Sigue la tensión en General Mosconi
Los manifestantes intentaban anoche incendiar un depósito de combustible; no hay diálogo para superar el conflicto
GENERAL MOSCONI.- La tensión se mantiene en este pueblo a la vera de la ruta nacional 34. El día después del enfrentamiento que provocó dos muertos y decenas de heridos recibió al lugar con otros choques menores.
La Gendarmería ocupa el emplazamiento del piquete desalojado. Pero en las inmediaciones continúan los manifestantes que anoche intentaron incendiar un cercano depósito de combustible.
Los gendarmes que estuvieron en el operativo hablan de francotiradores. Obviamente en estricto off the record, por tratarse de una fuerza en operaciones, las voces uniformadas indicaron la presencia de diestros tiradores en los alrededores. Comentan los escuchados estampidos de carabinas 22 y FAL. Durante el día no se produjeron tiroteos.
Si, en cambio, prosiguió el enfrentamiento con el grupo de piqueteros que se hizo fuerte en una calle lateral. Desde las 10, empezaron los encontronazos con gases lacrimógenos de un lado y piedras del otro. No hubo descanso.
Son unos 300 los hombres, mujeres y niños que no se dispersan con los gases. La Gendarmería tampoco avanzó de su posición ganada frente a la base de operaciones de Tecprol, escenario del choque del domingo último. Pero expertos tiradores de los gendarmes ocuparon posiciones elevadas en procura de detectar a los presuntos francotiradores.
En el otro costado del camino, los piqueteros resisten y anuncian que lo harán hasta el final. No está claro cuál es el final que se busca.
Una buena radiografía del piquetero salteño la darán las palabras de José Pepino Fernández. Es uno de los hombres que firmó en noviembre último el acuerdo con el Gobierno. Cerca de los gases lacrimógenos, anuncia: "El Gobierno no cumplió con nada de lo pactado y otra vez nos manda a reprimir con la Gendarmería". Este hombre es uno de los líderes de los piqueteros.
Otros dos, Juan Nieva, y José Barraza, fueron detenidos durante la semana por orden del juez federal de Salta, Abel Cornejo. Los procesó por sedición.
Pepino Fernández da su opinión: "Acá lo que pedíamos es que paguen 2,50 pesos cada hora de un ayudante de la construcción. Ahora pagan sólo 70 centavos. Además queremos que no se pierdan los 400 planes Trabajar que se dieron de baja a principio de este mes".
Por eso, empezó el 30 de mayo último la tercera toma de la ruta nacional 34. Las tres terminaron con violencia. En las anteriores se quemaron las comisarías y las intendencias de General Mosconi y de Tartagal. Ambas fueron intervenidas por el gobierno provincial.
Fernández espera otra negociación: "Nadie del Gobierno ni de la provincia vino a conversar. Nos persiguieron y mandaron a pegarnos, nomás." Cerca de él, otro de los hombres que está entre los fuertes del piquete agrega: "Siempre nos mandan un cuatro de copas que tiene que pedir permiso para darnos cualquier cosa, así no va".
Esta vez ni siquiera una conversación pudieron lograr. Fernández cree que todavía es posible: "Esperamos una mediación del Colegio de Abogados de Salta".
Claro que en esta ocasión la violencia se desbordó demasiado, según la visión del Gobierno.
Una veintena de gendarmes heridos de bala es una situación que será difícil volver hacia atrás. Guarecido en el momento en que llega otra andanada de gases, uno de esos hombres que compartía la rueda de charla con Fernández reconoce: "Sí, la gente le tiró a los gendarmes, pero no con francotiradores ni organizados. Fue por bronca y va a ser peor si vienen ahora", dice, y sale gomera en mano rumbo a la primera línea de la refriega.
Ese es uno de los puntos más problemáticos de este piquete. ¿Quién disparó? Ayer, mientras La Nación recorrió cada lugar de las líneas de enfrentamiento no pudo observarse armas de fuego. Ni en uno ni en otro lado.
Lo cierto es que se hizo fuego el domingo. Y hubo dos muertos que serán enterrados en conjunto esta mañana, a las 10, en el cementerio de General Mosconi. Justamente al lado de donde estaba establecido el piquete. Justamente donde cayó muerto Carlos Santillán, homónimo sin parentesco con el conocido El Perro jujeño, cuando visitaba la tumba de su hija fallecida a las pocas horas de nacer hace un año.
A diez cuadras del lugar del conflicto velaban a Santillán, en su propia casa con unos pocos familiares y amigos que no encontraban explicación a este destino. Su padre, Urbano, enhebra como puede un relato conmovedor.
"El fue con su esposa a visitar la tumba de la hijita. Cómo vio que se puso bravo en la ruta le dijo a ella que se fuese en el ciclomotor. Yo me enteré y fuimos con los hermanos a buscarlo. Uno lo vio y alcanzó a gritarle cuando en ese momento cayó por un tiro. Lo llevaron al hospital de Mosconi y al de Tartagal, pero no hubo caso. Era el Día del Padre y el cumpleaños de su hija de cinco años", reseñó el padre de una de las dos víctimas fatales. Estas se suman a la muerte del piquetero Aníbal Verón, producida durante los enfrentamientos de noviembre último.
Aumento de la tensión
Se espera que la tensión aumente cuando los cortejos pasen por delante de las posiciones de la Gendarmería, que ya tiene destacados a efectivos de dos destacamentos móviles, de Santiago del Estero y de Rosario. El primero de esos móviles (cada uno de 300 efectivos) se encuentra en la zona desde noviembre y fue el que tuvo la responsabilidad del desalojo compulsivo de este piquete.
Mientras, desde el Gobierno se deja entrever la presencia de activistas como generadores de los desbordes, los piqueteros aumentan el nerviosismo al no saber cómo puede terminar esta situación.
No puede olvidarse que el juez Cornejo tiene una lista con pedidos que captura que abarcaría a varios de los hombres que todavía arman un foco de resistencia.
En el resto del pueblo la vida continúa con relativa normalidad, al igual que en la cercana Tartagal, que a diferencia de las otras oportunidades, esta vez, no se vio afectada por la explosión de violencia.
Y para aumentar la confusión y la incertidumbre son varios los que recuerdan que en noviembre último, durante los disturbios, fue tomado por asalto un depósito judicial donde se almacenaba armamento incautado.
Eso, más los robos de armas en las comisarías tomadas en aquella oportunidad, hicieron desaparecer más de doscientas armas. Varias fueron recuperadas, pero la mayoría sigue en manos desconocidas. Con la llegada de la noche nada es seguro en esta zona.
Santillán desmintió a Romero
SAN SALVADOR DE JUJUY (De nuestro corresponsal).– El líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el municipal, Carlos “Perro” Santillán, desmintió ayer que militantes de su agrupación hayan participado del enfrentamiento entre la Gendarmería y los piqueteros de General Mosconi, en Salta.
“Nada más alejado de la realidad, no hay nadie de la CCC en esa zona”, dijo el gremialista, luego de que el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, aseguró que entre los manifestantes salteños se encontraban dirigentes alineados tras Santillán.
Santillán rechazó la represión de la Gendarmería a los piqueteros y denunció que los gobiernos “nacional y provinciales están instalando una ola represiva a lo largo y ancho del país, en contra de aquellos que salen a pedir pan, trabajo, salud y paz”.
Dijo, respecto de la represión: “Los jujeños aún la estamos sufriendo, desde hace más de 10 días”. Se refirió así a la ronda de indagatorias que comenzará hoy a unos veinte desocupados detenidos mientras manifestaban, en los últimos días.
El miércoles 6 del actual fueron detenidos aquí 22 desocupados de la CCC, luego de una refriega con efectivos policiales, en la cual hubo gases lacrimógenos, balas de goma, más de 20 automóviles destruidos. Incluso Santillán fue detenido entonces, aunque luego fue liberado. Los dirigentes de la CCC denunciaron que los incidentes fueron provocados “por infiltrados de la policía”.
Evaluación del juez y del jefe de Gendarmería
SALTA.– La situación en el norte salteño fue analizada ayer en esta capital por el juez federal de Salta Abel Cornejo y el director nacional de Gendarmería, comandante general Hugo Miranda. Ambos coincidieron en que el propósito de los piqueteros era tomar los depósitos de Refinor.
El magistrado sostuvo que anoche la situación seguía siendo “sumamente complicada” por el intento de los piqueteros de tomar los tanques de Refinor.
El juez lamentó “declaraciones muy imprudentes de algunos manifestantes que en vez de llamar a la calma, después de todo lo que ha pasado, siguen persistiendo con algunas actitudes que en nada contribuyen a la recuperación de la paz”. Consideró que la situación es menos grave que ayer, “pero sigue siendo crítica”.
Indicó que, hasta las 21, habían 20 detenidos.