La convención nacional de la UCR ratificó su pertenencia a JxC, pero también abrió la puerta a ampliar la coalición
Al filo del cierre de alianzas, el centenario partido reivindicó su pertenencia a la alianza opositora con sus actuales socios, pero habilitó a la mesa directiva del Comité Nacional, que preside Morales, a negociar la ampliación del espacio.
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La UCR dio un paso importante para mantener la Unidad de Juntos por el Cambio luego de que su convención nacional, máximo órgano partidario, reafirmara su política de alianzas y su permanencia dentro de la principal coalición opositora de cara a las elecciones presidenciales de este año.
En medio de las tensiones por la inclusión del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, iniciativa impulsada por el presidente del partido, Gerardo Morales, en tándem con el jefe de Gobierno porteño y también precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta (Pro); el nombre del dirigente peronista casi ni se mencionó durante las más de tres horas que duraron las deliberaciones, celebradas en el complejo porteño de Parque Norte.
La resolución sometida a la aprobación de los convencionales ratifica la “participación y pertenencia en la alianza Juntos por el Cambio” y enumera los partidos que la integran en la actualidad: la Coalición Cívica-ARI, Propuesta republicana (Pro) y Encuentro Republicano Federal.
Pero en su segundo artículo habilita al partido a negociar la ampliación de la coalición, mandatando a la mesa directiva del Comité Nacional, que preside Morales, para llevar adelante las negociaciones políticas y programáticas necesarias.
En otras palabras, el centenario partido saldó con un empate técnico la pelea que sacudió a Juntos por el Cambio en las últimas dos semanas. Schiaretti no consiguió el visto bueno de la UCR para sumarse ahora a la coalición, cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones en Córdoba. Pero los que impulsan el ingreso del peronista cordobés, como Morales y el senador Martín Lousteau, tienen luz verde para avanzar con las negociaciones y encontrar un acuerdo que permita ampliar Juntos por el Cambio.
Esa vocación aperturista quedó plasmada en el pronunciamiento de la convención, un documento paralelo a la resolución en la que, sin embargo, se fijan condiciones a las incorporaciones futuras. “Tenemos que afianzar, ampliar y mejorar nuestra coalición para que se incorporen todos aquellos que comparten nuestros valores y nuestros objetivos generales en este momento crítico, para que funcione mejor y más previsiblemente, minimizando las incertidumbres”, sostiene el texto que leyó Marcelo Stubrin y que fue aprobado por aclamación.
La resolución final terminó calmando el clima de tensión que habían mostrado los referentes de los sectores radicales enfrentados por el nombre del mandatario cordobés antes del inicio del cónclave. “Hay una mira estrecha de algunos sectores”, se quejó Morales cuando ingresaba al complejo. “Hasta el minuto final antes de asumir, si nos toca hacernos cargo del Gobierno, vamos a tener un criterio de amplitud”, insistió el gobernador de Jujuy.
El encuentro reunió a las principales figuras del centenario partido, como sus dos precandidatos presidenciales, Morales y el diputado nacional Facundo Manes; los gobernadores Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), y el mandatario electo de Jujuy, Carlos Sadir.
También estuvieron líderes parlamentarios, como los jefes de los bloques radicales del Senado, Luis Naidenoff (Formosa), y de Diputados, Mario Negri (Córdoba). Este último, volvió a manifestar su rechazo a la inclusión de Schiaretti a pocos días de la elección en la que la provincia mediterránea decidirá a su próximo gobernador, prevista para el último domingo de junio.
“En medio de la elección no se puede sumar a nuestro rival en Córdoba. Eso ha quedado descartado. Además, no se trata de sumar por sumar, debe haber un programa común”, advirtió Negri.
También planteó su oposición el senador Alfredo Cornejo. “Tenemos vocación de ampliación, pero Schiaretti no mostró disposición de integrarse a Juntos por el Cambio”, afirmó el flamante ganador de la primaria en Mendoza y, por lo tanto, confirmado como candidato a gobernador por la coalición en la provincia cuyana.
Críticas y compromisos
En su parte más sustancial, el documento, titulado “Del dolor a la esperanza”, hace una fuerte reivindicación de la identidad partidaria y sostiene la voluntad de permanecer en Juntos por el Cambio como la herramienta para ganar las elecciones presidenciales y llevar adelante un gobierno que “permita superar la actual etapa de decadencia política, económica y social” que adjudican a las administraciones kirchneristas.
“Para hacer posible el cambio que necesita la Argentina afirmamos, nuevamente, nuestra voluntad de constituir, desde nuestro partido y Juntos por el Cambio, una gran coalición que enfrente al gobierno nacional, que traiga un gran triunfo electoral y que permita superar la actual etapa de decadencia política, económica y social”, sostiene el documento.
Sin nombres propios, el documento sostiene la necesidad de que la alianza se construya “a partir de acuerdos programáticos y valores comunes”, al tiempo que hace un llamado a “fortalecer y proyectar a la Unión Cívica Radical y a sus mujeres y hombres en todo el país”.
Este llamado a que la UCR tome un rol protagónico y deje de estar a la sombra de Pro cruzó gran parte de los discursos que se escucharon durante las deliberaciones. “No tenemos que ser el furgón de cola de nadie, no ser el cuerpo de la territorialidad para que decidan otros, sino que seremos los miembros, el torso, el corazón y la cabeza de la coalición”, afirmó Gastón Manes, presidente de la convención, al inaugurar el debate. “Estamos para más, no somos el grupo soporte de nadie”, agregó.
El documento contiene fuertes críticas al “ciclo kirchnerista” de los últimos 20 años y al que responsabilizan por los magros indicadores sociales y económicos del país. “El conjunto de la ciudadanía advierte que las cosas están mal y van peor. La inflación sin control, el aumento de la pobreza y el estancamiento económico son síntomas de decadencia y de un modelo económico y político agotado”, sostiene el pronunciamiento.
“No se debe consentir que el relato le permita al presidente y vicepresidenta desviar responsabilidades”, agrega el texto, que señala a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner como los “arquitectos centrales y beneficiarios directos de este modelo que está implosionando y que trajo los desastres que estamos viviendo”.
Ante este panorama y de cara a la campaña electoral, la UCR se compromete a “estabilizar la economía, bajar la inflación y desarrollar políticas para que haya crecimiento y desarrollo”. También se proponen “cuidar el salario de los argentinos” y “proteger a quienes necesitan ser protegidos, a garantizar que todos puedan acceder, al menos, a lo mínimo necesario para vivir”.
En un claro gesto de diferenciación de otras alternativas electorales, como los libertarios de Javier Milei, la UCR se comprometió a impulsar “un Estado eficiente, eficaz y presente” y, para que no queden dudas del sentido del mensaje, promete: “no avanzaremos con la eliminación del Banco Central o esquemas similares que le aten las manos al país”.
Las alusiones a Milei también atravesaron los discursos que se escucharon durante la reunión. Lo dijo Gastón Manes en sus palabras de apertura, cuando reivindicó a los partidos políticos. “En esta era del vacío, los radicales venimos a reafirmar la cultura de la democracia, amenazada por el marketing y los bárbaros de la derecha”, disparó el presidente de la convención.
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