Solo en Off: mientras el dólar ardía, el mundial de Pelota Vasca copaba la Casa Rosada
Macri y Fernández, cerca pero sin hablarse; Bullrich se siente “paloma” y el embajador de Brasil confiesa su amor por Talleres de Córdoba
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Promediaba la mañana del miércoles, y el dólar tocaba la angustiante barrera de $800 la unidad, cuando una delegación con caras desconocidas llegó a la Casa Rosada.
El presidente de la Federación Internacional de Pelota Vasca, Xavier Cazaubón; su par argentino, Pablo Lambardi; el presidente del Comité Olímpico, Mario Moccia, y funcionarios nacionales atravesaron raudos los pasillos vacíos de la casa con emoción apenas disimulada: se aprestaban a firmar, en el salón Eva Perón del primer piso y con la presencia del presidente Alberto Fernández, el convenio formal con la provincia de San Luis para la realización del campeonato mundial de esa disciplina, a realizarse en 2026 en territorio puntano.
Inés Arrondo, secretaria de Deportes y exjugadora del seleccionado de hockey femenino, fue la organizadora de la movida, a la que se sumó con gusto el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que en diciembre se despedirá de su cargo luego de cuatro décadas de dominio compartido con su hermano Adolfo sobre la política puntana.
Voceros del ministro de Turismo y candidato a legislador porteño, Matías Lammens, mostraron cierta sorpresa, porque la cita no figuraba -ni figuró- en su agenda, en un día al borde de un ataque de nervios para el ministro-candidato Sergio Massa y todo el oficialismo.
“El acto era importante, el contexto no era el mejor”, describió de modo discreto uno de los asistentes al cónclave, que no figuró en la agenda oficial y al que finalmente -y por una decisión de último momento- no llegó el Presidente, a pesar de que se encontraba en su despacho y de que en noviembre del año pasado dio su caluroso apoyo a la realización del mundial.
“Alguien se dio cuenta del papelón que iban a pasar y le aconsejó a Alberto que no participara”, comentaron fuentes con conocimiento del evento, que fue criticado por el gobernador electo de San Luis, Claudio Poggi.
“Como gobernador electo no tengo ninguna información de cuánto le costará a los sanluiseños. Será otro tema a revisar el 10 de diciembre”, prometió Poggi, enojado porque el torneo, que contaría con el mejor jugador del mundo, el puntano Alfredo “Puly” Villegas, se realizará durante su mandato sin aviso ni consulta previa del gobernador.
Alberto Fernández y Mauricio Macri, cerca y lejos en Paraguay
La imagen, que no se daba desde hace varios años, fue fruto de la casualidad y contrastó con la pésima relación (no relación, en realidad) que ambos sostienen desde hace años. El presidente Alberto Fernández y su antecesor, Mauricio Macri, compartieron (de algún modo y sin hablarse) la asunción de Santiago Peña como nuevo presidente de Paraguay. Quiso el destino que el ceremonial encargado de los mandatarios extranjeros los ubicara a poquísimos metros uno del otro, casi sin poder evitarse, durante la larga ceremonia en la que Peña recibió de manos de su antecesor, Mario Abdo, el poder del vecino país.
Algunos invitados notaron, y así lo contaron, que Fernández estuvo parado, junto a su par chileno Gabriel Boric, durante largo rato, metros por delante de Macri, quien siguió las alternativas de la asunción con un rictus serio y sin acercarse a saludar al Presidente, quien suele culparlo en cada discurso por el acuerdo con el FMI. “Ni se saludaron”, afirman cerca de ambos, deseosos de que esa foto de fortuita unidad no se hubiera producido.
El embajador de Brasil y su fanatismo cordobés
Recién llegado a Buenos Aires, aunque ya en su tercera misión diplomática en el país, el flamante embajador brasileño Julio Glinternick Bitelli fue el protagonista de una cálida bienvenida, organizada por el relacionista Ariel Blufstein, en los salones del hotel Intercontinental.
El embajador de Israel, Eyal Sela; los diplomáticos Erán Nagan (UE) y Abigail Dressel (Estados Unidos); empresarios como Eduardo Elsztain (Irsa) y Natalio Grinman (CAC), fueron algunas de las personalidades que saludaron a Bitelli, quien siempre amable habló de “una Argentina con esperanza en el futuro, a pesar de las dificultades”, y agradeció los gestos de apoyo.
Fuera de micrófono, el diplomático aseguró que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva “está mucho mejor luego de un inicio difícil por la herencia que dejó Jair Bolsonaro” y reconoció un amor insólito y casi desconocido por el club Talleres de Córdoba, “Tienen una amistad con mi club, el San Pablo. Y se comportan bien, dejan los vestuarios limpios antes de irse”, contó, divertido, el embajador.
Lilitos y mileistas se retan a duelo en la ciudad
El huracán Javier Milei sorprendió a todos el domingo pasado, y la ciudad de Buenos Aires, a pesar de que la performance de sus candidatos no fue tan espectacular, no podría considerarse una excepción.
Con Jorge Macri y Martín Lousteau disputando la jefatura de gobierno, Juntos por el Cambio sostuvo con comodidad su bastión, aunque Ramiro Marra, con casi el 13 por ciento de los votos, se transformó en referente ineludible del distrito, y lo mismo Eugenio Casielles, exoperador lavagnista, legislador porteño, candidato y armador junto a Marra de Milei en la ciudad.
Días antes de la elección, Casielles recibió un reto formal a un debate público, de manos de Facundo del Gaiso, legislador porteño por la CC-ARI y cabeza de lista para esos mismos cargos de Juntos por el Cambio en las PASO. “Armemos un debate, dale”, le dijo Del Gaiso en tono coloquial.
Un desafío que Casielles aceptó, pero siempre y cuando haya un tercer actor: el hoy ministro de Turismo Matías Lammens, que encabezó las listas de Unión por la Patria en una elección, que no dejó buenos resultados para el oficialismo.
Desde el domingo, Bullrich se siente “paloma”
Agitada fue la semana de Patricia Bullrich, quien tuvo poco tiempo para festejar su resonante triunfo sobre Horacio Rodríguez Larreta en la interna de Juntos por el Cambio y debió concentrarse, ya, en la pelea mediática con Javier Milei, el candidato más votado en la noche del domingo.
Quienes comparten la cotidianeidad con la exministra de Seguridad y ya candidata presidencial de Juntos por el Cambio aseguran que se tomó con humor la irrupción estelar de Milei, quien ya la criticó duramente y hasta parece querer disputarle el “amor” del expresidente Mauricio Macri.
“¿Vieron? Al final resulta que me convirtieron en una palomita”, bromeó la expresidenta de Pro ante sus íntimos, convencida de que el diputado libertario “se irá al pasto” con sus propuestas extremas.
Bromas al margen, escuderos de Bullrich defendieron luego de las PASO la consigna “somos todo, o no somos nada”, una de los eslóganes más fuertes de su campaña. “Visto y considerando lo que pasó con Milei, nos quedamos cortos”, destacaron voceros del bullrichismo, convencidos de que la sociedad aceptó el mensaje.
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