Señal de distensión entre Horacio Rodríguez Larreta y la UCR tras los cortocircuitos con Mauricio Macri

Horacio Rodríguez Larreta acelera el paso por un pasillo del cementerio de la Recoleta para dirigirse a la salida. Acaba de terminar el homenaje organizado por el comité nacional de la UCR por el décimo tercer aniversario del fallecimiento del expresidente Raúl Alfonsín. Escoltado por puñado de asesores y rodeado por cámaras de televisión, el jefe de gobierno porteño abandona el museo mortuorio después de charlar con el tucumano José Cano. De pronto, antes de atravesar el portón principal, da un giro y mira hacia las bóvedas y la columna de referentes radicales: “No saludé a Gerardo [Morales]. ¿Dónde está?”, inquiere a una colaboradora. De inmediato, supervisa la pantalla del celular y repite la orden: “Me tengo que ir corriendo. ¡Decile a Gerardo! Eh”.

Tras los últimos cortocircuitos entre Morales, titular de la UCR, y los jerarcas de Pro a raíz de la negociación con el Gobierno por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Larreta hizo un gesto de distensión para recomponer el vínculo con el radicalismo: aceptó la invitación del jujeño para participar del homenaje a Alfonsín en la Recoleta. La postal conjunta entre Larreta y Morales, que se habían cruzado anteayer en el seminario sobre narcotráfico que organizó la mesa nacional de Juntos por el Cambio en Parque Norte, fue leída por jerarcas de la UCR como un mensaje a Mauricio Macri. Es que el expresidente alteró los ánimos en la cúpula del radicalismo con sus intervenciones públicas de la semana pasada, en las que no solo reivindicó a Carlos Menem y sugirió que habría que privatizar Aerolíneas Argentinas, sino que se atrevió a recomendarles a los radicales que lean a Leandro Alem (¿o a Marcelo T. de Alvear?) ya que las ideas de Alfonsín “perdieron vigencia”. “Esta foto [por Morales y Larreta] es un golpe a Macri”, soltó un referente de la UCR apenas finalizó el acto organizado por los radicales frente al mausoleo de Alfonsín.

Larreta fue uno de los cuatro oradores en el homenaje al expresidente y el último líder del radicalismo. Y en su discurso se diferenció de las palabras de Macri: destacó el legado de Alfonsín, a quien definió como el “padre de la democracia”. Dijo que el exmandatario es reconocido e “indiscutido” por todos los sectores de la política, como el símbolo máximo de la recuperación de la democracia en 1983. Le agradeció la invitación a Morales, con quien intercambió guiños, y, apenas finalizó su mensaje, se abrazó con Enrique “El Coti” Nosiglia. El exministro del Interior de Alfonsín también subrayó la “vigencia” del pensamiento, las ideas y principios del exlíder de la UCR. Llamó a ensanchar a JxC y, con duras críticas al Gobierno -”sin rumbo y con conflictos internos”-, resaltó que se “avizora” un cambio político en la Argentina. Larreta asintió con la cabeza en varios tramos del discurso de Nosiglia.

Lo escuchaban las autoridades de la UCR en la Cámara de Diputados, Mario Negri, Alfredo Cornejo, Luis Naidenoff y Carolina Losada.

Morales, quien visualiza a Macri con sed de revancha y confronta con los sectores de duros de Pro para evitar que JxC se corra hacia los extremos, también resaltó que “reivindicar a Alfonsín es reivindicar a la democracia”. Y, dijo, que los valores y principios del expresidente están “más vigentes que nunca”. Días atrás, Macri dijo que “la socialdemocracia es un período que terminó en el mundo”. De hecho, destacó al economista Martín Tetaz, presente en el homenaje a Alfonsín en la Recoleta, como la mejor aparición en la política de las últimas legislativas y remarcó: “A los radicales que me vienen a ver les digo que es hora de agarrar el librito de Alem”. Para el expresidente, la irrupción de los libertarios en una señal de alarma para JxC. Por eso, habla de combatir “las ideas populistas que contaminaron a un sector” de la coalición opositora. “Sin comentarios”, respondió un exministro de Alfonsín antes de irse.

La vuelta de Nosiglia

La reaparición de “El Coti” Nosiglia en televisión tras 30 años de silencio generó un sinfín de especulaciones en la UCR. Que buscaba enviar una señal a sus ahijados políticos, Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, o que les marcaba la cancha por su alianza con Daniel Angelici. Sin embargo, Nosiglia sintió que ese era el momento para hablar y fijar su postura, en la antesala de la discusión en el Congreso por el acuerdo con el FMI. “Había que decir cosas”, comentan cerca del “El Coti”.

En la entrevista que concedió a Odisea argentina, Nosiglia remarcó que la oposición debía facilitar el aval al trato con el FMI por la deuda. “Juntos por el Cambio, como fuerza institucional que cree en la continuidad jurídica del Estado, debe votar en el Parlamento la negociación por el financiamiento de la deuda”, remarcó en diálogo con LN+.

Nosiglia, mentor de Lousteau y Yacobitti, avaló la decisión de los líderes de Evolución Radical de quebrar el bloque de diputados de la UCR tras la fallida negociación por el reparto de cargos con el ala tradicional del centenario partido, que conducen Morales y Negri. Para Nosiglia, la fuerza que construye Lousteau tiene figuras potentes que interpelan a la UCR. No le preocupan los ruidos internos en el conglomerado opositor, porque entiende que es natural que existan distintas alas en una coalición. Pero avisa ante sus pares que JxC debe consolidarse con miras a las presidenciales de 2023.

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