto, el juez Bento enfrenta además cargos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

Por su parte, esta semana se aguardan novedades en el Consejo de la Magistratura, a la espera del dictamen de la Comisión de Acusación, que preside el legislador de Pro, Pablo Tonelli, quien el viernes próximo dejará de ser consejero, a raíz del recambio tras las elecciones. De ahí, el apuro interno en el cuerpo para que, al menos, se pueda disponer ese documento que luego deberá ser sometido al pleno del Consejo. De aprobarse estas instancias, el magistrado federal quedaría suspendido en su cargo, y recién el año que viene, posiblemente antes del juicio penal, se realizaría el jury de enjuiciamiento que podría terminar con la destitución, lo que habilita la posibilidad de quedar detenido.

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