AMIA: en el Gobierno quedó la sensación de "prueba superada" con el acto

"Señora expresidenta Cristina Kirchner, el memorándum fue una traición a los familiares y a la sociedad toda. Con el terrorismo no se pacta", gritó Sofía Guterman, desde el escenario. A pocos metros, y sin abandonar la mirada hacia el piso, el rostro serio y en silencio, el jefe de gabinete, Marcos Peña, aplaudió a la madre de Andrea, fallecida en ese mismo lugar, hace 25 años.

El momento reflejó, a las claras, la sensación de examen aprobado que invadió al Gobierno una vez culminado el acto. Por primera vez en mucho tiempo, los oradores (Guterman y Eichbaum, titular de la AMIA), elogiaron a viva voz iniciativas oficiales, como el proyecto de ley de Juicio en Ausencia o el flamante decreto que estableció el registro de organizaciones terroristas.

Fue oportuna la Casa Rosada, además, en viabilizar en la misma mañana y a través de la UIF la inclusión de Hezbollah en ese registro, un paso que había motivado las quejas silenciosas de la DAIA y las públicas-como detalló La Nación-de organizaciones judías internacionales como el American Jewish Committee, que reclamaban "ir a fondo" contra el grupo proiraní, sindicado por la Justicia como responsable del atentado.

Esta vez, y más allá de menciones genéricas de los oradores a "los gobiernos que están en deuda", no hubo silbidos para los funcionarios-como cabeza de la nutrida delegación oficial, Peña recorrió un largo pasillo vallado sin recibir reproches-y sí durísimas críticas hacia el kirchnerismo. La ausencia total de referentes del gobierno anterior-solo se hicieron ver opositores como José Luis Espert o Matías Tombolini-habla a las claras de un escenario favorable para el oficialismo, más allá de los pedidos para "reforzar" la condena a Irán por su apoyo a Hezbollah.

Los que no se salvaron, claro, fueron los funcionarios a cargo de la investigación, como la UFI-AMIA (que depende del Ministerio de Justicia) y la misma Justicia. Con distinto tono, pero igualmente críticos, Eichbaum y Guterman le pidieron a Sebastián Basso (a cargo de la unidad de investigación, degradada por orden de Garavano) "dedicación full time" y "el fin del maltrato" a los familiares. El elogio de Guterman al proyecto de juicio en ausencia incluyó, además, una sutil crítica a otras entidades de familiares de víctimas, como Memoria Activa o Apemia, que rechazan aplicar ese mecanismo "pero que sí aplaudieron el juicio a (Alfredo) Astiz en Francia" por el asesinato de las monjas francesas.

A pocas semanas de las PASO, el Gobierno recibió como un bálsamo los aplausos de una multitud dolida que aún espera justicia. Los embates de los oradores y los gritos de reprobación contra el Memorándum con Irán, la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman y hasta la presencia del clérigo Mohsen Alí en la presentación del libro Sinceramente de la expresidenta sumaron, a criterio de los funcionarios, más agua para el molino del oficialismo.