Sergio Massa adjudica las críticas a su gestión a los allegados al Presidente y abre otra pelea en el Gobierno
Cerca del ministro de Economía reconocen el malestar, transmitido ayer al Presidente; desde el Gobierno relativizan los roces y afirman que “trabajan codo a codo” contra la inflación
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Sergio Massa y Alberto Fernández se vieron ayer horas después del regreso del ministro de Economía de Panamá, donde asistió a la cumbre del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En esa conversación, y como “socio del espacio”, el tigrense le hizo saber al Presidente su malestar por las críticas a su gestión y sugirió que provienen de dirigentes cercanos al primer mandatario.
“Estaba muy caliente porque hay cosas que claramente son operaciones de gente que está en la chiquita”, expresaron a LA NACION desde el espacio político de Massa. Dijeron que el ministro no habría culpado de manera directa al primer mandatario aunque se habría quejado sobre los cuestionamientos surgidos tras conocerse el índice de inflación de febrero, que llegó al 6,6 por ciento.
“Todos los que dicen que la candidatura de Massa se está diluyendo, o que la economía está mal, lo que hacen es pegarse un tiro en el pie. Si no estuvimos en Asamblea Legislativa fue por Sergio”, se desahogó otro referente importante del massismo, molesto por las “operaciones”, entre las que incluye no solo artículos periodísticos y opiniones en los que se habla de problemas crecientes para la economía, sino además de las recientes apariciones mediáticas de Daniel Scioli, el embajador en Brasil que, como el exintendente de Tigre, también tiene ambiciones presidenciales.
“Sergio dejó en claro que no es un ministro más, sino uno de los socios principales del espacio”, agregaron fuentes cercanas al ministro, que durante la jornada informó sobre un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), por US$ 285,4 millones de dólares, y otro del Banco Centroamericano (BCIE), por otros US$ 395 millones, ambos destinado a “fortalecer las reservas” del país en medio del constante drenaje de divisas para sostener el valor de la moneda norteamericana.
En tren de encontrar soluciones, sobre todo un freno a la inflación, Massa sostiene constantes contactos con miembros de su equipo y no se descartan medidas en las próximas horas. “No se va a quedar quieto esperando el próximo índice. Eso es seguro”, contestaron desde el Ministerio de Economía.
Cerca del Presidente, en tanto, confirmaron a LA NACION que el encuentro entre ambos se produjo ayer. Se excusaron de dar detalles del diálogo y afirmaron, en cambio y de manera gráfica, que ambos trabajan “codo a codo todos los días para resolver este quilombo”. Ambos escucharon, hace una semana y mientras cenaban en Olivos, a la economista Mariana Mazzucato con el objetivo de encontrar alternativas. También sostuvieron que ambos “hablaron todos los días” en lo que Massa estuvo fuera del país, participando en la cumbre del BID.
En tren de valorar a quienes sí lo “defendieron”, desde el massismo elogiaron las declaraciones del exministro de Hábitat Jorge Ferraresi, cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Sergio asumió un día antes de que nos fuéramos en helicóptero”, había dicho Ferraresi. Además, agregó que “el Gobierno estaba sin reservas en el Banco Central, con una corrida cambiaria fuerte, con un aumento de precios importantes. Y Sergio vino a poner un freno a eso”.
Cuando le tocó hablar hoy en la inauguración de una universidad en Merlo, Alberto Fernández habló de “momentos muy difíciles”, aunque se centró en la batalla contra el Covid y las obras públicas en ese y otros rubros, como la educación. Pero también repitió que hacía oídos sordos al “murmullo de la política para escuchar el murmullo de la gente”, una manera de relativizar los rumores sobre disidencias internas, pero también-y sobre todo-en tiempos de críticas directas y pedidos del kirchnerismo para que abandone su decisión de competir en las PASO presidenciales de agosto próximo.
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