Solo en Off: la boda de una ministra Pro y un exalbertista porteño

Ella es un auténtico cuadro larretista, que ganó visibilidad en los últimos tiempos con su férrea postura en favor de las clases presenciales y en frontal oposición a los gremios docentes y no pocos dirigentes kirchneristas en la ciudad. Él, en tanto, es un experimentado dirigente con base peronista porteña, que supo acompañar al hoy presidente Alberto Fernández en otras épocas, que desde hace años milita en las huestes de Cambiemos y sueña, desde su puesto de funcionario, con ser intendente de Lanús en 2023.

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y el jefe de Gabinete y secretario de Seguridad del municipio de Lanús, Diego Kravetz, son una pareja más que conocida en la política del AMBA, aunque a su relación afectiva, de 14 años y con dos hijos de por medio, le faltaba todavía pasar por el Registro Civil. El casamiento, ya confirmado, se dará a principios de 2022, y si bien no se planea una fiesta fastuosa, sino un módico brindis (al menos por ahora) luego del casamiento legal, la boda tendrá invitados importantes. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ya figura entre los invitados claves, al igual que Néstor Grindetti, el intendente de Lanús (ayer macrista, hoy larrretista), que ya hizo trascender que apoyaría a Kravetz para que sea su sucesor en esa localidad bonaerense.

El actual director del Complejo Teatral Buenos Aires, Jorge Telerman, a quien Kravetz acompañó en varias aventuras como su candidatura a diputado de 2011 cuando se divorció del kirchnerismo, también podría ser de la partida.

¿Y el Presidente? “No creo que esté invitado, hace mucho que no hablan”, dijeron cerca del funcionario municipal, aunque algún viejo amigo de sus tiempos peronistas (Kravetz apoyó la reelección de Aníbal Ibarra en 2003 y presidió el Partido de la Victoria hasta 2009) se dará una vuelta, al menos por el Registro, para tan alegre cita.

Cafiero sumó horas militantes, pero la zumba fue su límite

Recién llegado de la gira presidencial por el G-20 en Italia y la cumbre del clima en Escocia, el canciller Santiago Cafiero entró rápidamente en modo campaña. Al igual que otros miembros del gabinete (Eduardo de Pedro y Matías Lammens conformaron una curiosa pareja para las recorridas por el interior del país), durante el caluroso jueves el canciller repartió su agenda oficial con un encuentro militante en la localidad de Moreno, junto con 500 promotoras de género y la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, invitado por la intendenta Mariel Fernández.

El atuendo (traje y corbata azul con más de treinta grados) no lo favorecía del todo, pero cerca suyo afirmaron que, “como venía de entregar premios a empresarios pymes y no tuvo tiempo para cambiarse, siguió con el traje”.

Tanta pasión militante tuvo un límite cuando las organizadoras lo invitaron a moverse y bailar zumba con una profesora. “Dijo que no porque se tenía que volver a la Cancillería, pero les prometió que la próxima sí iba a tomar la clase y bailar”, se rieron cerca del canciller.

Un Nosiglia, muy cerca de sumarse al gobierno larretista

Rumores varios y de todos los colores corren por estos días por la luminosa sede gubernamental porteña de Parque Patricios, y tienen que ver con cambios e incorporaciones al elenco que acompaña a Horacio Rodríguez Larreta en la gestión de la ciudad. Las versiones hablan de distintos ministros y secretarios que, según el jefe de gobierno, habrían cumplido su ciclo, y también de aliados radicales que se incorporarían al gobierno, en otro gesto de Rodríguez Larreta y su plan “todos contentos” de cara a 2023.

Juan Nosiglia, legislador porteño e hijo del histórico dirigente y operador radical Enrique “Coti” Nosiglia, tiene, según fuentes bien informadas, todas las fichas para asumir en el área de Deportes del gobierno porteño, y junto a Inés Gorbea (a quien también se menciona para un cargo en el Ejecutivo porteño) forman parte del bloque Evolución, cuyo referente nacional es Martín Lousteau.

“Está avanzado, pero aún no cerrado”, se atajan con prudencia desde la UCR de la ciudad, donde Larreta y Lousteau sostienen un acuerdo que llega, al menos, hasta las próximas presidenciales. Desde la UCR también niegan que el histórico Coti, que junto a otros dirigentes bastante tuvo que ver con el apoyo del intendente radical Gustavo Posse a Diego Santilli en su interna con Facundo Manes, haya tenido que ver en el ofrecimiento a uno de sus hijos, que ya tiene una extensa carrera política, aunque con bajo perfil.

“Esto lo negociaron Martín y [Emiliano] Yaccobitti con Larreta, Coti no tuvo nada que ver”, responde otra fuente, aunque tratándose del siempre silencioso exministro de Raúl Alfonsín, hoy secretario del comité nacional de la UCR y con agrupación propia (y otro de sus hijos, Hipólito) en la conducción de Boca Juniors, siempre queda algún margen para la duda.

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