Solo en Off: Hernán Lombardi, el “tapado” en el pádel de Mauricio Macri en Pinamar
Contento y algo nostálgico por volver a recorrer lugares conocidos de su infancia y adolescencia, como el complejo de departamentos que su padre, Franco, ideó en los años ochenta, Mauricio Macri estuvo este fin de semana en Pinamar, siempre escoltado por su exsecretario de Medios Públicos Hernán Lombardi. Convertido en parte de su mesa chica desde hace tiempo, Lombardi alojó a Macri en su casa, cercana a la playa en el centro de la ciudad balnearia, y lo acompañó a las actividades con concejales locales y las recorridas por la renovada costa de Pinamar, organizadas por el intendente local, el también macrista Martín Yeza.
Acostumbrado a coincidir con los análisis críticos de Lombardi sobre el gobierno nacional y la cuarentena, y también sobre la actitud de los "dialoguistas" de Juntos por el Cambio, encabezados por Horacio Rodríguez Larreta, el expresidente se sorprendió sin embargo con una faceta desconocida del siempre histriónico exfuncionario: sus aptitudes como jugador de pádel.
"Cuando llegó le pregunté si quería que le acercara un libro, a modo de broma. Pero la rompió", contó admirado Yeza luego del partido, en el que junto a Macri enfrentaron a Lombardi y un ocasional acompañante.
Competitivo y con las rodillas en buen estado a pesar de las sucesivas operaciones, Macri logró ganarle el primer match a su exfuncionario, pero perdió el siguiente ante dos jóvenes amigos del intendente, que no tuvieron piedad con los pergaminos de sus rivales.
De todos modos, y más allá de su bronca por la derrota, Macri dejó en claro que está con ganas de seguir influyendo en la estrategia política de Juntos por el Cambio, y sigue pensando –como otros dentro de Pro, enrolados en el sector de "halcones"– que la actitud de Rodríguez Larreta fue "ingenua" ante un Gobierno que esta semana avanzó con la quita de fondos a la ciudad en el Congreso. "Al final, Mauricio es el que mejor está leyendo lo que pasó y lo que pasa", concedió uno de sus exfuncionarios, hoy también cercano a Rodríguez Larreta.
Insfrán y Zamora, a las risas en la reunión que buscó limitar a Larreta
El reencuentro en Casa Rosada del presidente Alberto Fernández con los gobernadores para firmar el Consenso Fiscal tuvo algunos condimentos adicionales, más allá de que también en esa reunión los mandatarios le pidieron al Presidente enviar una ley para suspender las PASO nacionales de agosto.
Algún distraído se sorprendió cuando el chaqueño Jorge Capitanich leyó un texto previamente acordado en el que justamente pedía la suspensión de las internas, pero nadie se opuso en voz alta, ni siquiera el radical correntino Gustavo Valdés, mientras el mendocino Rodolfo Suarez solicitaba que las internas se hicieran solo en los distritos con más de una lista para competir.
Contentos por el clima de acuerdo, el eterno gobernador formoseño Gildo Insfrán y el santiagueño Gerardo Zamora (que lleva quince años de poder compartido con su esposa) matizaron la espera con bromas y chicanas, con eje en Horacio Rodríguez Larreta, el único que decidió no asistir y que seguirá su reclamo por los fondos en la Corte Suprema. "Macri le había dado demasiado y Larreta hizo mal en levantarse de la mesa", reflexionaba un gobernador que también se rio con Insfrán y Zamora.
En la costa todos quieren ver a Aníbal Fernández, candidato a ministro
Se sabe que el poder, o la cercanía con el poder, ejerce una atracción fundamental para todo dirigente político, y los peronistas bonaerenses no son precisamente la excepción. Sabedores de que Aníbal Fernández pasará algunos días en su casa en Cariló durante el verano, varios dirigentes del PJ ya se anotaron para visitarlo en un escenario relajado, e intentar de ese modo mejorar sus vínculos con el hoy interventor de Yacimientos Río Turbio, convertido en enfático defensor de políticas oficiales y crítico impiadoso de la oposición.
"Como suena para ocupar un lugar en el gabinete, todos lo quieren ver", comenta un dirigente pinamarense en relación al exjefe de gabinete, que hace un año perdió por un puñado de votos en la interna peronista por una banca de concejal por Pinamar.
Otro que repetirá en playas cercanas es Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, habitué del renovado balneario CR, al que llega cada año junto con su esposa Malena Galmarini, familiares y amigos de la política, con eje en la provincia de Buenos Aires. "Va a ir y venir durante enero", contaron cerca del titular de la Cámara baja, otro de los dirigentes que disfruta de la rosca política cerca de las olas.
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