Sergio Berni dijo que el rugbier baleado escapó durante 15 minutos: “Con vidrios polarizados no se sabe si de adentro están sacando una ametralladora”
El ministro de Seguridad de la Provincia enfatizó en que Tomás Kruger, de 19 años, se dio a la fuga; “En la oscuridad de la noche pudo haber hecho un movimiento en el cual los dos policías pensaron que estaba en peligro su vida”, planteó
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Tomás Kruger, un rugbier de 19 años, fue baleado este fin de semana por la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el marco de una persecución en Moreno y ahora hay dos efectivos de esa fuerza imputados e investigados por su accionar.
Sin embargo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, intentó justificar la forma en que actuaron los uniformados y puso en duda el comportamiento del joven. “Evadió un control, hubo un mal comportamiento del ciudadano”, aseveró a TN el funcionario que responde a Axel Kicillof. En ese sentido, el ministro comentó que de momento “no puede decir que sea o no una mala actuación policial” porque no estuvo en el lugar.
“Sí hubo un mal comportamiento de un ciudadano que debería haber parado. En la nocturnidad y la oscuridad de la noche pudo, sin querer, haber hecho un movimiento en el cual los dos policías pensaron que estaba en peligro su vida”, sostuvo Berni, que de esta manera criticó el accionar del joven que viajaba en la camioneta Hilux de su padre cuando fue seguido por un patrullero sin la sirena encendida, chocado por el móvil en el lado del acompañante y luego baleado frente al country donde vive con su familia.
“El policía se bajó a pecho descubierto, le dio la voz de alto. Un auto que tenía vidrios polarizados... Usted no sabe si de adentro están sacando una ametralladora y en dos minutos terminan con su vida”, refirió el ministro y añadió: “Con los elementos que tengo hasta el momento no observo ninguna mala praxis policial”. Según su versión, Kruger escapó durante 15 minutos.
El funcionario aseguró que de momento los dos oficiales involucrados en el hecho -un hombre y una mujer- están “apartados preventivamente”, pero que no tomará “ninguna medida” contra ellos hasta que el fiscal Federico Soñora decida sobre la causa. Al respecto de los uniformados dijo que “no son recién egresados” y puntualizó en su “experiencia y grado”.
“Es muy dudosa la situación porque el vehículo se da a la fuga, no es normal que cuando le dan la voz de alto un vehículo se vaya a la fuga. Lo siguieron tres patrulleros”, planteó Berni en cuanto a Kruger, que recibió tres tiros: en sus dos piernas y en uno de sus brazos. Por eso, se encuentra internado, aunque ya fuera de peligro.
“Evadió un control y fue perseguido por la Policía y no con un móvil, sino con tres. Y no dio obediencia a la intimación de parar, debería haber parado”, se quejó el ministro, que entonces indicó: “Por lo pronto nos parece que no es normal que una persona no pare ante una persecución, mucho menos con tres vehículos, el fiscal tiene una tarea muy importante”.
En tanto, los policías fueron imputados por “lesiones” y se le dio intervención a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad. Por su parte, el joven baleado cursa una causa por “resistencia a la autoridad”.
“Me interesa lo que digan el juez y el fiscal. Los ciudadanos no podemos pedir que la Policía patrulle y cuando nadie acata una directiva, decir que la Policía actuó con mano dura. Porque estamos al borde de un país psiquiátrico: cuando nos conviene pedimos una cosa y cuando nos conviene decimos ‘mano dura’”, cerró Berni.
El padre del joven consideró desmedido el operativo de la Policía de la Provincia
Ayer, mientras la Policía Federal realizaba los peritajes sobre la camioneta en la que viajaba Kruger, su padre, Carlos, cuestionó el procedimiento de la Policía bonaerense.
Este hombre dijo que su hijo “estaba con miedo” cuando lo seguían y narró: “Los policías me dijeron que había pasado un semáforo en rojo y que iba pasando autos en zig-zag. Es una locura. No se puede creer que un patrullero lo fuera corriendo sin las luces. Él frena, se quiere meter por el portón pero está cerrado y ahí lo chocan”.
También contó que le había prestado la Hilux a su hijo luego de que el joven jugara un partido de rugby en un club local, para así evitar que tome el colectivo, y que al momento de la persecución Tomás no tenía “ningún arma de fuego” que justificara los disparos que recibió.