El Senado aprobó otro proyecto del kirchnerismo que incomoda al Presidente y a Guzmán
Es una iniciativa de Parrilli, afín a Cristina Kirchner, para crear un fondo con el que saldar la deuda con el FMI; Lousteau la calificó como la “ley Muñoz”; insólita pelea por la banca de una senadora
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El Senado aprobó esta noche otro proyecto del kirchnerismo que incomoda al Gobierno. Lo hizo con 37 votos favorables y 31 en rechazo, la mayoría de Juntos por el Cambio. Se trata de una iniciativa de Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner en el Instituto Patria, para crear un fondo con el que saldar la deuda del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo al texto del proyecto, objetado por la oposición por vulnerar el secreto bancario, entre otros cuestionamientos técnicos, los recursos que engrosarán el fondo “provendrán de lo recaudado por un pago que se aplicará sobre los bienes situados y/o radicados en el exterior que se localicen o detecten desde la entrada en vigencia de la ley y no hayan sido declarados ante la AFIP”.
“El objetivo nuestro es sacarnos de encima al Fondo”, advirtió Parrilli, después de que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, promovieran el acuerdo con el FMI. En su intervención, el neuquino tuvo duras críticas para la administración económica del expresidente Mauricio Macri. “Acá está la lista de quienes son los argentinos que han fugado dinero; le estamos ampliando las facultades a la AFIP”, sostuvo el titular del Instituto Patria.
“Muchos de los funcionarios que manejaron la política económica tenían fondos en el exterior. Obviamente que no iban a buscar a los evasores, porque se iban a encontrar a ellos mismos”, afirmó Parrilli y se refirió al caso de Gianfranco Macri, hermano del expresidente, que según dijo “está en la Corte hace dos años por una denuncia que hizo el diputado Felipe Solá, pero el expediente está paralizado”. El senador neuquino agregó: “Eso es lo que queremos que se termine”.
En la vereda de enfrente se plantaron Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo, ambos de la UCR. Antes, el senador Martín Lousteau (UCR Evolución-Ciudad de Buenos Aires) había cuestionado el proyecto del oficialismo, al advertir que de esa forma “los que incumplieron con la ley argentina e impidieron que el Estado tenga esos fondos y pueda llevar adelante sus política les regalan un blanqueo”. El referente opositor calificó a la iniciativa como la “ley Muñoz”, en referencia a un exsecretario del matrimonio Kirchner que tenía propiedades a su nombre en el exterior.
“Dicen ustedes que la deuda no la pague el pueblo sino quienes se beneficiaron, pero la verdad es que quienes no pagaron impuestos se beneficiaron, los que la tienen afuera y los que la tienen acá”, sostuvo Lousteau y se preguntó “¿Por qué los vamos a premiar?, porque les damos un blanqueo si lo que queremos es que paguen”. Para el senador radical, “el problema de la falta de dólares y de los que se van del aparato productivo es de todos los gobiernos; en el de Cristina Kirchner se fugaron 84.900 millones de dólares y en el de Mauricio Macri se fugaron 86.000 millones de dólares”.
En su intervención, Lousteau leyó una declaración reciente de la ex ministra de Economía Felisa Miceli y citó: “Al país entraron entre el año 2020 y 2021, 27.500 millones de dólares genuinos de superávit comercial externo producto del trabajo y el esfuerzo de toda la sociedad. Pasaron por el Banco Central pero no quedó ni uno. El Fondo Monetario nos dio 4.350 millones de dólares por la distribución de los derechos especiales de giro, pasaron por el Banco Central y no quedó ni uno”. El senador radical continuó: “No sé si ustedes están de acuerdo con esto porque ahora son dos bloques, pero quiere decir que ahora se sigue fugando plata y además es plata que viene del superávit comercial, dólares genuinos más los del FMI”.
Arremetida contra Juez
En el inicio de la sesión del Senado los miembros del interbloque oficialista arremetieron contra el senador cordobés Luis Juez (Juntos por el Cambio) por haberlos llamado “delincuentes” en programas de televisión, luego de que el Frente de Todos se quedara con la silla de la segunda minoría en el Consejo de la Magistratura. La bancada opositora advirtió, a su vez, que el legislador cuenta con “inmunidad de opinión”.
El cruce entre los kirchneristas José Mayans (Frente de Todos-Formosa), Oscar Parrilli (FdT-Neuquén) y el propio Juez, que calificó la designación del oficialista rionegrino Martín Doñate en el Consejo como una “maniobra defraudatoria”, tuvo lugar en medio de sendas cuestiones de privilegio en las que los senadores subieron el tono y la sesión se le fue de las manos a la presidenta provisional, Claudia Ledesma Abdala de Zamora. A tal punto, que se escucharon gritos de algunos legisladores, como la kirchnerista Juliana di Tullio.
Cristina Kirchner no estaba esta tarde al frente de la sesión porque se encuentra reemplazando a Alberto Fernández -de gira por Europa- en el ejercicio del Poder Ejecutivo. Sin embargo, fuentes cercanas a la exmandataria dijeron a LA NACION que estaba instalada en su despacho de la Cámara alta, “como lo estuvo todos estos días” mientras el Presidente se ausentó del país. En el recinto, mientras tanto, volaban las acusaciones entre el oficialismo y un sector de la oposición nucleada en Juntos por el Cambio.
“No me apure presidenta. Si usted está teniendo dificultades para conducir esta sesión no es mi problema”, le dijo Juez a la santiagueña Abdala de Zamora, antes de que el kirchnerista Parrilli avanzara con una cuestión de privilegio contra el cordobés por haberle “faltado el respeto” a la presidenta del cuerpo y a los senadores oficialistas, con declaraciones en diversos programas de televisión sobre los que el titular del Instituto Patria pidió las desgrabaciones para que las analice la comisión de Asuntos Constitucionales.
En defensa de Juez salió Luis Naidenoff, el radical formoseño que preside el interbloque de Juntos por el Cambio y que recordó, con el texto constitucional en mano, que los legisladores gozan de “inmunidad de opinión”. En la vereda de enfrente, su coterráneo peronista Mayans aseguró que el Frente de Todos no hizo “nada ilícito” al quedarse con la silla de la segunda minoría del cuerpo ante el Consejo de la Magistratura, en una jugada que perjudicó al propio Juez, que había sido designado por la principal bancada opositora.
La banca y la Bandera
El inicio de la sesión fue tan caliente que registró, incluso, una disputa por una banca entre dos senadoras, una del interbloque de Juntos por el Cambio y la otra aliada del oficialismo. La discusión se originó cuando la senadora por Cambiemos Fuerza Cívica Riojana, Clara Vega, fue convocada a izar la bandera y otra legisladora, Gabriela González Riollo (JxC-San Luis) se sentó en su banca. Al advertir la situación, la vicepresidenta del interbloque del FDT, Anabel Fernández Sagasti, pidió la palabra para plantear una cuestión de privilegio.
“Me da mucha verguenza tener que plantearlo. Es bochornoso que se den estas circunstancias, que una senadora se pare a izar la bandera y otra le ocupe la banca”, recriminó Sagasti. La legisladora se refirió a una supuesta disputa por la banca entre Riollo y Vega, quien ingresó al Senado como aliada de Cambiemos y luego se apartó de ese espacio para acompañar al oficialismo. “¿Qué es lo que va a seguir, asaltar los despachos a la noche?. No me voy a poder ir de mi lugar porque nos van a ocupar la banca”, reprochó la mendocina.
Riollo pidió la palabra para responder las acusaciones y dijo que “se faltó a la verdad”. “Me veo agraviada, no es verdad que una senadora se levanta y otra le ocupa la banca”, afirmó Riollo, quien sostuvo que “debe haber un diálogo y mantenerse las buenas prácticas y lamentablemente esto no sucedió”. Vega por su parte, acusó a la bancada de Juntos por el Cambio de “acosarla” después de que abandonó el espacio y aseguró que desde ese bloque se le pidió devolver la banca, ubicada en medio del bloque de la coalición opositora.
Los reclamos motivaron las intervenciones de Naidenoff, el jefe de los senadores radicales, quien negó las acusaciones, y de la presidenta provisional Ledesma Abdala, que pidió orden en el uso de la palabra ante las interrupciones fuera de micrófono. “Usted no me va a venir a marcar a mi el timing. Yo tengo que impartir las órdenes. No le falte el respeto a una mujer, por lo menos sea un poquito hombre diga disculpe”, fueron algunas de las frases que Ledesma, la reemplazante de Cristina Kirchner, dirigió a los senadores de JxC.
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