Sin una estrategia común, los presidenciables de Juntos por el Cambio recorren el conurbano para capitalizar la crisis del kirchnerismo
Refuerzan su presencia en la fortaleza electoral del kirchnerismo ante la división del Frente de Todos; los desafíos en el territorio más adverso para la oposición
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Mientras el Frente de Todos intenta resurgir con una nueva arquitectura gubernamental por el desembarco de Sergio Massa en el ministerio de Economía, los principales presidenciables de Juntos por el Cambio pretenden asestarle un golpe a la línea de flotación del esquema de poder del kirchnerismo. Sin una estrategia unificada, los líderes opositores que aspiran a competir por la sucesión de Alberto Fernández, desde Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich o María Eugenia Vidal hasta Gerardo Morales, Facundo Manes, Alfredo Cornejo y Miguel Ángel Pichetto, decidieron reforzar su presencia en el conurbano bonaerense, fortaleza electoral de Cristina Kirchner y punto débil de la oposición. Allí también comenzó a testearse Mauricio Macri para evaluar el nivel de rechazo a su figura en el terreno que le resultó históricamente más esquivo.
A sabiendas de que la provincia de Buenos Aires representa el mayor desafío para la consolidación del proyecto nacional de Juntos por el Cambio, los referentes opositores que tienen ambiciones presidenciales quieren capitalizar la división del peronismo en su principal bastión y mostrarse como una alternativa. Son conscientes de que el éxito en su cruzada por regresar al poder en 2023 dependerá en gran medida del resultado que obtenga la fuerza en el distrito más poblado del país.
Presumen, además, que el kirchnerismo intentará replegarse en Buenos Aires en caso de que la nueva mutación en el gabinete de Fernández no logre estabilizar la crisis económica y el Frente de Todos no sea una herramienta electoral competitiva a nivel nacional.
Bullrich y Cornejo, en tándem
El equipo de Bullrich apuesta a reforzar el despliegue territorial en el conurbano. Entienden que es la zona donde más impacta el vendaval económico y que requiere mayor contención. “Es el lugar a pelear y requiere otra táctica y formato”, comenta uno de los estrategas de la exministra. En un puñado de días, Bullrich pasó por José C. Paz, Hurlingham y La Matanza, el corazón del poder del peronismo, donde enfrentó a un grupo de vecinos que repudiaron su presencia. Ayer, la titular de Pro volvió a pisar la tierra bonaerense, con un mensaje en clave electoral: recorrió una zona comercial de la localidad de Morón, distrito gobernado por Lucas Ghi (Nuevo Encuentro), socio del Frente de Todos, acompañada por Javier Iguacel, su delfín en Buenos Aires, y el radical Cornejo.
El test del binomio de “halcones” en Castelar fue pergeñado por Sebastián García de Luca, ladero de Emilio Monzó, y Gerardo Milman, el armador de Bullrich, entre otros. Invitaron a Cornejo, quien está decidido a ocupar un rol nacional en 2023, pero prefiere postergar la definición de candidaturas, con la idea de reforzar la chance de que haya “fórmulas cruzadas” en Juntos por el Cambio, con representantes de Pro y la UCR. En la comitiva cambiemita celebraron que hayan sorteado el examen sin mayores sobresaltos.
“El Frente de Todos está muy débil y tenemos que ocupar ese espacio. Si queremos tener mayoría en el Congreso en el 2023, nos tenemos que meter en el conurbano”, comentan cerca de Cornejo, quien reconoce su buena sintonía con Bullrich, sobre todo, a la hora de coordinar posiciones políticas y ensayar una narrativa “antipopulista”.
Tras el pase del referente de Pro en Mendoza, Omar de Marchi, al larretismo, Bullrich armará en esa provincia. Durante los próximos días desembarcará allí Damián Arabia, uno de los colaboradores más estrechos de la titular de Pro, para diseñar un esquema del bullrichismo.
Lanzado a instalarse en Buenos Aires y mejorar su nivel de conocimiento, Cornejo también se probó ayer en La Matanza, donde se reunió con el centro de comerciantes de San Justo, y prevé desembarcar durante las próximas semanas en Ituzaingó y Avellaneda. Pero el exgobernador de Mendoza no es el único cacique radical que recorrerá el conurbano con frecuencia.
La apuesta de Morales
Con el objetivo de “levantar la autoestima” del radicalismo en el conurbano, Morales fue hoy a Avellaneda. Dispuesto a pelear por la candidatura presidencial del radicalismo con Manes, el gobernador de Jujuy activó un plan para instalarse en el distrito más estratégico, donde organiza reuniones con comerciantes, empresarios y actos partidarios. De hecho, ya estuvo en Vicente López, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría, donde compartió una actividad con el sector de Martín Lousteau, que patrocina a Martín Tetaz como referente bonaerense. Fue un guiño del jujeño a las aspiraciones del economista.
A diferencia del ecosistema de Pro, que tiene al menos cuatro dirigentes anotados en lista de precandidatos, la UCR -con poder de fuego en el interior de la provincia- aún no ungió a un candidato a gobernador en Buenos Aires. En la cúpula radical admiten ese déficit, pero atan la suerte de la provincia al escenario nacional. “La crisis del Gobierno es una oportunidad, pero falta mucho. No sabemos cuál va a ser el escenario en 2023”, afirman.
A la espera de encontrar un postulante rentable -los estrategas de Manes no descartan un outsider-, Maximiliano Abad, Alejandra Lorden, Miguel Fernández y Karina Banfi activaron recorridas para ocupar ese vacío y no perder terreno en la pulseada con Pro. Gustavo Posse también se anota en la pulseada, una jugada que cuenta con el visto bueno de Morales. “Puede ser Posse o Tetaz. El radicalismo va a tener un candidato”, dicen allegados al jujeño.
Mientras en el larretismo se entusiasman con la chance de una nómina de unidad con los radicales, Emilio Monzó espera señales de la UCR para explorar un acuerdo. Su objetivo es construir una opción para enfrentar al macrismo en una interna de Juntos.
En la mesa nacional de Larreta hacen hincapié en la necesidad de ordenar el tablero bonaerense de Pro y coordinar una estrategia con sus socios para fortificar la construcción territorial. Diego Santilli, la apuesta del alcalde en Buenos Aires, machaca con que la oposición no debe subestimar el despliegue territorial y partidario del peronismo, pese a la crisis económica y la sangría que sufre el Frente de Todos. El exvice porteño está convencido que Juntos debe ampliar su base electoral -se acerca a Cynthia Hotton, pero no contiene al espacio de Graciela Ocaña (Confianza Pública), quien ya camina con Tetaz- y lograr una mayor articulación en Buenos Aires para llegar con chances a 2023. Hasta ahora, la interna nacional por el liderazgo de Pro genera desorden y permanentes tensiones en el distrito.
El proyecto de Larreta
En el entorno de Santilli notan que la crisis económica impactó en el conurbano y ven una oportunidad de capitalizar la fragmentación del kirchnerismo en las zonas más postergadas. Por ende, el diputado refuerza su presencia en lugares estratégicos para el PJ en La Matanza, como González Catán, Rafael Castillo o Laferrere. Son terrenos hostiles para cualquier candidato de Pro.
Larreta confía en que logrará quebrar esa barrera con su proclama antigrieta y su perfil de gestor municipal. Desde hace un tiempo, recorre villas del conurbano los domingos a la tarde. Los jueves, en tanto, interrumpe su agenda de gestión para caminar la provincia. Por caso, hoy fue a Malvinas Argentinas, donde apalanca como candidato a intendente al concejal Lucas Aparicio.
Si bien regresó a la Capital, Vidal mantuvo su presencia en la provincia. Allí, suele irrumpir cada quince días para impulsar a Cristian Ritondo, contrincante de Santilli en la interna de Pro. En el macrismo saben que les cuesta ingresar con su mensaje el conurbano, pese al desgaste que sufre la Casa Rosada por el temblor económico. Asumen que requieren otra receta para seducir al electorado.
En la tropa de Ritondo detectan un dato desalentador para las aspiraciones opositoras: según los sondeos que encargan, la crisis aún no impactó en la imagen de los intendentes peronistas ni carcome la figura de Axel Kicillof. “A nosotros nos cuesta entrar y ellos tienen una fortaleza increíble”, se resigna un jefe de Pro.
Manes, quien optó por un bajo perfil desde que estalló la crisis en el Gobierno para acentuar su imagen de outsider, también le dedica tiempo al conurbano. Entre los asesores del médico creen que puede mejorar su nivel de conocimiento en esos distritos clave, donde Santilli le sacó ventaja en la interna de Juntos en 2021. Tras retomar esta semana la actividad política, Manes encabezará el viernes un acto partidario en Vicente López. Luego, viajará a Mar del Plata.
De gira por Rosario, Pichetto (Encuentro Republicano Federal) pone su mira la tercera sección electoral del conurbano. Durante el mes de agosto podría hacer un raid por La Matanza, Florencio Varela, Lomas de Zamora y Lanús. Sin un candidato a gobernador -Joaquín de la Torre teje un esquema propio junto con Néstor Grindetti e Iguacel para frenar la avanzada del larretismo-, la fuerza del exsenador se encamina a apoyar al postulante de Pro más competitivo.
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