Solo en off: Gildo Insfrán reta a sus funcionarios y amenaza con un “nuevo 2001″ si gana la oposición
Massa conversa con China pero respeta “´líneas rojas”; Rossi contiene a Rodríguez Saá en la Rosada y Menéndez consigue la foto con “Chiqui” Tapia
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Los funcionarios del gobierno de Gildo Insfrán pasaron un momento más que incómodo días atrás, cuando el eterno gobernador formoseño, que el 25 del mes pasado obtuvo una nueva y cómoda reelección, los retó en público por llegar tarde a un acto en Mojón del Fierro, a treinta kilómetros de la capital provincial.
“Estuve diez minutos en el auto y, para no hacerles pasar vergüenza a muchos, esperé a que lleguen”, empezó el gobernador, ante las risas nerviosas de varios ministros. Se percibía el miedo. “¿Por qué son así? ¿Por qué no vienen temprano y hablan con la gente, comparten con la gente? Cuando yo llego tengo que saber de boca de ustedes lo que está pasando. ¿No pueden levantarse una hora más temprano? Yo tengo vergüenza por la falta de respeto al pueblo, ustedes tienen que mezclarse con el pueblo”, reprendió el gobernador, sin que se moviese una hoja en la escuela, sede del acto.
“Así como dice el Papa, que quiere que sus evangelizadores tengan olor a oveja... ¡yo quiero que ustedes tengan olor a pueblo!”, gritó Insfrán en medio de su show, y dejó una amenaza nada metafórica. “Lo digo de buena onda… por ahora (se ríe). Dicen que el que avisa no traiciona, cuando se les pone no preguntan por qué, cuando se les saca piensen qué hicieron mal”, se despachó.
Desde la oposición, que fue dividida y perdió por amplio margen las elecciones, afirman que lo de Insfrán fue un enojo calculado. “Quiere congraciarse con la gente, generar empatía. Ganaron con el 66 por ciento de los votos, pero a través de la ley de lemas. De hecho, el sublema más votado en la capital fue el mío”, confió Gabriela Neme, referente opositora y precandidata a intendenta, que, de todos modos, asume que las peleas internas entre los referentes de Juntos por el Cambio allí le facilitaron la tarea.
Ya pensando en las PASO (estará en las boletas como candidato a senador nacional suplente), Insfrán volvió a advertir que un triunfo opositor traería caos e ingobernabilidad. “Si la oposición hace lo que dice que hará, no va a quedar nadie en la casa. En Francia, que tanto admiran ellos, quemaron 288 vehículos. ¿Cómo termina eso? Pregúntenle a (Fernando) De la Rúa”, dijo el gobernador en Colonia Pastoril, otro rincón de la campaña del miedo.
Massa mira a China, pero no cruza las líneas rojas
Apremiado por los tiempos electorales y los económicos, que no siempre coinciden, Sergio Massa apura los tiempos en las negociaciones con el FMI, trabadas hasta ahora según dicen cerca suyo por la resistencia a una cirugía mayor que demanda el organismo internacional de crédito.
En busca de alternativas, y tomando en cuenta los buenos vínculos del Gobierno con China, Massa se reunió días atrás y en reserva con el embajador de China en Buenos Aires, Xiaoli Zou, que cumple por estos días las últimas horas de su misión diplomática en el país.
Cuentan fuentes bien informadas del Frente Renovador que una nueva ampliación del swap de monedas con el gigante asiático es una meta más que alcanzable por estas horas en la búsqueda de salir del ahogo financiero y la escasez de reservas.
De todos modos, y fiel a su vínculo histórico con Estados Unidos, Massa hizo saber a propios y ajenos que respetará algunas “lineas rojas” que Washington pone como condición para no complicar el vínculo. “Líneas rojas son la Hidrovía y los puertos, línea amarilla es el 5G”, sostiene un incondicional del ministro y precandidato.
Rossi, la compañía solitaria de Rodríguez Saá en la Casa Rosada
Funcionarios y periodistas se sorprendieron al verlo llegar, con paso lento y sin custodios a la vista, al Salón de los Pueblos Originarios, en la plata baja de la Casa Rosada .
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, llegó el lunes temprano a Balcarce 50 para participar de la firma de convenios vinculados a personas con discapacidad entre el gobierno de Alberto Fernández y los “23 gobiernos provinciales”, siendo el único mandatario provincial presente en el acto.
Como llegó temprano, Rodríguez Saá se sentó en la primera fila, a la espera de la llegada del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien al divisarlo se fundió en un abrazo con él, al igual que el director de la Agencia Nacional de Discapacidad, Fernando Galarraga.
Poco dispuesto a asumir la derrota de su candidato, Jorge “Gato” Fernández, ante Claudio Poggi en las elecciones del mes pasado en San Luis, Rodríguez Saá solo dijo ante los periodistas que “cumplió” con lo afirmado a LA NACION el día de las elecciones: que se retirará de la política en diciembre. Desde la oposición no le creen, aunque su imagen, el lunes, pareció la de un político en retirada.
Sanz y Abad, sin festejos ni un lugar para comer
Las elecciones del domingo pasado en Santa Fe dividieron al radicalismo nacional, ya que mientras Martín Lousteau apoyaba al que terminó siendo ganador, Maximiliano Pullaro, otros– apostaban a un triunfo de Carolina Losada.
Al mediodía, el restaurante Bajada España estaba colmado de comensales que disfrutaban el pescado del río cuando el radical bonaerense Maxi Abad y el ex senador mendocino Ernesto Sanz arribaron al frente de un grupo de diez radicales, con la intención de degustar algún plato local y continuar la espera de los resultados, siempre con las encuestas que manejaba Manuel Terradez, quien, según cuentan por lo bajo fuentes radicales, les aseguraba que la expanelista ganaba cómoda.
Algo salió mal. En la puerta, los frenaron y les pidieron la reserva. No la tenían, por lo que tuvieron que desandar las escaleras para buscar otro lugar donde almorzar. Lo peor llegaría horas más tarde, con la victoria de Pullaro y la derrota holgada de Losada.
Menéndez logró la “foto” difícil con el Chiqui Tapia
Convertido en una celebridad luego de la obtención del Mundial de fútbol, con Lionel Messi a la cabeza, el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, se convirtió en la figurita atractiva para cualquier político en campaña.
Uno de los pocos que lograron el objetivo de mostrarse con él fue Gustavo Menéndez, el intendente de Merlo, que irá por su reelección en agosto y octubre. Pues bien: Tapia llegó esta semana al Club del Remanso, el lugar de entrenamiento de las divisiones inferiores del club Deportivo Merlo, se abrazó con Menéndez y habló con los jóvenes futbolistas.
“Es amigo de la casa… y la verdad es que ayuda muchísimo al fútbol del ascenso y también a clubes de barrio…No se olvida de sus orígenes”, dijo Menéndez a LA NACION, todavía contento por el evento, en el que Tapia recordó su pasado como recolector de residuos. “Los dirigentes tienen que acompañar, la Argentina necesita mucho de ustedes, de sus sueños y de su formación”, dijo Tapia, con tono de político en campaña.
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