Semanas de tensión inédita: la trastienda de la relación entre Alberto Fernández y los líderes piqueteros
Anunciaron un plan de lucha en las calles pero mantienen los puentes con el Presidente; reuniones privadas y la trama detrás del informe de la AFIP sobre los planes sociales
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La relación entre Alberto Fernández y los movimientos sociales que siempre le dieron apoyo hoy atraviesa un momento extraño. La decisión oficial de poner la lupa sobre los planes sociales fue subiendo la tensión con los líderes piqueteros durante las últimas semanas, al punto que las organizaciones amenazaron con un plan de lucha, con marchas y cortes en las calles. Pero al mismo tiempo hubo referentes de esos mismos grupos que sostuvieron los puentes con el jefe de Estado y le pidieron su intervención para destrabar el conflicto.
El viernes por la mañana, las organizaciones sociales oficialistas aglutinadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se movilizaron a Puente Pueyrredón para anunciar medidas de fuerza contra el Gobierno. Por la tarde, Emilio Pérsico -líder del Movimiento Evita- y Esteban “Gringo” Castro -secretario general de la UTEP- se reunieron con el Presidente en Casa Rosada para pedirle que le ordenara a su ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, que diera marcha atrás con el importante recorte de Potenciar Trabajo que pretendía hacer a partir de este mes, el plan social que alcanza a 1,3 millones de personas. Los líderes piqueteros se fueron conformes, convencidos de que lograron frenar la guadaña en diciembre.
La novela sumó capítulos insólitos. Porque ese mismo viernes el Movimiento Evita había organizado, a última hora de la tarde, una “misa por la paz” en La Matanza a la que habían invitado no solo al Presidente, sino también a Tolosa Paz, a la que critican en duros términos en privado. Ninguno de los dos asistió. En el Ministerio de Desarrollo Social no quieren dar detalles sobre cuántas personas finalmente verán acreditado el Potenciar Trabajo en sus cuentas bancarias.
La trama del recorte
El conflicto se inició cuando se filtró un informe elaborado por la AFIP a pedido del Ministerio de Desarrollo Social que cruzó el padrón del Potenciar Trabajo con datos sobre compra de dólares y propiedad de bienes. Primero se dijo que la auditoría había registrado unos 250.000 casos irregulares. Luego Tolosa Paz advirtió que las incompatibilidades alcanzaban sólo a unas 2243 personas.
Pero la trama siguió, porque el informe de la AFIP se judicializó luego de que el fiscal federal Guillermo Marijuan iniciara actuaciones de oficio. Ahora hay una causa que investigan el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano. Tolosa Paz, que no había accedido a la lista nominal de personas observadas por AFIP, requirió que se levantase el secreto fiscal con el objetivo de dar de baja los planes sociales irregulares este mismo mes.
Ercolini levantó el secreto fiscal el pasado miércoles. Ese mismo día a las 22, según pudo reconstruir LA NACION, Tolosa Paz le envió una nota interna a Pérsico -que es funcionario de su ministerio- para que remita el padrón del Potenciar Trabajo al Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (Sintys) junto con la información provista por la AFIP sobre los casos irregulares para que se procediera a la baja.
Pero además de pedir que se cruce la información de la AFIP, Tolosa Paz sumó otros criterios en la nota a Pérsico. Entre ellos, detectar a beneficiarios del Potenciar Trabajo que percibieron ingresos superiores a dos salarios mínimos en promedio en los últimos seis meses; que hicieron gastos con tarjeta de crédito por un monto superior a dos salarios mínimos o que “tienen cualquier tipo de establecimiento comercial abierto al público”.
Desde la UTEP advirtieron que, con los criterios que introdujo la ministra, las bajas que se esperaban en menos de 3000 saltarían a casi 200.000. “Ella vino a sumar criterios que no estaban en la información de la AFIP porque quería ajustar, ni siquiera tiene en cuenta lo inoportuno de la fecha”, dijo un importante miembro de la UTEP en alusión al sensible mes de diciembre.
El jueves hubo una reunión informal de referentes sociales con Tolosa Paz en el edificio de los murales de Evita que terminó muy mal. Así, en la UTEP pidieron que Fernández “intervenga” para que el lunes se pague el Potenciar Trabajo sin sorpresas. “Alberto dijo que se iba a ir para atrás, hay que ver cómo lo presentan para que Tolosa Paz no pierda autoridad”, deslizó un líder piquetero.
De todas formas la UTEP todavía no canceló la jornada de protestas para el próximo miércoles con “movilizaciones, cortes y asambleas a la vera de las rutas”. Además de suspender la baja de planes, los grupos piqueteros reclaman un aguinaldo de fin de año. Y están en alerta porque creen que el Gobierno buscará desenganchar a los Potenciar Trabajo del salario mínimo vital y móvil (hoy el plan social representa el 50% de ese indicador) como deslizó la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos. Es curioso como los referentes sociales lo “salvan” al Presidente pero cargan contra las ministras que son de su riñón.
La política
Además de los reclamos sectoriales, los grupos piqueteros tienen aspiraciones electorales. Por eso, toda la discusión por los fondos se cubre con una pátina de desconfianzas políticas y acuerdos pragmáticos que se forjan en reuniones privadas.
Pérsico visitó la semana pasada a Cristina Kirchner en el Senado. Fue un acuerdo inesperado porque ambos estuvieron enfrentados en el último lustro. Pero el Movimiento Evita -que pretende disputar la intendencia de La Matanza- viene ensayando un acercamiento al kirchnerismo. Eso no significa que le suelte la mano al Presidente. Cuando se conformó el Frente de Todos, los movimientos sociales se integraron como la base de sustento territorial de Fernández y por eso recibieron cargos en el organigrama nacional.
“No es con Cristina para matar a Alberto. Es con todos adentro. Hoy Alberto quiere hacer las cosas a su manera y Cristina está embroncada con él, pero nosotros queremos que encaucen su relación para ordenar al FDT”, dijo a LA NACION un referente social de la UTEP. Algo de esto habló Pérsico con Fernández el último miércoles, cuando lo visitó en Olivos.
Pérsico, junto a su compañero del Evita y colega del gabinete, Fernando “Chino” Navarro, buscan que Fernández no se ofenda por el acercamiento que ensayaron con la vicepresidenta. Un colaborador del Movimiento Evita se quejó: “A todos les permiten ir y venir al Senado y a nosotros nos castigan... Alberto no iba a empezar por los últimos, ¿por qué no ajusta por otro lado?”.
Así las cosas, desde los movimientos sociales hacen un doble juego. Hay “policías malos”, con dirigentes que muestran los dientes en la calle, y “policías buenos”, más diplomáticos con el jefe de Estado. Un referente social advirtió sobre la posibilidad de que se genere conflicto social: “Veremos cómo se paga el Potenciar Trabajo el lunes (por mañana). Ahí se verá si la protesta en las calles va a ser un quilombito o un quilombazo”.
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