Solo en Off: el baño de realidad inflacionaria que modificó las rutinas gastronómicas de “Lilita”
Un encargado de las relaciones institucionales del Senado muy poco diplomático; Claudio Lozano ejerce con fidelidad sus críticas; la peregrinación de Santilli en busca de votos evangélicos
- 5 minutos de lectura'
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, tiene custodia policial desde que fue blanco de amenazas. Cuando sale de recorrida política, la exdiputada tiene por costumbre compartir cada almuerzo y cena con los efectivos policiales que la custodian, al igual que con el resto de los colaboradores. Pero en su último viaje a Mar del Plata, donde compartió actividades con el intendente Guillermo Montenegro, la situación económica la sorprendió.
El primer reflejo fue ir a comer afuera, como indicaba su tradición: todos juntos, a uno de los bares del puerto. El menú fue sencillo, pescado o pasta con una gaseosa por comensal. Pero cuando llegó la hora de pagar, Elisa Carrió se dio cuenta de que no iba a poder seguir invitando a la custodia a comer en el resto de la gira.
Desde ese momento, el baldazo inflacionario de realidad la obligó a cambiar de estrategia. No más salidas.
Al día siguiente, todavía en Mar del Plata, Carrió modificó los planes y preparó fideos para todos en el hotel. “A una familia de clase media que sale a cenar le puede salir 15.000 pesos”, comentó después, alarmada. La tensión por los precios apareció en toda la recorrida como una variable de la situación social.
Para Elisa Carrió, la inflación es la principal razón de un impredecible aumento de la conflictividad, que abre un futuro incierto para el Gobierno. Su certeza de que la situación económica puede agravarse en las próximas semanas la llevó también a suspender viajes que la alejen de la Argentina.
Un ladero de Cristina poco diplomático
Es director general de Relaciones Institucionales del Senado, pero la diplomacia no parece ser su fuerte. Al menos eso es lo que se desprende de la lectura de la cuenta en la red social Twitter que maneja Mariano Lovelli, designado en ese cargo por Cristina Kirchner en los albores de su llegada a la Cámara alta, en diciembre de 2019. Así, visiblemente molesto por el intento de atentado que acababa de sufrir la vicepresidenta, a las 22.57 del 1° de septiembre escribió “¿Esto buscabas, hijo de mil puta?”, en réplica a un tuit del diputado Ricardo López Murphy que, cuatro días antes, había escrito “Son ellos o nosotros”.
Apenas diez minutos después la víctima del enojo de Lovelli fue el periodista Jonatan Viale, que había posteado: “Repudio absoluto al fallido atentado contra CFK. Muy grave”. “Esto generaron ustedes, canalla. Serías la vergüenza de tu padre. Una persona de bien”, fue la dura respuesta del funcionario kirchnerista.
¿Quién es Lovelli? Es un abogado platense, kirchnerista y férreo defensor de la teoría del “lawfare”. Fue uno de los impulsores del recurso de amparo que paró el aumento del gas dispuesto en el gobierno de Mauricio Macri, una acción que fue plataforma de lanzamiento para ganarse un lugar entre los colaboradores de Cristina en el Senado.
Lozano, fiel a la crítica sin irse del Frente de Todos
Claudio Lozano no tiene piedad con el gobierno del Frente de Todos, alianza que integra con su partido, Unidad Popular. El rumbo económico no le agrada desde las épocas de Martín Guzmán, un blanco que compartió con Cristina Kirchner. Tampoco estuvo de acuerdo con Silvina Batakis, quien tras su paso fugaz por el Palacio de Hacienda asumió en el Banco Nación y lo relevó del directorio.
Menos aún es de su gusto Sergio Massa, al que la semana pasada criticó sin pausa. El miércoles, por el conflicto de los neumáticos; el jueves, destacó que Cristina “le haya llamado la atención” por la indigencia; el viernes, dijo que Massa presentó “los resultados de una extorsión como éxito de un programa exportador” (por el dólar soja). Y, el sábado, señaló que el presupuesto es “fuertemente conservador”. Un crítico interno permanente que sigue con los pies en el plato y quiere participar de las internas oficialistas en 2023.
El voto de los evangélicos tienta a Santilli
Las fotos marcan el acercamiento y la posibilidad de alianza electoral se impone por peso propio. El cada vez más apetecible espacio del voto evangélico de la provincia de Buenos Aires parece estar en la mira de Horacio Rodríguez Larreta y de Diego Santilli. Cynthia Hotton, que fue candidata a diputada en 2021 bajo el sello +Valores, es la referente que está en conversaciones para ingresar al armado con el que Santilli busca ser candidato a gobernador.
“Estamos consolidando con Cynthia un espacio de representación muy importante en la provincia”, dijo Santilli el 7 de septiembre, cuando, junto a Larreta, se fotografió con Hotton en la fiesta por los 40 años de la Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera).
En las filas de Hotton afirman que hay interés en Juntos por el Cambio por contar con “el 3%” que +Valores consiguió en las últimas elecciones. Sin confirmar aún que vayan a ser parte de Juntos por el Cambio, cerca de Hotton dicen que quieren ir en una coalición en 2023 y “ser parte del futuro gobierno”. Fuentes cercanas a Santilli afirman que hay charlas informales. Comentan que el diputado visita a pastores y obispos en cada recorrida y que trabajará con Hotton territorialmente en algunos municipios, en el marco de una relación “excelente”.
Otras noticias de En off
Más leídas de Política
Condena confirmada. Por qué la expresidenta no irá presa ahora y qué pasará si quiere ser candidata
Lo avaló Caputo. Sturzenegger dijo que con el cierre del ENOHSA el Gobierno dio de baja un “ejército de militantes rentados”
El futuro de Cristina Kirchner. Cómo sigue la causa que agita a la política a las puertas del año electoral
Según Pettovello. Los motivos del Gobierno para dar de baja la jubilación de privilegio de Cristina