Senado: el kirchnerismo quiere emitir dictamen en tres semanas por la ampliación de la Corte
Tras la tercera jornada de debate, de la que participaron los exjueces Zaffaroni y Arslanian, el oficialismo empezará a definir el proyecto que quiere llevar al recinto a mediados de junio
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En un clima de total apatía, lo que se tradujo en la poca cantidad de senadores presentes, las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia llevaron adelante una nueva jornada de debate sobre la ampliación de la Corte Suprema de Justicia, en la que se destacaron las presencias de los exjueces Raúl Zaffaroni, Carlos Arlsanián y María Laura Garrigós de Rébori.
Tras esta jornada, la tercera sobre el tema, el plenario de comisiones pasó a un nuevo cuarto intermedio que se retomará en la primera semana de junio, cuando se espera que el oficialismo emita dictamen. Si así lo hace, el proyecto podría estar discutiéndose en la Cámara alta a mediados del mes próximo.
“Hasta ahora no hay un criterio de dictamen”, le dijo a LA NACION el oficialista Guillermo Snopek (Jujuy), presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales. La idea que maneja el oficialismo es tomarse las próximas dos semanas, ambas interrumpidas por sendos feriados nacionales, para terminar de darle forma al proyecto que intentará llevar al recinto.
Por el momento, no hay señales sobre qué camino seguirá el oficialismo. El puntano Adolfo Rodríguez Saá presentó un proyecto que amplía la Corte a nueve integrantes. Pero pocos días después su compañera de bancada Silvia Sapag (Neuquén) impulsó otro que lleva a 15 la cantidad de jueces del tribunal.
Además, el provincial y habitual aliado del oficialismo Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) se sumó al debate con un texto que propone una Corte de 16 jueces y su elección proporcional según cuatro regiones en las que divide el país.
Tal como lo destacó Snopek al anunciar el cuarto intermedio, Juntos por el Cambio decidió darle la espalda al debate y, salvo por la casi solitaria presencia de Lucila Crexell (Neuquén), autora de un proyecto para ampliar la Corte que ya perdió estado parlamentario, no concurrió a los plenarios de comisión. Por eso, la coalición opositora no presentó proyecto alternativo ni tampoco propuso nombres para que fueran invitados al Senado.
En una jugada de último minuto, hasta la noche del martes no figuraba en la lista, el kirchnerismo logró concretar la presencia de Zaffaroni quien expuso sus ideas, la mayoría públicas, sobre la reforma a la que debería ser sometido el máximo tribunal de justicia del país.
Así, dijo que quería “una Corte federal, con 24 ministros, uno por cada provincia” que tendría a su cargo el control de constitucionalidad como un único cuerpo pero que se dividiría en salas a la hora de ejercer la función de casación. “Tenemos un control de constitucionalidad que demora años, que puede parar la vigencia de cualquier ley y, cuando llega a la Corte Suprema, el único efecto que tiene es que no se aplica en ese caso”, dijo.
Lo secundó Arslanián poco tiempo después. No dio un número preciso, pero sostuvo que el tribunal debería estar integrado “por no menos de diez jueces”. “El objetivo de que tenga más jueces es fortalecer el debate de cuestiones federales trascendentes; no se pueden poner a discutir tres personas solamente un tema delicado, como puede ser género o aborto, para decidir lo que luego va a ser ley aplicable a 40 millones de habitantes”, dijo el exministro de Justicia de Carlos Menem.
Zaffaroni también se manifestó en contra de la elección por voto popular de los jueces -recordó que eso pasó en la Revolución Francesa y “los guillotinaron a todos”-, y, ya fuera del salón de reuniones y en diálogo con periodistas, reconoció que el debate sobre la reforma de la Corte es político y usó una imagen futbolera para justificar la necesidad de establecer nuevas y claras reglas en la Justicia.
“La política es una competencia y como toda competencia necesita árbitros. Discutir la estructura del Consejo de la Magistratura, de la Justicia es como discutir la estructura del árbitro y el lineman; de lo contrario, un partido de fútbol se convierte en 22 bestias a las patadas”, dijo Zaffaroni.
En la misma línea se manifestó Garrigós de Rébori, quien aseguró que “la agenda de los jueces es el poder”. En ese sentido, pidió regular que “la agenda de la Corte sea pública y que las causas saldan en el orden que vayan ingresando”, para evitar la discrecionalidad de los magistrados.
En respuesta a las insistentes críticas del ultrakirchnerista Oscar Parrilli (Neuquén) porque los jueces supremos son vitalicios en su cargo, la actual interventora del Servicio Penitenciario Federal consideró “difícil superar el filtro constitucional”, tras lo cual le recordó al presidente de la Comisión de Justicia que la carta magna establece que los jueces duran en sus puestos mientras dure su buena conducta.
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