Sorpresa en Misiones: Carlos Rovira, el mandamás provincial, deja un cargo clave tras 24 años al frente del poder
A los 67 años, dejará de presidir la Legislatura sin buscar su reelección y en su lugar irá el actual gobernador Oscar Herrera Ahuad; analistas lo ven como el inicio de un retiro estratégico.
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POSADAS. Como una verdadera bomba política en un posteo efectuado hoy en su cuenta de X (exTwitter) el jefe del Frente Renovador de la Concordia y máxima autoridad política de Misiones desde hace casi un cuarto de siglo, Carlos Rovira, anunció que dejará de ser presidente de la Legislatura provincial este domingo.
A las 12.30 Rovira comunicó: “Voy a proponer a Oscar Herrera Ahuad para que presida la Cámara de Representante de Misiones”.
El anuncio sorprendió a todos, incluida la política local y al propio Herrera Ahuad, quien deja su cargo como gobernador el domingo y ya había tomado posesión de la oficina de vicepresidente de la Legislatura en el Anexo. El gobernador y médico pediatra también se enteró en ese posteo en las redes de su futuro rol.
Rovira es el jefe del Frente Renovador de la Concordia, el partido provincial que con absoluta hegemonía maneja la política de la provincia desde hace más de 20 años. Llegó al poder en 1999 como gobernador y delfín de Ramón Puerta, a quien años después terminó traicionando.
Tras sus ocho años (dos mandatos) al frente del Ejecutivo, quiso reformar la Constitución provincial para extender su permanencia en el cargo y en un histórico plebiscito considerado “caso testigo” en todo el país, los misioneros le dijeron “No” a la reelección indefinida.
Pero supo reinventarse y salir fortalecido al descubrir en la Cámara de Representantes el lugar ideal para manejar el poder, sin el desgaste de la gestión y concentrando las decisiones importantes, desde la designación de los tres gobernadores que lo sucedieron, y le respondieron incondicionalmente, hasta la elaboración del presupuesto de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El domingo volverá al cargo de gobernador Hugo Passalacqua, que fue la solución de compromiso que encontró Rovira para salvar un problema colateral que genera su modelo hegemónico: en Misiones escasean figuras y liderazgos, porque todos prefieren hacer una carrera a partir de la obediencia y repitiendo el discurso oficial y los lineamientos que baja el líder.
Tiempos de cambios
Según las opiniones de dirigentes del oficialismo y la oposición consultados por LA NACIÓN, nada cambia para Rovira con la novedad de hoy, ya que seguirá manejando las riendas de la provincia, aunque cada vez con más cambios en la forma de gerenciar su espacio político.
Para algunos, este paso al costado es una retirada estratégica, producto del desgaste de estar 24 años ininterrumpidos al frente del poder, y también, como forma de interpretar los vientos de cambio que pide la sociedad, especialmente las nuevas generaciones.
Rovira no es popular en Misiones, más bien es respetado, temido o reverenciado. También es objeto de críticas que casi nunca se hacen abiertamente.
En cambio, Herrera Ahuad es el dirigente con mayor popularidad de la provincia, que no pudo ser reelecto por una cláusula de la Constitución que le impide repetir por haber sido vice en 2015-2019.
“Es el mejor gobernador de la Argentina 2020-2023. Ciudadano querible, excelente profesional y político perdurable”, lo definió Rovira, en su posteo del mediodía.
La llegada de Herrera Ahuad, un médico pediatra que logró una cercanía con la gente pocas veces vista en estos tiempos de hartazgo con los dirigentes tradicionales, también augura para algunos la posibilidad de ver en el gobernador a un posible sucesor.
Otro que suena como posible continuador de Rovira es su hijo, Ramiro, contador público de 29 años, que empezó a acompañar a su padre en tres o cuatro apariciones de alto impacto antes de las elecciones. Dicen que Rovira no confía en nadie más y sobran los dedos de una mano para contar a las personas que lo tratan cotidianamente.
Como todos los que tienen una gran cuota de poder, su círculo se fue achicando de manera inversamente proporcional a la consolidación de su liderazgo.
Algunos ahora dudan de que una figura acostumbrada a hablar desde el púlpito del espléndido recinto Legislativo o en las pocas conferencias que convoca al año para bajarle línea a la tropa, vaya a asumir como diputado provincial raso el próximo domingo.
Rovira fue reelecto para un nuevo mandato como legislador y todos esperaban que en cuatro días más los 40 diputados provinciales (salvo algún díscolo que siempre puede aparecer) lo ratificaran para otro año en ese cargo, que para el mismo Rovira tenía un valor simbólico muy grande.
“Mi dedicación plena a la conducción de la Renovación NEO e Innovación Federal, redundará en ideas, pensamientos y acciones disruptivas y creativas en beneficio de todos los misioneros, imprescindible en estos tiempos”, señaló la carta pública divulgada hoy.
“Es difícil imaginarse a Rovira en el trabajo de comisiones, al que debe acudir obligatoriamente y estaba exceptuado por su cargo de Presidente”, explicó a LA NACIÓN, el exdiputado radical Javier Mela.
Una posibilidad que barajaban varios dirigentes por estas horas es que Rovira no llegará a asumir como diputado o renunciará apenas se calmen las aguas y todos se acostumbren a que ya no estará al frente.
“También podría asumir el rol de vicepresidente, haciendo un enroque con Herrera Ahuad”, razonó Mela, que conoce los pasillos de la Legislatura.
Otros ven en la jugada de Rovira, una búsqueda de la adaptación a los nuevos tiempos de cambio. En Misiones, Javier Milei también arrasó sin siquiera llevar una boleta con dirigentes locales que la militaran, ni fiscales que cuidaran sus votos.
La Renovación había desdoblado las elecciones provinciales y retuvo el poder sin problemas el 7 de mayo. Pero a partir de las PASO a Rovira le empezó a llegar también el mensaje de un cambio de parte de los misioneros.
“En el Congreso de la Nación vamos a votar a los candidatos del Senado (Francisco Paoltroni) y de la Cámara de Diputados (Martín Menem) propuestos por el partido del presidente electo, respetando la voluntad popular”, avisó, el jefe de la Renovación, que había jugado fuerte por Sergio Massa, pero sin ocultar su distanciamiento de Cristina Kirchner.
“Sorprende en el marco de la altísima concentración de poder a la que nos tiene acostumbrados el conductor de la Renovación. En la práctica, no modifica nada. Además, debe estar cansado de dirigir la escribanía en la que convirtieron la Legislatura provincial”, comentó el diputado nacional de JxC, Alfredo Schiavoni, uno de los pocos que critican a Rovira a cara descubierta.
Si no llega a asumir como diputado, Rovira evitará cruzarse con Pedro Puerta, el hijo del expresidente y mentor político de “el ingeniero” como lo llaman muchos.
Puerta también asumirá su banca de diputado provincial, es uno de los dirigentes ascendentes de la oposición. Fue el primero en apoyar a Milei apenas ganó en las elecciones del 22 de octubre.
“Con su salida, Rovira le quita a la oposición un argumento que caracterizaba su perfil de caudillo. Algo que de algún modo era elemento aglutinante de los opositores”, agrega Schiavoni.
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