Stanley habló de la protesta de Grabois y criticó el "uso político del tema social"
La ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, dijo hoy que el Gobierno no hace "política social por un voto" y se quejó del "uso político de la situación social", al referirse a los incidentes en una protesta de las organizaciones sociales en el Obelisco el 9 de julio, en el que estaba el dirigente kirchnerista Juan Grabois.
"Nosotros no hacemos política social por un voto", dijo Stanley en una entrevista con la agencia Télam. "Cuando tenés pasión por lo que hacés, el voto es lo de menos. Yo me defino como circunstancialmente política, estoy acá por mi trabajo con lo social", agregó la funcionaria.
En alusión a su gestión en el gobierno porteño, Stanley continuó: "En la ciudad de Buenos Aires nunca pedí un voto por una política social, y quienes nos votan más son los barrios del Sur y los más pobres. La gente no necesita que la extorsiones por un voto, necesita saber que estás acompañando su situación, que la vas a transformar, y que vas a seguir ahí, no importa a quién vote".
Nosotros no hacemos política social por un voto
Consultada sobre los incidentes del pasado 9 de julio, que provocó un cruce entre el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Grabois, la ministra respondió: "Separo siempre la situación social y el uso político de esa situación social. Desde que llegué dialogué con absolutamente todos los sectores. No se puede en medio de la campaña, tratar de instalar una carpa sin permiso y generar conflicto, cuando hay una historia de organizaciones que siempre protestaron, con marchas que empiezan y terminan, y nunca hubo problema. Ahora se busca usarlo para la campaña, y pido que así como nunca usé el ministerio con intencionalidad política, los otros no lo hagan, porque la cuestión social está por encima de lo partidario".
Stanley, encargada de dar las mediciones sobre la pobreza, consideró que "lo peor que podríamos hacer es renunciar a la batalla de reducir la pobreza, que fue lo que nos pasó cuando decidieron anular el Indec para inventar otras cifras y decir que teníamos menos pobreza que Alemania".
Por otro lado, la ministra consideró que en materia de política social el cambio más profundo de esta gestión "es haber terminado con el clientelismo".
"Las familias que hoy son pobres no tuvieron las mismas oportunidades que las demás. A ellos el Estado tiene que acompañarlos, y ese es un derecho, no puede ser una extorsión", dijo.
En ese sentido, aseguró que en la gestión anterior "los planes se daban a cambio de ir a marchas, o se quedaban con un porcentaje o lo decidía el puntero a dedo", mientras que hoy "para recibir un plan hay que pasar por una oficina del Estado donde todos tienen el mismo derecho, y se recibe sin intermediarios".
Además recordó que ahora a los beneficiarios "se les pide capacitarse, o terminar el secundario, fundamental para conseguir un trabajo", y marcó que su gestión concibe esto "como una herramienta para que esa persona gane su ingreso con un trabajo en un futuro".