Solo en off: el pasado olvidado entre Jorge Capitanich y Horacio Rodríguez Larreta, que ya no volverá
Scioli busca el encuentro imposible Fernández-Bolsonaro; Rodríguez Saá se acerca a Milei; Parrilli y Di Tullio son profetas de Cristina
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Sus fotos, sonriente y feliz, en conversación animada con el Papa Francisco, fueron distribuidas por la comunicación del gobierno chaqueño, al igual que sus elogios al Papa como “el líder espiritual que promueve la cultura del encuentro y la paz”. Contento por el guiño del Papa argentino, Jorge Capitanich no consigue sin embargo el “aval” de un antiguo aliado de los noventa, que tenía el proyecto presidencial de Ramón Palito Ortega como denominador común. Aquel aliado era Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de gobierno porteño. “Él era otra persona, y yo también”, comentó esta semana Rodríguez Larreta, quien compartiera “seis meses” de trabajo en común con el gobernador chaqueño, ahora enrolado en el cristinismo militante y con deseos nada ocultos de “heredar” a Cristina Kirchner en las elecciones del año que viene. “Horacio cree que al 70 por ciento de apoyo necesario para las reformas se llega con varios gobernadores, pero no con los que están pegados a Cristina”, comentaron desde el larretismo ortodoxo. Luego de su encuentro con los tres gobernadores radicales, Rodríguez Larreta ve factible acordar con otros mandatarios del PJ, a quienes de todos modos se resiste a nombrar aún en conversaciones privadas “porque los nombro y al instante los empiezan a perseguir”, lo escucharon decir en conversaciones recientes. Capitanich y Larreta compartieron militancia en el orteguismo desde aquel ministerio de Desarrollo Social de fines del gobierno de Carlos Menem, dónde también conocieron a Sergio Massa, hoy enfrascado en hacer equilibrio entre albertistas y cristinistas y ser opción “de consenso” el año que viene. “A Massa tampoco lo cuenta como aliado, está en el kirchnerismo”, reiteran desde el larretismo, siempre atentos a la marca personal de Mauricio Macri y los halcones de Juntos por el Cambio, que recelan de los vínculos con Massa de varios “moderados” como Larreta o el radical Gerardo Morales. Con arduo trabajo interno y externo, Rodríguez Larreta se dio un gusto personal días atrás, cuando se encontró con el presidente de Racing, Víctor Blanco. “Fue más de cholulo que otra cosa, no le interesa hacer política en el club”, comentaron fuentes cercanas, aunque es cierto que el jefe de gobierno tiene al procurador porteño Gabriel Astarloa y a su propio cuñado-marido de su hermana Ximena-como integrantes de la mesa directiva de La Academia.
Scioli y su última “misión imposible”: la foto Fernández- Bolsonaro
Al embajador en Brasil, Daniel Scioli, se lo vio nuevamente triunfante esta semana. Es que, a pesar de la ya caliente campaña presidencial en Brasil, él logró-otra vez con la fortuna como aliada-otra foto con el presidente Jair Bolsonaro, aspirante a su reelección y contendiente de Luis Inacio Lula da Silva, aliado histórico del kirchnerismo y por ahora favorito en las encuestas para derrotarlo en octubre. La instantánea con el presidente de Brasil se dio en la feria de San Pablo, dónde Scioli llegó acompañando al gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y al llegar también Bolsonaro, éste se acercó a saludarlos.
La “buena onda” de Bolsonaro, que días atrás autorizó el encuentro de dos de sus ministros con Martín Guzmán por el tema energía, alimentó la posibilidad de un encuentro presidencial en pocas semanas, aunque la sombra de Lula complica los planes del “Pichichi”. “A esta altura ya está muy lanzada la campaña, no sé en la Cumbre de las Américas si será posible que se crucen”, comentó el embajador Scioli, sin dar por cerrada su verdadera misión imposible, la de juntar aunque sea de modo institucional y para la foto a dos presidentes que se han evitado de manera consecuente durante más de dos años.
Rodríguez Saá, “jefe de campaña” de Milei en San Luis
Las alarmas se encendieron, otra vez, en Juntos por el Cambio de San Luis, dónde desde hace cuatro décadas esperan con resignación el día en que, finalmente, logren desalojar a los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá a través de los votos del poder puntano. “Van a poner todo lo que sea necesario para seguir. Y eso incluye darle fierros a la gente de (Javier) Milei”, comentaron esta semana desde el búnker de Claudio Poggi, el ex gobernador que ya derrotó en elecciones legislativas al actual gobernador Alberto Rodríguez Saá y que intentará ganar la general el año que viene. Las sospechas de dirigentes cercanos a Poggi (que conversa con Milei en el Congreso) apuntan a Carlos Maslatón, el ex dirigente universitario de la Ucedé y hoy economista liberal, a quien lo une una histórica relación con Rodríguez Saá, que incluye una frustrada participación en 2013 como primer candidato a diputado porteño de Compromiso Federal, la agrupación del gobernador puntano, cuya compañera de fórmula fue Delfina Frers, entonces pareja del gobernador. “Tenemos que conseguir que presenten listas de legisladores, pero no a gobernador. Nos sacan diez puntos y vuelven a ganar los Saá”, reflexionan desde el espacio opositor, atentos a los movimientos de Milei y de los Rodríguez Saá.
Mayans y Di Tullio, “profetas de Cristina” en el Interior
La batalla se da en los medios, en los despachos, y también en el interior del país. Así lo piensan “escuderos” de la vicepresidenta Cristina Kirchner, decidida a competir con el presidente Alberto Fernández por el liderazgo entre los mandatarios y dirigentes peronistas del Interior. Esta semana, una delegación de quince senadores cristinistas llegó a La Rioja, dónde se encontraron con el gobernador Ricardo Quintela, uno de los mandatarios provinciales más cercanos al Presidente.
La mecánica ya se realizó en Tucumán (con el gobernador Osvaldo Jaldo) días atrás, y se extenderá a Mendoza, dónde gobierna la UCR, y otras provincias en las próximas semanas. “Se sientan con el gobernador a hablar del armado de una agenda parlamentaria federal pero es todo un gesto político” contaron desde la comitiva riojana, cuyo organizador fue el senador Ricardo Guerra y que entre sus integrantes cuenta con Juliana Di Tullio, la mano derecha de Cristina, y José Mayans, el jefe del bloque del FdT en el Senado. Mientras tanto el siempre activo e incondicional senador cristinista Oscar Parrilli se dedica en distintas charlas a explicar “cómo recuperar los dólares que se fugaron durante la toma de deuda externa del macrismo”, como lo hizo el 14 de mayo ante la Federacion de Docentes Universitarios (Fedun).
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