León Arslanian: “La Corte se podría ampliar a nueve miembros, me parece”
El ex ministro de Justicia defendió la reforma al Código Procesal Penal, aunque pidió eliminar la figura de "conmoción social"; destacó el trabajo de Berni y criticó a Scioli
La nota tuvo lugar en el estudio del ex ministro de Justicia en el centro porteño.
–Usted integró el tribunal que juzgó a las Juntas, fue ministro de Justicia de Menem, de Seguridad de Duhalde, de Felipe Solá, creó la línea 911 e intentó terminar con la "maldita policía". Sobre esto último, ¿qué evaluación hace de su reforma de la bonaerense?
–La reforma fue excelente y mostró una gran eficacia. Uno de los gravísimos problemas que había era el grado de corrupción que tenía la institución policial, que era anacrónica, prusiana, de poder concentrado, autogobernada. Llevé adelante un proceso inverso: la desconcentré y la democraticé.
–Sin embargo, su reforma, que había empezado en abril de 2004, chocó en diciembre de 2007 con una "contrarreforma". ¿Quién la llevó adelante y por qué?
–El propio Scioli. Creo que él tenía una fuerte confusión y una mala lectura de lo que era la reforma. Y creo que se dejó permear por los sectores afectados. Scioli fue permeado por quienes eran representantes de jefes policiales que tuvieron gran poder. Supongo que a él le parecería que debía tener una policía "fuerte". Y no acompañó el acuerdo para la Seguridad Democrática, que proponía terminar con los capangas que manejaban la institución.
–A lo mejor Scioli no estuvo conforme con su gestión...
–A ver, yo reduje un 50% los homicidios dolosos y un 30%, el robo automotor. Son estadísticas, no una afirmación caprichosa.
–¿Y hoy cómo ve la seguridad en la provincia?
–Bueno, con preocupación… Si se hubiese seguido con el trabajo que hacíamos de entrar a las villas, urbanizar, capacitar en oficios... Hoy la policía ha recuperado ese poder que había perdido. Tenemos problemas de violencia institucional graves que en nuestra gestión habíamos llegado a controlar. Todos los fenómenos que contribuyen a la conflictividad social se incrementaron.
–Mire esta foto [Sergio Berni].
–Genera confianza pública. La irrupción de un funcionario con propósito firme de perseguir el delito, de tratar de lograr una empatía con la comunidad, es un dato de valor. De ahí a que las acciones que se lleven a cabo sean las mejores, probablemente, haya una distancia.
–¿Es eficaz Berni?
–Es relativamente eficaz, pero el problema no lo tiene Berni en sí. El problema es que acá están pendientes reformas institucionales esenciales que no las terminan de comprender.
–¿Cuáles?
–Hay que terminar con que los delitos federales los investiguen fuerzas provinciales. Habría que reprogramar y reconstruir el funcionamiento de todas las fuerzas de seguridad. Hay que dar presencia al Estado federal en el interior y en las investigaciones que justifican su competencia.
–"El país está infectado por delincuentes extranjeros", dijo Berni.
–Es una frase probablemente desdichada, lo cual no implica que no debamos concederle al Estado nacional el derecho de expulsar del país al extranjero irregular, sin ningún tipo de reparos.
–En relación con el nuevo Código Procesal Penal, algunos sectores más de izquierda del propio gobierno dicen: "Estamos retrocediendo en materia de derechos individuales. ¿Cómo alguien va a ser expulsado del país sin tener una condena?".
–Por eso yo digo que debe mediar una intervención judicial.
–Intervención judicial, pero ¿con sentencia o sin ella?
–No ha quedado claro en el anteproyecto y hay que discutir eso.
–¿Y usted qué opina?
–[Piensa] Depende de la índole de los delitos. Si son menores, no es necesaria una sentencia judicial, pero sí una intervención judicial.
–El nuevo Código prevé más fiscales, pero lo que está en tela de juicio es cuán independientes del Ejecutivo podrán ser.
–Los fiscales serán elegidos por concurso, como prevé la ley. Del Código no surge ninguna norma que permita inferir que el fiscal puede recibir órdenes del titular del Ministerio Público Fiscal o de su superior jerárquico para que deje de ejercer la acción penal respecto de un funcionario.
–Pero habrá escuchado las sospechas: "Más fiscales para que maneje Gils Carbó".
–Esto es insólito por lo siguiente: no sé cuántos años más va a seguir Gils Carbó en la función. Necesitamos un nuevo código. A los que no les guste Gils Carbó es imposible que prefieran no llevar adelante reformas sustanciales por la creencia de que ella va a poder torcer la voluntad de los fiscales.
–¿Qué piensa de la figura de "conmoción social" que propone el nuevo Código?
–Esto es un problema grave que tiene el proyecto. Usar la conmoción social para no excarcelar es populismo penal. ¿Por qué? Porque la conmoción social podría depender de que el canal X de noticias se dedique dos o tres días seguidos a un caso. Así, gobernarían las excarcelaciones los medios de comunicación.
–¿Usted eliminaría la figura de conmoción social?
–Sí. Entra en conflicto con normas constitucionales.
–Hagamos una síntesis...
–El Código es muy bueno, les da facultades a los fiscales, a los jueces para controlar, y sólo hay que limarle algunos aspectos que pueden entrar en conflicto con garantías constitucionales. Pero son cuestiones que se pueden resolver en el Congreso. Este Código no es para que se vote a libro cerrado. Sería un error.
–Nos queda un solo tema. Usted ya sabe cuál es...
–[Se ríe] ¡No, yo no!
–Sí, señor: la Corte Suprema. ¿Le gustaría integrarla?
–Nadie me ofreció nada, no está en mis planes y tampoco creo que sirva plantearlo. Además, yo tengo mis ocupaciones.
–¿Y cómo se imagina que debería funcionar la Corte? ¿Habría que ampliar el número?
–Me parece que se podría ampliar.
–¿A cuántos miembros?
–[Piensa] No sé, tal vez nueve, porque a mí me parece que la Corte, primero, si quiere ganar en eficacia, tiene que achicar la circulación y trabajar por salas: una sala penal, una de derecho público, una civil y comercial...
–¿Esto ayudaría a agilizar la gran cantidad de causas?
–Agilizaría muchísimo. Lorenzetti dijo que ellos con cuatro se arreglaban. [Se ríe] En fin…
–¿Usted qué opina?
–Creo que la mayor cantidad de votos enriquece el debate y mejora las ideas. Además, con ese criterio de "arreglarse" también podríamos tener una Corte de tres...
–Dejamos acá.
Historiaclínica
Arslanian, León Carlos
Edad: 73
Ocupación:
Abogado. Ex juez. Fue Ministro de Justicia de Menem y de Seguridad de Duhalde y de Felipe Solá
Observaciones:
Dice que su mayor orgullo es haber participado en el Tribunal que juzgó a las Juntas
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