Senado: Cristina Kirchner se mantiene en silencio mientras crece la resistencia al acuerdo
Al menos una docena de senadores rechazan el entendimiento y esperan señales para saber qué camino seguir cuando el debate llegue al recinto
- 4 minutos de lectura'
El diálogo entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner no parece haber modificado en nada el mapa político oficialista. No, al menos, en lo que al Senado se refiere, en donde todavía impera el manto de silencio que la vicepresidenta le impuso a sus legisladores luego de que Máximo Kirchner renunciara a la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos en rechazo al acuerdo del Gobierno con el FMI.
Desde que su hijo estremeció los cimientos del Gobierno lo único que trascendió desde la cima del poder es que Cristina Kirchner coincide en las críticas al entendimiento que alcanzó el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“Cristina dice que votar el acuerdo es legitimar la deuda de Macri”, es el mensaje que transmitió el jefe de la bancada, José Mayans (Formosa), en contactos que mantuvo en los últimos días con varios senadores oficialistas.
Habitual polea de transmisión entre la vicepresidenta y el bloque, Mayans se ha convertido en el centro de atención de una bancada ávida por tener alguna señal que rompa el hermético silencio de la vicepresidenta.
Pero la presidenta del Senado está decidida a mantener el mutismo, al menos hasta conocer con más precisión los términos del acuerdo.
Tener el mayor nivel de detalle sobre la composición del trago amargo que recetará el Fondo Monetario será clave para la decisión que adopte la vicepresidenta.
Por eso, no extrañó que prácticamente se haya cancelado toda actividad esta semana en el Senado, a pesar de que ya se encuentra en vigencia el decreto con los 18 temas habilitados por el Poder Ejecutivo para su discusión en las sesiones extraordinarias de febrero.
La desastrosa situación en la que quedó el Senado tras el “hackeo” que sufrieron sus sistemas informáticos a mediados de enero sirve también como una excusa perfecta para postergar cualquier actividad. El daño ha sido tan grave que el Senado debió salir a comprar centenas de computadoras para poner en línea algunos sectores clave de la administración del cuerpo.
POROTEO REBELDE
Sin embargo, que los habituales voceros que suelen expresar lo que piensa Cristina Kirchner, como Oscar Parrilli (Neuquén), se mantengan en silencio no significa que en cada despacho oficialista no se lleve la cuenta de cuántos podrían seguir los pasos rebeldes de Máximo y los que, por oposición, le pondrán el hombro a Alberto Fernández.
Por lo pronto, La Cámpora tiene sólo cinco senadores. Pero no todos están en condiciones de jugar con la misma libertad que su líder. Hay dos casos emblemáticos a seguir con detenimiento.
La mendocina Anabel Fernández Sagasti es una camporista de nota y tiene línea directa con Cristina Kirchner. Sin embargo, es vicepresidenta de la bancada en el Senado. Si fuera a seguir el camino de Máximo Kirchner también debería renunciar al cargo, lo que no ha hecho hasta el momento.
Otro caso son los fueguinos Matías Rodríguez y María Eugenia Duré. Ambos coinciden en el rechazo a arreglar con el Fondo. Sin embargo, también deben responder al gobernador Gustavo Melella, que comanda una de las provincias que más dependen de los fondos de la Nación.
Los otros dos senadores de La Cámpora son lo que se conocen en la jerga parlamentaria como “sin techo”: legisladores de distritos gobernados por otras fuerzas. Ellos son Martín Doñate (Río Negro) y Mariano Recalde (Capital), ambos siempre predispuestos a ejecutar las órdenes de Cristina Kirchner.
A este grupo deben sumarse los “cristinistas” que, con mayor vehemencia aún que los camporistas, comparten las ideas de su jefa política sin cortapisas. Aquí se pueden anotar los nombres de Parrilli, representante del pensamiento del Instituto Patria; Juliana Di Tullio (Buenos Aires), María Pilatti (Chaco), Ana María Ianni (Santa Cruz), Silvina García Larraburu (Río Negro), Silvia Sapag (Neuquén) y Nora Giménez (Salta).
Y otra vez la incógnita. ¿Qué harán los kirchneristas de provincias que gobierna el PJ? ¿Di Tullio votará como le indica su corazón cristinista o responderá al apoyo, aunque a regañadientes, que Axel Kicillof le dio al acuerdo? La misma incógnita corre para Ianni. ¿Apoyará a la vicepresidenta o a la gobernadora Alicia Kirchner y su permanente dependencia de fondos nacionales?
Todas estas preguntas se irán develando con el paso de los días y, sobre todo, cuando se tenga real dimensión del ajuste que, obligadamente, deberá hacer el Gobierno para cumplir con el FMI.
Más leídas de Política
Polémica. Un diputado libertario impulsa un proyecto que prohíbe el cambio de género a condenados y menores de 18 años
“Arbitraria, injusta e infundada”. El fuerte respaldo de "Wado" de Pedro a Urribarri tras su detención
Tensión con la vicepresidenta. Javier Milei dijo que Victoria Villarruel está cerca de la “casta” y que no tiene injerencia en el Gobierno