Sorpresa en Francia por un pedido para que Karina Milei asista a la inauguración de los Juegos Olímpicos

PARIS.– El presidente Javier Milei estará esta semana en París para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos y participar de una reunión bilateral con Emmanuel Macron, obtenida a último momento. El viaje del mandatario argentino estuvo precedido de numerosas informaciones que las autoridades francesas “corrigieron” diplomáticamente, con versiones diferentes.

“La reunión bilateral con el presidente Macron fue aceptada recién esta mañana (martes) por la Presidencia francesa. Curioso que en Buenos Aires se confirmara el lunes por la noche”, ironizó una fuente del palacio del Elíseo. Y si bien suele ser de bonne guerre (legítimo) ponerse los laureles antes de ganarlos, esa reunión fuera de lo común en el contexto de los Juegos Olímpicos se debió a los esfuerzos desplegados por el embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, que movió cielo y tierra entre sus múltiples contactos en el entorno presidencial y el ministerio de Relaciones Exteriores francés.

Siempre en materia de protocolo, fuentes del ministerio de Relaciones Exteriores francés siguen aún asombrados por la anunciada presencia de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, en los actos de inauguración de los Juegos el viernes por la noche. La gran incógnita ahora será si Karina Milei acompañará a Milei a la bilateral que debería realizarse el viernes, probablemente antes de la gran recepción que organizó la presidencia para todos los jefes de Estado y de gobierno en el palacio del Elíseo ese mismo día a las 16.30, para después dirigirse todos hacia el sitio donde asistirán a la inauguración oficial de los Juegos, a orillas del río Sena.

Fuentes del Eliseo también dieron una visión diferente sobre la anulación del viaje previsto por Javier Milei a París en junio pasado. En la Casa Rosada se había informado que fue cancelado por problemas de calendario del presidente argentino. En París reconstruyeron otra versión. “La visita fue cancelada por la presidencia francesa. El país se hallaba en vísperas de las elecciones europeas, con el triunfo en ciernes de la extrema derecha, y ni Macron ni ningún otro líder de las grandes democracias europeas —salvo la italiana Giorgia Meloni— podían permitirse una foto con Milei, amigo justamente de la primer ministra postfascista, de Donald Trump, de Elon Musk y de toda la extrema derecha del planeta”, señalo Jean-Yves Camus, especialista de la extrema derecha.

A su juicio, es curioso el “forcing” del gobierno argentino por aparecer como uno de los preferidos del presidente francés, cuando ideológicamente están en las antípodas.

“Nadie ignora que Macron no puede verse con Meloni, ni con Trump, ni con Orban… No veo cómo podría simpatizar con Milei, que llegó a decir que fue él quien influyó en los buenos resultados de la extrema derecha en las europeas”, agrega, subrayando que las buenas costumbres requieren que, en diplomacia, la gente siga saludándose cortésmente, aunque se deteste.

“Esta noche, en una entrevista televisada, el presidente Macron criticó a los diputados de extrema izquierda que se negaron a dar la mano a sus homólogos de extrema derecha la semana pasada, durante la votación para elegir la presidencia de la nueva Asamblea Nacional. ‘Se pierde el civismo cuando uno actúa de esa forma’, dijo. Imagine usted lo que piensa del discurso habitual de su par argentino”, concluye.

El viaje de Milei a París se produce luego de la polémica suscitada en las últimas horas por las declaraciones de la vicepresidente, Victoria Villarruel, quien acusó a Francia de “colonialista”, tras una disputa futbolística iniciada en las redes sociales por un canto de la selección argentina. La actitud de Villarruel fue públicamente desaprobada por el presidente argentino, mientras su hermana fue personalmente a pedir disculpas el jueves pasado a la embajada de Francia en Buenos Aires.

Último motivo de desconcierto para la diplomacia francesa es la visita de un grupo de diputados libertarios a detenidos en el penal de Ezeiza, donde se encuentra Alfredo Astiz —entre otros condenados por crímenes de lesa humanidad-. Para los franceses, Astiz es un símbolo del régimen militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 porque tuvo un papel principal en la desaparición de dos religiosas francesas, Alice Domon y Léonie Duquet en diciembre de 1977. El lunes, un comunicado de la Asociación de los Franceses Desaparecidos en Argentina, denunció la visita de cinco diputados de La Libertad Avanza a esos detenidos, recordando la doctrina de este país en materia de derechos humanos: “Francia no olvida”.

Aunque no hay confirmación sobre lo que tratarán ambos presidentes, fuentes diplomáticas consideran “posible” que ese sea uno de los temas que incluya lo que debería ser una apretadísima agenda bilateral entre ambos jefes de Estado.

El presidente Milei, su hermana y el secretario de Deportes, Daniel Scioli, estarán de regreso en Buenos Aires el sábado 27 por la noche.

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