Sin vigilia ni acto, mermó el apoyo de la militancia
A diferencia de abril, apenas hubo un nutrido grupo de seguidores
A diferencia de la primera citación judicial de Cristina Kirchner, el 13 de abril pasado, esta vez no hubo vigilia de la militancia en Comodoro Py. Tampoco asistió una multitud. Eran algunos cientos.
Recién a las 10.30 comenzó el movimiento frente a los tribunales federales. La primera persona en llegar fue un hombre con una remera blanca con la cara de la ex presidenta en la parte de adelante y con la frase "Yo soy del 49%" en la parte de atrás, haciendo referencia al resultado de Daniel Scioli en el ballottage presidencial. Un poco más tarde, bajo un fuerte operativo policial, comenzaron a instalarse decenas de personas que llegaban caminando con bombos y banderas de distintas agrupaciones a la espera de Cristina Kirchner, quien a las 13 debía comparecer frente al juez Claudio Bonadio.
Abrigado con una gran campera y las manos en los bolsillos, Germán López, militante de La Cámpora, contó que vino en auto desde Mar del Plata con cinco amigos para "cuidar" a la ex presidenta. "Interpretamos que hay un Poder Judicial que quiere cobrarle a Cristina los privilegios que les quitó a los poderes económicos", opinó Germán, de 24 años.
"Nuestra jefa es Milagro Sala, pero nuestra jefa estratégica es Cristina Kirchner, y vinimos a apoyarla", dijo Coco Garfagnini, uno de los referentes de la Tupac Amaru. Esta vez no armaron movilización desde el Obelisco. "Fue algo más espontáneo", argumentó. Y agregó: "Esto es lo mismo que le pasa a Milagro Sala. Hay un revanchismo y una persecución que se expresa a través de la Justicia."
Los primeros bombos en llegar fueron los de jóvenes de Nuevo Encuentro. Federico López, militante de Hurlingham, dijo que no muestra su remera en apoyo de Cristina "por el frío". Sobre la causa dólar futuro, aseguró que es "ultramediática". Y explicó: "Todos los bancos del mundo hacen esto. Si se mantenía el valor del dólar como había dicho Macri, el Gobierno iba a ganar plata. Estoy seguro de que Cristina va a ser sobreseída".
Las banderas celestes del Nuevo Encuentro se combinaron con las blancas y azules de la organización Martín Fierro. Eran 50 personas que llegaron en tren desde la zona sur del conurbano bonaerense. José Martínez, organizador de la agrupación, explicó que se acercaron porque "están en riesgo ante el proyecto neoliberal" de Mauricio Macri. Los cánticos de todas las agrupaciones políticas hicieron blanco en el juez Bonadio y apuntaron en contra de la administración macrista.
Al filo de las 13, los cientos de militantes, muchos de los cuales asistieron en forma particular, formaron un corredor, porque aseguraron que ellos mismos le darían "la seguridad a la presidenta". A las 12.52 llegaron dos vehículos blancos. En uno de ellos viajaba Cristina. En ese momento estallaron con mayor fervor las canciones, los bombos y la gente comenzó a saltar.
Tras su paso por Comodoro Py, la ex presidenta salió a hablar con la prensa. A casi cien metros, detrás de una valla de seguridad, aguardaba la multitud, en silencio. Luego de que se dio a conocer la decisión del juez de inhibir los bienes de Cristina, no hubo más cánticos ni gritos. Tampoco hubo escenario ni discurso. Ni siquiera un saludo a la militancia a través de la ventanilla del auto.
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